Ban Ki-Moon anuncia la autorización de Siria para que una misión investigue los ataques químicos
- Una misión independiente investigará el uso de armas químicas en Siria
- Según Ban, los expertos viajarán al país de forma "inminente"
- La misión incluirá visitas sobre el terreno por un periodo ampliable de 14 días
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, ha anunciado este jueves un acuerdo con el Gobierno de Siria para que una misión independiente investigue el uso de armas químicas y ha dicho que los expertos viajarán a ese país de forma "inminente".
"El equipo viajará al país para realizar su trabajo, incluidas visitas sobre el terreno, por un periodo de hasta catorce días, ampliable de mutuo acuerdo", ha anunciado la oficina del portavoz de la ONU en un comunicado.
Una investigación "independiente e imparcial"
Ban ha mostrado su "aprecio" por la cooperación del Gobierno sirio y ha dicho que el objetivo de la misión de expertos sigue siendo llevar a cabo una investigación "independiente e imparcial" sobre el posible uso de armas químicas en ese país.
Asimismo, ha agradecido a la Organización para la Destrucción de Armas Químicas (OPAQ) y a la Organización Mundial de la Salud (OMS), sus "extraordinarios esfuerzos" para apoyar al equipo de expertos que lidera el profesor sueco Ake Sellstrom.
"El secretario general tiene plena confianza en la integridad y profesionalidad del profesor Sellstrom y su equipo", ha añadido la oficina del portavoz, que ha reiterado que esta investigación puede servir para frenar el uso de este tipo de armamento.
"El apoyo mayoritario de la comunidad internacional a esta investigación deja claro que el uso de armas químicas por cualquier de las partes y en cualquier circunstancia sería un crimen escandaloso", ha concluido.
Acusaciones recíprocas
La misión de expertos investigará tres posibles casos de uso de armas químicas en Siria, incluido uno en la localidad de Jan al Asal, en la provincia de Alepo, donde, según Damasco, 26 personas murieron en marzo pasado en un ataque de los rebeldes.
Tanto el régimen de Bachar al Asad como los rebeldes armados se han acusado recíprocamente de emplear armas químicas en Siria, uno de los siete países que no firmó la Convención sobre Armas Químicas de 1997.
Desde que se inició la guerra civil en el país en marzo de 2011, han muerto más de 100.000 personas y casi siete millones necesitan ayuda humanitaria de emergencia, según las últimas cifras de Naciones Unidas.