Concha Velasco: "Yo, por mi familia, soy Vito Corleone"
- La actriz interpreta a la reina Hécuba en la tragedia de Eurípides
- Es la primera vez que la obra completa se representa en España
- Este domingo se despide de Mérida y empieza una gira por España
A sus 73 años, y más estos meses, bien podría estar tumbada a la bartola en una hamaca. Desde luego, es lo que se merece después de casi seis décadas sobre los escenarios.
Pero no. La inagotable Concha Velasco parece empeñada en seguir demostrando que puede con todo y estos días los pasa afincada en la piel de Hécuba, la terrible esposa del rey de Troya que, según la mitología griega, vengó la muerte de sus hijos en la guerra llegando a perder su dignidad.
Sobre este trabajo, uno de los más importantes de su carrera –lo dice ella–, y sobre el amor que siente hacia su profesión y hacia su familia la veterana actriz habla con RTVE.es a dos días de comenzar una ambiciosa gira que la llevará a varias ciudades de España.
- Concha, hasta el año pasado no actuó en el Festival de Teatro Clásico de Mérida y este verano repite con Hécuba interpretando, eso sí, el papel protagonista… ¿Tenía ganas de volver?
Sí, además quería volver haciendo este personaje y quería que fuera en la obra completa. Porque habrá mucha gente que no lo sepa, pero una de las primeras tragedias que escribió Eurípides fue Hécuba, la historia de la reina troyana convertida en esclava y dolorida que pide justicia y que, al no conseguirla, toma la justicia por su mano convirtiéndose en la gran vengativa.
Lo que pasa es que más tarde escribió Las Troyanas y, en esta segunda obra, a pesar de que aparece Hécuba, le fue dando importancia a las demás protagonistas, como Helena, Casandra, etc.
“Hécuba es la madre de todas las tragedias“
Todo esto te lo cuento porque el personaje que yo quería interpretar era el de Hécuba, pero el de la primera obra, la versión larga. De hecho, a mí cuando me preguntaban lo que quería hacer yo siempre respondía: ¡Hécuba!
Ayer, por ejemplo, vino a verme un amigo mío muy entendido en teatro y se quedó sorprendido porque creía que Hécuba era un monólogo de 10 minutos. Y no, ésta que estamos haciendo es “Hécuba” (Concha pronuncia el nombre con majestuosidad). La gran tragedia. La madre de todas las tragedias.
Pero esta obra no se ha representado mucho. En Londres se hizo hace 3 años, pero en España, nada.
"Me da por decir que soy normal y corriente, pero no es verdad"
- Pues yo he leído que en el mismo Festival de Mérida se representó hace ya unos cuantos años. Pero claro, debió ser la versión corta…
¡Eso es! Porque la obra entera no se ha hecho nunca. Me imagino que la razón será que la versión larga, “la madre de todas las tragedias”, como te decía antes, necesita una puesta en escena espectacular. ¡Hay un momento de la obra en que hay tres muertos en escena! ¡Tres cadáveres en el escenario! Así que, claro, supongo que no se han atrevido a poner en marcha esta obra.
Y, por otro lado, el texto de Eurípides no es nada fácil. Lo ha clarificado mucho Juan Mayorga. ¡Fíjate que Shakespeare se basó en Hécuba para hacer Hamlet!
- Concha, la veo encantada de la vida (le tengo que cortar porque, si es por ella, me hace un exhaustivo recorrido por cada una de las obras de Shakespeare que guardan similitud con Hécuba). Y, encima, su interpretación está recibiendo verdaderas ovaciones del público… No se puede pedir más.
Sí, la verdad es que sí… Estamos recibiendo más aplausos de lo que se podría esperar siendo una obra tan tremenda. Además, la caracterización de la obra es genial. Y mira que yo hice todo tipo de tonterías durante los ensayos.
- ¿Ah, sí? Cuente, cuente.
Pues nada, que aunque a mí me dé por decir que soy una mujer normal y corriente que va a hacer la compra con su carrito… ¡pues no es verdad! Yo lo primero que soy es actriz, y es que me lo paso fenomenal.
Bueno, a lo que iba: cuando empezaron los ensayos yo me teñí el pelo de rubio porque en la obra lo tenía que llevar blanco…
"Me he cortado el pelo casi al cero"
- ¿Quiere decir que la melena que lleva en la obra está teñida? Pero ¿tan largo tiene el pelo?
¡Calla, calla! (Concha pone voz de que me va a contar un cotilleo bien fresquito) José Carlos Plaza, el director, me dijo que quería que yo fuera Hécuba en el escenario, no en mi vida.
Es que, mira, hay directores a los que les molesta que yo vaya por la calle como voy vestida, así, como la Duquesa de Alba, vestida de chica joven hasta la muerte (Suelta una carcajada). Y quieren que vaya vestida de mi personaje desde que me levanto por la mañana hasta que me acuesto. Estos son los pesados.
Pero José Carlos Plaza, que es la cuarta vez que me dirige, me dijo: “Concha, en tu casa con tus niños ponte como quieras, como si te quieres pintar como un coche”. Así que, como me había teñido ya, me tuve que desteñir.
“José Carlos Plaza llamó a mi hijo y le pidió que me ayudara a sentar la cabeza“
Es más: José Carlos llamó a uno de mis hijos y le dijo: “Dile a tu madre que siente la cabeza, que nos lleva locos con Hécuba. ¡Es que ni podemos tomarnos un vaso de agua en el descanso sin que pregunte mil cosas del personaje!”. Así que mi hijo me obligó a teñirme el pelo otra vez y pasé al moreno (se vuelve a reír bien a gusto).
Pero ahora me lo he cortado casi al cero…
- No me lo puedo creer.
¡Sí! ¡De verdad!
-Entonces esa larga melena grisácea es una peluca…
Claro, es parte de la caracterización. ¡Es que Hécuba se suicidó enterrándose! ¡Se enterró con sus hijos! La mitología griega la convirtió en perra.
Así que yo me entierro en el escenario. Y con esa melena podía coger una pulmonía, porque piensa que me tengo que ir a la ducha corriendo después de la función. Así que me lo rapé.
"Mi vida personal se ve a través de los papeles que he interpretado"
- Concha, ha dicho que Hécuba es seguramente el personaje más importante de su carrera después de Teresa de Jesús. ¿Tanto le está aportando meterse en su piel?
A ver, mi santa es mi santa, y aprendí mucho de ella. Me podía haber presentado a un concurso en aquella época. ¡Me lo sabía todo de ella!
Pero es que, aunque suene a vanidad –de hecho yo soy vanidosa; si no, no me dedicaría a esto–, mi vida personal se ve a través de las obras que yo he elegido en cada momento.
Yo, en los años 60, hacía el teatro que tenía que hacer y el que sabía hacer. A partir de Buero Vallejo, en el 71, decidí hacer otro tipo de teatro porque tenía otra edad y porque la vida me enseñó a madurar.
Nací en noviembre del 39 y soy producto de aquella España... Igual que José Sacristán o Fernando Fernán Gómez, dos grandes a los que yo no llego ni a la punta del… forro.
- Bueno, eso habría que discutirlo.
Bueno (lógicamente no quiere), entonces creo que es fácil saber en qué momento de mi vida estoy si te fijas en qué obras hago. Y ello gracias a que tengo la suerte de elegir. Por otro lado, las obras definen también mi manera de pensar.
Hécuba es la obra que yo tenía que hacer ahora. ¡Porque no me gusta lo que está ocurriendo en el mundo! No me gusta que la gente pida justicia y se le mienta… Dice Hécuba a Agamenón: ¿Tú sabes que quien ayuda al malo también parece malo? ¡Y eso está escrito ahí, en el año 424 antes de nuestra era! Y ya se decía eso.
Pero la obra no dice que haya que hacer lo que hace Hécuba. Dice lo contrario. Porque el ser humano que toma la justicia por su mano es un ser degradado. Degradado a lo peor que puede llegar el ser humano.
"Siempre he tenido a alguien al lado que me animaba a estudiar"
- Es esa actualidad que tiene la obra lo que le hace disfrutarla más si cabe, entonces.
¡Hombre, por Dios! (Concha no puede disimular su emoción) Yo necesitaba como ser humano salir al escenario a decir eso. Y hay gente que me dice: ¿Y qué pasa con la madre de los niños de Córdoba o con los padres de Marta del Castillo?
Pues tiene que ser la justicia la que se encargue de estos seres terribles y asesinos. ¡No tienen que hacer ellos lo mismo que hizo Hécuba! Y de esto habla esta obra. “No dejen ustedes, gobernantes, que el pueblo salga a la calle a ejercer la justicia con su mano”, se dice en la obra.
“El ser humano que ejerce la justicia con su mano es un ser degradado“
Y a mí me gusta decir eso.
- Pues menudo marco el Teatro Romano de Mérida…
Bueno, bueno, ¡es una auténtica maravilla!
- ¿De dónde saca tanta fuerza para no parar, a sus 73 años, de hacer teatro, televisión y prácticamente todo lo que se le ponga por delante?
Pues saco la fuerza porque me gusta. Yo no estoy aquí por casualidad. Estudiaba ya de pequeña baile clásico. Mi madre, después de que yo hiciera de chica de la Cruz Roja, me dijo: “Me parece, hija mía, que tú no vas a ser bailarina. Más vale que te pongas a estudiar arte dramático”.
Y es que mi madre me tuvo estudiando to-da-la-vi-da. Me acuerdo en Barcelona cuando hacía una revista con Tony Blanc… Mi madre entonces me dejaba en el hall del hotel, los lunes y martes, apuntes de francés. Los miércoles y jueves, inglés. Y, venga, a escribir. Y ahora, ortografía. Y lo que fuera. ¡Era tremendo!
- La llevaba a usted a rajatabla.
Pues sí, y eso ya me imprimió carácter (se ríe). Siempre he tenido a alguien al lado que me ha hecho estudiar y leer. Y aquí estoy.
"Mi nieto es el motor de mi vida"
- Ya, pero al margen de su vocación, lleva 58 años haciendo teatro, cine y televisión. ¿De veras que no se cansa?
No. Hay una parte de mí que es esa, la de la ilusión y la vocación. Pero también está la necesidad. Yo vivo de esto. Y he procurado desde joven que mis padres tuvieran lo que yo no tuve. Nosotros, cuando yo tenía 15 años, tuvimos un problema que nunca cuento. Y lo pasamos fatal. Y gracias a esta profesión pude dar a mis padres lo que tuvieron después. Vivieron con todas las comodidades del mundo. Y ahora procuro que mis hijos vivan igual, me diga lo que me diga la gente.
“Gracias a esta profesión pude darle a mis padres lo que yo no tuve“
- Y su nieto.
¡Sí! (Emite una carcajada de abuela orgullosa) Mi nieto es el motor de mi vida. El amor hacia mi familia y hacia mi profesión es el motor de mi vida. ¡Y en esto, en defender a mi familia, soy yo Corleone! (Nos reímos) ¡Mira, otro ejemplo de lo que no se debe ser! La sangre es la sangre, hija mía. A la gente de mi sangre, que no me la toquen.
"He tenido que cancelar mis vacaciones en Mallorca"
- ¿Y se va a quedar este verano sin vacaciones? Porque me he enterado de que el 16 de agosto estará en Avilés con Hécuba.
Sí, me quedo sin vacaciones. Como todos los años, este verano me iba a Formentor, en Mallorca, pero ayer tuve que anular el viaje debido al éxito que tenemos. Nos están llamando para actuar en muchos teatros. Y no están los tiempos como para decir que no.
Así que si el niño no se puede bañar ahora, pues lo hará más tarde. ¡Porque también vamos a Alicante!
- ¡A Alicante!
Sí, en octubre. Al Teatro Principal. Es que el montaje es complicado. Tampoco se puede hacer en todos los teatros. ¿Sabes que hay un momento de la obra en que somos unos 60 en el escenario?
Y es impactante. Fíjate si lo es que el otro día llevamos a mi nieto al escenario y José Carlos Plaza lo subió… Y claro, pese a advertirle que aquello era de mentira, el niño se encontró con un brazo suelto que salía de los escombros y una pierna por allá partida y… Claro, se puso a llorar. Ha tenido incluso pesadillas.
Volviendo al tema, vamos a Avilés, Sagunto, Bilbao, Zaragoza, Valladolid, Alicante…
-¿Y a Madrid?
Sí, al Teatro Español. Eso será en enero de 2014.