Dos senadores de EE.UU. piden la liberación de los presos políticos en Egipto
- Son el excandidato presidencial John McCain y la senadora Lindsey Graham
- Han pedido también el inicio de un diálogo nacional
Los senadores estadounidenses John McCain y Lindsey Graham, que se encuentran de visita diplomática en Egipto, han pedido este martes la liberación de los presos políticos y el inicio de un diálogo nacional que incluya a todas las partes para salir de la actual crisis desencadenada tras el golpe de Estado contra el depuesto presidente Mohamed Morsi.
En una rueda de prensa en El Cairo, McCain ha asegurado que es necesario que todas las partes renuncien a la violencia para comenzar el diálogo nacional y la reconciliación, que, ha dicho, son la única vía para hallar una solución.
Los senadores se han mostrado críticos con las circunstancias que rodearon la destitución de Mohamed Morsi el pasado 3 de julio, y Graham ha destacado al respecto que "los que están en el poder no fueron elegidos y los que fueron elegidos están en prisión".
De esta forma Graham ha respondido a las insistentes preguntas de los periodistas de si consideran lo ocurrido en Egipto un golpe de Estado, lo que obligaría a Washington a eliminar la ayuda militar anual que presta a Egipto, valorada en 1.300 millones de dólares. En este sentido, el senador ha dicho que EE.UU. quiere mantener las relaciones con Egipto, también en el terreno militar, y que para esto "el proceso de transición debe llevar a la democracia".
"Cortar la ayuda sería una señal equivocada en el momento equivocado", ha apuntado por su parte McCain. McCain indicó que todas las partes, incluidas los islamistas, deben participar en la enmienda de la Constitución -suspendida por los militares- y en diseñar un calendario para el traspaso del poder a un Gobierno elegido.
Impacto en la región
En cuanto a las elecciones presidenciales y parlamentarias, estipuladas en la hoja de ruta de la transición, pidió que sean supervisadas por organizaciones no gubernamentales e internacionales. Por su parte, Graham también ha subrayado que es necesario liberar a los presos políticos para empezar un diálogo, porque si no la situación se agravará y se producirán más víctimas.
En la misma línea, McCain ha señalado que lo que suceda en las próximas semanas será "muy crítico y tendrá un impacto en la región". Desde el derrocamiento de Mursi, varios dirigentes islamistas han sido detenidos, entre ellos el "número dos" de los Hermanos Musulmanes Jairat al Shater, y contra otros pesan varias ordenes de arresto.
El depuesto presidente se encuentra además recluido desde entonces por los militares en un lugar desconocido, y un juez dictó el pasado 26 de julio prisión preventiva contra él por supuestamente contactar con el grupo palestino Hamás para perpetrar "acciones enemigas contra el país", y por cargos de asesinato y secuestro.
Visitia diplomática por encargo de Obama
Los senadores, que llegaron este lunes a Egipto por encargo del presidente estadounidense, Barack Obama, se han unido a las gestiones llevadas a cabo en los últimos días por el subsecretario de Estado de EE.UU., William Burns, y el enviado especial de la UE para el sur del Mediterráneo, Bernardino León.
Acerca de estos esfuerzos mediadores, Graham afirmó que no vienen a "dictar o predicar" sobre las decisiones que deben adoptar los egipcios para salir de la crisis. "Estamos para ayudar a lograr una solución egipcia a un problema egipcio", destacó.
Los senadores estadounidenses se han entrevistado con el jefe del Ejército egipcio, Abdel Fatah al Sisi, el vicepresidente para Relaciones Internacionales, Mohamed el Baradei, y el primer ministro, Hazem el Beblaui. Ambos tienen programado, además, mantener contactos con representantes de la Coalición Nacional de Defensa de la Legitimidad, integrada por varios grupos islamistas como los Hermanos Musulmanes, que apoyan al depuesto presidente Mohamed Morsi.
Egipto está dividido entre seguidores y opositores a Mursi, que fue derrocado por el ejército el pasado 3 de julio tras multitudinarias protestas los días anteriores que pedían elecciones presidenciales anticipadas.