Crece la condena internacional por la represión a los islamistas en Egipto
- Los países europeos convocan a los embajadores de Egipto
- También se celebrará una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU
- EE.UU. condena "rotundamente" lo ocurrido y cancela unas maniobras conjuntas
La sangrienta represión de las manifestaciones islamistas en Egipto ha provocado un día después las primeras medidas formales de protesta de la comunidad internacional, con la llamada a consultas de los embajadores en los grandes países europeos y su petición de una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU, como había solicitado también Turquía.
Estados Unidos ha condenado "rotundamente" la violencia usada por las fuerzas egipcias, pero se ha limitado por ahora a suspender unos ejercicios militares conjuntos.
En el seno del Consejo de Seguridad de la ONU se ha hecho lo propio después de una reunión de urgencia por la gravedad de la situación. Sus miembros han señalado su "preocupación" por la grave situación en el país y han pedido a todas partes el final de la violencia.
Los miembros del Consejo "han rechazado toda forma de violencia", ha destacado la presidenta de turno del órgano la embajadora argentina, María Cristina Perceval, al final de una reunión a puerta cerrada.
Han considerado "imprescindible" poner fin a la violencia y que el pueblo de Egipto, "sin violencia, pueda avanzar hacia la reconciliación nacional", según Perceval.
Los quince países que integran el organismo insistieron a que "todas las partes" ejerzan una "contención máxima" para evitar que se repitan hechos violentos.
La iniciativa de abordar la crisis en el órgano con más poder de Naciones Unidos la planteó el primer ministros turco, Recep Tayyip Erdogan, en un encuentro con periodistas por la mañana en Ankara. "Los que se quedan en silencio frente a esta masacre son tan culpables como los que la llevan a cabo", ha dicho al tiempo que ha criticado lo que llama la "hipocresía de Occidente".
"Siempre hemos dicho que era claramente un golpe de estado, pero Occidente ha preferido hablar de una intervención", ha añadido Erdogan que ha pedido que el Consejo de Seguridad de la ONU y la Liga Árabe lideren la reacción internacional para detener una crisis que solo el miércoles causó la muerte de al menos 500 personas, según los últimos balances oficiales.
Como reacción, ha llamado a consultas a su embajador en Ankara.
Y respecto a la condena estadounidense de la violencia ejercida por las fuerzas de seguridad, Egipto ha afirmado que ésta "no está basada en hechos".
Por la tarde, Reino Unido, Francia (miembros permamentes) y Australia han presentado una solicitud conjunta para que se produzca esa reunión urgente, que ha sido convocada a puerta cerrada a las 23.30 hora peninsular española de este mismo jueves.
Durante la jornada, todos los grandes países europeos, incluido España, han convocado a los respectivos embajadores egipcios en sus capitales para transmitirles su preocupación por la situación.
El presidente de Francia, François Hollande, ha pedido el cese "inmediato" de la represión en Egipto y ha subrayado que debe hacerse todo lo posible para evitar una guerra civil en ese país. Más contundente ha sido el ministro de Exteriores alemán, Guido Westerwelle. "Condeno firmemente el uso de la violencia para disolver las manifestaciones en Egipto", ha indicado Westerwelle, antes de advertir de que "los acontecimientos ocurridos ayer en Egipto no pasarán sin consecuencias", según Reuters.
También el secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, ha expresado su "indignación" por la violencia ejercida en Egipto contra los manifestantes y ha instado a la comunidad internacional para que ayude a la sociedad egipcia "a encontrar caminos de diálogo y negociación".
En un comunicado, Insulza también ha afirmado que "no puede permanecer indiferente frente al drama que enfrenta el pueblo egipcio, envuelto en una espiral de violencia en su intento de recuperar las instituciones democráticas y normalizar la vida ciudadana".
EE.UU. evaluará su relación
Del otro lado del Atlántico, el presidente estadounidense, Barack Obama, ha condenado "rotundamente los pasos tomados por el Gobierno interino y las fuerzas de seguridad" y ha recordado que la cooperación con Egipto está "en el interés de seguridad nacional, pero la cooperación tradicional no puede continuar como de costumbre cuando se está matando a civiles en las calles y se están coartando los derechos".
En un discurso en medio de sus vacaciones, ha anunciado además la suspensión de unos ejercicios militares conjuntos previstos para el próximo mes con Egipto y ha ordenado evaluar otras medidas, aunque no ha ido más allá.
Unas horas antes, su secretario de Estado, John Kerry, instó a levantar "cuanto antes" el estado de emergencia decretado por el Gobierno interino, cuyo proyecto había apoyado unos días antes calificándolo como “restauración democrática”. De hecho, los islamistas acusan a la Casa Blanca de haber apoyado la destitución del presidente islamista Mohamed Morsi.
Por su parte, el Gobierno chino ha pedido "moderación" a las fuerzas políticas de Egipto y que resuelvan sus diferencias mediante el diálogo.
También se ha pronunciado el papa Francisco, quien al comenzar el rezo, se ha digido a los fieles allí congregados desde primeras horas de la mañana y les ha hablado de la situación dolorosa de Egipto. "Deseo dirigir mi oración a la víctimas, a sus familiares, a los heridos y a todos los que sufren", ha indicado el papa.