Arriesgar la vida por 131 euros al mes
- La mayoría de los emigrantes etíopes son mujeres
- Buscan trabajo como empleadas domésticas en los países del Golfo
- La OIT denuncia que son mal pagadas y sufren abusos
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Emigración ilegal a Yemen desde el Cuerno de África:
Enero-mayo de 2013: 42.137 (80% etíopes)
2012: 107.500
2011: 103.000
2010: 53.000
Fuente: Oficina Internacional para las Migraciones (OIM)
Pese a los riesgos que corren en la travesía, miles de emigrantes del Cuerno de África, etíopes y somalíes principalmente, intentan cada año llegar a la Península Arábiga a través de redes ilegales.
Según cifras de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y de la ONU, entre enero y mayo de 2013 llegaron 42,137 personas a las costas yemenías, de los que 32.240 (casi el 80%) procedían de Etiopía (junto a 6,868 somalíes y 29 nacionales de otros países). En 2012 se batió el récord, con 107.500 llegadas.
Otros muchos llegan legalmente. Sobre todo mujeres, ya que esta corriente de emigración está muy feminizada.
"La migración laboral desde el Cuerno de África a los países del Golfo está asociada esencialmente a las trabajadoras domésticas", según ha asegurado en declaraciones a RTVE.es, Azfar Khan, especialista de Migraciones de la oficina regional de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para los países árabes, con sede en Beirut.
La mayoría de las mujeres que ejercen estas tareas en la región (incluyendo a Jordania y Líbano), son etíopes, asegura Khan.
El Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales de Etiopía facilitó a la OIT la cifra de 37.000 mujeres que habrían emigrado entre 2008 y 2010 a Kuwait, Líbano, Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos. Mientras que en 2011 y a través de cauces legales habrían emigrado otras 100.000.
Salarios bajos, abusos y acoso
"Quienes emigran ilegalmente (esto es, por canales irregulares y sin documentación apropiada) pueden asumir varios trabajos en la economía informal como una estrategia para aguantar. El problema es que los trabajadores irregulares pueden a menudo ser sometidos a abusos de sus derechos simplemente porque su situación irregular intensifica su vulnerabilidad", dice Khan.
La OIT ha mostrado repetidamente sus preocupación por el tratamiento a estas empleadas africanas. Además de los sueldos bajos (unos 131 euros al mes de media) y la falta de una vivienda adecuada, carecen de contrato legal, protección social, se les niega el derecho de asociación y sufren discriminación y xenofobia.
"Cada vez se informa de más casos de abuso físico, sexual y psicológico. La mayoría de las trabajadoras ven como su empleador les retiene el pasaporte, lo que les deja a merced del trabajo forzado", asegura el experto de la OIT.
Ante este panorama, cabe preguntarse por qué arriesgan la vida en un viaje para después sufrir estas condiciones.
"Esta es gente pobre que emigra esencialmente porque sienten que las perspectivas de ingresos son mejores en los países de Oriente Medio que en el suyo - dice Khan - ¿Por qué hacen ese viaje tan arriesgado? Puede estar relacionado con un cierto sentido de desesperación, que se comprueba en las historias de gente ahogada en el mar o asfixiada en un camión atestado, o que acaba en manos de operadores sin escrúpulos que se toman todo tipo de libertades".
Desde la OIT se trabaja para que se aplique la legislación laboral internacional a los inmigrantes en la región, especialmente a las trabajadoras domésticas, así como para informar en su lugar de origen a quienes quieren emigrar y facilitar que se respeten sus derechos.