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Al menos un muerto en una jornada de intensos choques entre partidarios y adversarios de Morsi

  • Al menos un islamista ha muerto tiroteado, según fuentes de seguridad
  • Ha habido varios choques durante la jornada

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Partidarios y detractores del depuesto presidente egipcio, Mohamed Morsise han enfrentado de nuevo en El Cairo en diversos lugares y al menos un islamista ha muerto por disparos, según fuentes de la seguridad.

Además, varios manifestantes han resultado heridos en lo que supone una escalada en los enfrentamientos que se suceden en el país desde hace un mes y medio.

Por la noche, al menos un manifestante ha muerto por disparos que, según los Hermanos Musulmanes, procedían de policías de paisano. Las fuentes de seguridad han dicho que el  fallecido ha muerto en el enfrentamiento entre los dos bandos.

Los manifestantes islamistas piden la restitución de Morsi en su puesto, del que fue desalojado por un golpe de Estado del Ejército el pasado 3 de julio. El paradero de Morsi se desconoce aún.

Por la tarde, la policía tuvo que intervenir para dispersar a los islamistas y para poner fin a enfrentamientos entre ambos grupos junto a las sedes de los ministerios del Auqaf (de Asuntos Religiosos), Interior, Justicia y Electricidad, informa Efe. También se registraron disturbios en otros puntos de la capital y el metro.

Accesos bloqueados a las acampadas

Los islamistas mantienen además sus multitudinarias concentraciones de las plazas cairotas de Rabea al Adauiya y Al Nahda, donde reina la tranquilidad pese a las amenazas de las autoridades de desalojar en breve las acampadas.

Los accesos están bloqueados con decenas de muros y son custodiados por manifestantes armados con palos, para proteger las plazas de una eventual operación policial.

Pese al incremento de la tensión, las autoridades de transición siguen avanzando en su calendario y un total de 25 gobernadores provinciales han prestado este martes juramento ante el presidente interino, Adli Mansur.

De esos gobernadores, veinte de ellos nuevos, cerca de la mitad son generales u oficiales de la policía retirados, lo que ha sido criticado por los activistas, que ven en ello una vuelta a las prácticas del régimen de Hosni Mubarak.