Los vecinos que auxiliaron al maquinista del tren de Santiago ratifican su versión ante el juez
- Uno de los vecinos dijo que el maquinista reconoció el exceso de velocidad
- La policía da por finalizada la búsqueda de objetos en el tren siniestrado
Dos de los vecinos que auxiliaron al maquinista del tren que sufrió el accidente el pasado día 24 de julio en Santiago han ratificado ante el juez que lleva el caso, José Luis Aláez, la versión de los hechos que ofrecieron tras el siniestro que costó la vida a 79 personas.
En su primera versión aseguraron que el maquinista reconoció que venía con exceso de velocidad y que cuando fue rescatado aseguró: "Me quiero morir, no quiero ver esto".
Los dos vecinos de la parroquia de Angrois que rescataron al maquinista, Evaristo Iglesias y Julio Santiso, han comparecido este jueves como testigos ante el titular del Juzgado número tres de Santiago, al igual que el jefe de circulación de la estación de Santiago, que ofreció al magistrado datos técnicos sobre sus competencias.
En medio de una gran expectación de la prensa, ninguno de ellos quiso hacer declaraciones. En las comparecencias de este jueves, además del juez y el fiscal, estuvieron presentes los abogados de ADIF, Renfe, del maquinista -Francisco Jose Garzón, que se encuentra en libertad imputado por 79 homicidios por imprudencia-, y la de una de las familias de las víctimas, así como el de la aseguradora Allianz, Roberto Botana.
Éste declaró, a preguntas de los periodistas, que al jefe de circulación se le ha preguntado por aspectos técnicos, sobre cuáles son sus competencias y la gestión de la propia estación, como la señalización de acceso a las vías, pero no sobre si puede o no parar un tren, matizó, puesto que eso compete al maquinista.
Sin datos relevantes
El abogado, que no aportó información sobre los testimonios, indicó, no obstante, que la declaración no ha aportado un dato relevante o esencial para la investigación, "pero interesante sí, en conjunto con otras pruebas que se están practicando" y que puede dar lugar "a entender lo que ha pasado y cómo, y determinar, un poco, las responsabilidades que pueda tener cada uno".
Botana también ratificó que, según lo que se sabe hasta ahora, no ha habido ninguna comunicación telefónica entre la estación de Santiago y el maquinista antes del accidente.
Igualmente, también reveló que al primero de los vecinos que declaró se le preguntó por su conversación con el maquinista, Francisco José Garzón, y por si este había manifestado algo de motu propio.
Este vecino se ha remitido a lo que ya declaró ante la Policía, lo mismo que subrayó a los periodistas Julio Santiso, el otro vecino. El abogado, igualmente, afirmó que confía en que en los próximos días se pueda subsanar la existencia de algunos errores en las listas de heridos atribuidos al accidente.
El juez ha llamado a declarar mañana a dos policías nacionales, dos de los cuales auxiliaron al maquinista en los primeros instantes y un tercero que lo custodió.
El juez también quiere escuchar los testimonios de un guardia de seguridad privada que viajaba en el tren, del maquinista que hizo el trayecto anterior a Garzón Amo y de un operario de Renfe que viajaba junto al interventor con el que el maquinista hablaba instantes antes del siniestro y para ello los ha citado el próximo 19 de agosto.
Fin de la búsqueda de objetos
Por otra parte, la Policía Científica ha dado por finalizada la búsqueda de objetos entre los restos del tren accidentado.
Fuentes policiales han señalado a Efe que tras dos días de búsqueda, el martes y el miércoles, entre los restos del tren que se encuentran en una nave de Padrón (A Coruña), los agentes del Grupo de Operaciones e Inspecciones Técnicas (GOIT) desplazado desde Madrid y la unidad canina han regresado a la capital.
Entre los objetos rescatados, los agentes encontraron este miércoles un teléfono móvil en la cabina del tren que podría ser el corporativo del maquinista, extraviado desde el día del accidente.
Falta por decidir si se mantiene la custodia policial
Es preciso hacer las comprobaciones oportunas para verificar que se trata del terminal del maquinista y para extraer los datos oportunos para la investigación.
Antes, sin especificar la fecha, los agentes también habían encontrado una tableta, presumiblemente en la que el conductor seguía la hoja de ruta, aunque su estado hace que no se pueda garantizar fehacientemente su pertenencia al conductor.
Tras dar por finalizada la inspección, el Juzgado debe decidir si mantiene la custodia policial de los vagones.