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Imputado el dueño del club de voleibol por el crimen de la pareja holandesa

  • El juez cree que hay suficientes indicios de su presunta participación
  • Evedasto Lifante ya declaró como imputado el pasado 2 de agosto
  • Este miércoles se ha levantado el secreto de sumario del caso

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La juez levanta el secreto de sumario en el caso de la pareja holandesa asesinada en Murcia

El Juzgado de Instrucción de Molina de Segura en Murcia que investiga el asesinato de la jugadora holandesa de voleibol Ingrid Visser y de su pareja, Lodewijk Severein, ha encontrado "indicios bastantes" de la participación en los hechos de Evedasto Lifante, propietario del club deportivo al que perteneció la mujer.

Lifante ya declaró como imputado el pasado 1 de agosto, aunque este hecho se ha conocido este miércoles al levantarse el secreto de sumario, lo que ha permitido saber que también ha sido imputada María Rosa Vázquez, amiga de Juan Cuenca, el que fuera exgerente del club y que se encuentra en prisióndesde finales del pasado mayo.

En el auto en el que se acordó la puesta en libertad de Lifante, la juez indica que esos indicios de presunta participación se derivan de la declaración de Cuenca, quien aseguró que el encuentro con la pareja de holandeses fue preparado por Lifante para resolver "unos problemas de negocios" que tenía con Severein.

Otras sospechas se derivan del hallazgo de una fotografía del propio Lifante en el registro de la vivienda que ocupaba en Valencia uno de los ciudadanos rumanos considerados autores materiales del doble crimen.

También juega en su contra un informe policial en el que se considera que debía una importante cantidad de dinero a la jugadora. El auto se refiere en concreto a conversaciones de Severein con sus familiares en las que les dijo que el último viaje que hizo con Visser a Murcia estaba relacionado con las negociaciones para el cobro de la deuda del club de voleibol con la jugadora, de unos 60.000 euros, y con reuniones con inversores rusos, a los que calificó de "mafiosos".

Asimismo, explica que Cuenca y Lodewijk habían realizado gestiones en los meses previos al doble asesinato -ocurrido el pasado mayo- para conseguir la venta de una cantera propiedad de Lifante, ubicada en el municipio murciano de Fortuna.

Imputada una amiga del exgerente por colaboración

El levantamiento del secreto ha permitido conocer también que en las diligencias ha prestado igualmente declaración, como imputada, la amiga de Cuenca María Rosa Vázquez, quien se supone que tuvo conocimiento de los hechos y que realizó diversas gestiones por encargo del exgerente del club en los momentos inmediatamente anteriores y posteriores al crimen.

Así, fue ella la que alquiló la casa rural ubicada en un paraje de Molina de Segura donde perdieron la vida la jugadora y su pareja, y la que devolvió las llaves a sus dueños cuando fueron retirados los cadáveres y limpiadas las diferentes estancias de la vivienda para borrar huellas.

También fue ella la que recibió el encargo de Cuenca de "comprar bolsas de basura grandes, sosa cáustica y una radial", según el contenido del mensaje que le envió éste.

En las diligencias judiciales figura igualmente el contenido de otro mensaje en el que Juan Cuenca le preguntaba "si tenía una motosierra en casa".

La Policía, igualmente, interceptó una conversación telefónica entre ambos, en la que Vázquez se quejaba de la situación en la que la había colocado y añadía que "aquí todos tenéis muy bien atados los cabos menos yo; aquí soy la última, el último mono".

En la actualidad permanecen en prisión, junto con Cuenca, los presuntos autores materiales del asesinato, Valentin Ion y Constantin Stan, así como Serafín de Alba, el propietario del terreno donde fueron enterrados los cuerpos sin vida, ubicado en la pedanía murciana de Alquerías.

Lodewijk Severein se sintió amenazado

El auto, al que ha tenido acceso Efe, señala que Severein había constituido en Gibraltar la sociedad Granmar Trade Stone Limited con el exgerente del club Atlético Voleibol Murcia 2005 -en el que jugó Visser-, Juan Cuenca, ingresado en prisión por el doble crimen, y que llegó a pedirle a este una pistola para protegerse.

Así lo confirmó Cuenca en la declaración que prestó en su día ante la Policía Nacional al ser detenido en Valencia, aunque añadió que no había atendido esa solicitud.

Sobre este particular, el juzgado señala que llegó un momento en el que la relación entre ambos era "tensa porque no encontraban la financiación prevista para la compra de una cantera de mármol en Abanilla (Murcia)", propiedad del también imputado y expresidente del club de voleibol Evedasto Lifante, actual alcalde de Barinas, una pedanía de esa localidad, por el PP.

Sobre la pistola, la encargada de la instrucción, titular del juzgado de instrucción número 5 de Molina de Segura, Olga Reverte, comenta que "si ambos eran socios al 50% de ese negocio, no es habitual que uno le solicite al otro un arma de fuego sin más explicaciones, a menos que estuviera al tanto del tipo de personas con las que se reunía".

La magistrada destaca también dos correos que el holandés remitió a Cuenca un mes antes del doble asesinato, en los que le pedía explicaciones y le comunicaba que los inversores rusos con los que había contactado "habían perdido la confianza en él, que le habían embargado sus bienes, que había perdido dinero y que su situación era desastrosa".