Redes de comunicaciones de emergencia o de refuerzo usando globos aerostáticos

• Las redes de telefonía móvil pueden colapsar con demasiados usuarios
• Están dimensionadas para su uso normal
• Los fallos en los equipos causados por catástrofes lo agudizan

Uno de los problemas con los que se encontraron tanto los afectados por el accidente de tren de Santiago de Compostela como los que acudieron a ayudarlos fue que durante un buen rato les fue prácticamente imposible usar sus teléfonos móviles debido a la cantidad de personas que querían hacerlo a la vez.

Esto mismo sucede en cualquier manifestación multitudinaria, en la que puede resultar imposible no ya conectarse a Internet desde el móvil sino tan siquiera hacer una llamada, o en sitios como estadios de fútbol en los que se concentran muchas personas en poco espacio.

Falta de canales

El origen del problema está en que las estaciones base de telefonía móvil disponen de un cierto número de canales de radio que le permiten dar servicio a un cierto número de conexiones de voz y datos y en situaciones como esta simplemente no dan para más.

En el caso de Santiago llegó a pedirse, irónicamente a través de las redes sociales que solo se podían consultar desde esos mismos móviles con problemas de conectividad, que los vecinos de la zona abrieran sus Wi-Fi o que se recurriera a los viejos SMS.

En un estadio de fútbol o sus proximidades, o en sitios en los que la concentración de teléfonos móviles supera lo habitual como puede ser una zona comercial lo que hacen las operadoras es instalar más estaciones base o estaciones base de una capacidad superior para poder disponer de más canales y así dar servicio a más teléfonos.

Pero en casos como el de Santiago o tras algún tipo de desastre que pueda haber afectado a las infraestructuras de comunicaciones esto simplemente no es posible.

Equipos portables de despliegue rápido

Sin embargo un estudio llevado a cabo por varias universidades y empresas de telecomunicaciones propone la creación o el refuerzo de las redes existentes mediante equipos portátiles que se pueden poner en marcha en cuestión de minutos en caso de necesidad.

Estos consisten en uno o varios transmisores conectados a los equipos de tierra correspondientes.

Los transmisores se elevan para ofrecer mayor cobertura mediante unos aerostatos llamados Helikites, que son un producto comercial que es una especie de mezcla entre un globo cautivo y una cometa, lo que los dota de gran estabilidad y, dependiendo de las condiciones atmosféricas, les permite permanecer elevados durante semanas.

El equipo de tierra, por su parte, va instalado en una maleta estanca y a prueba de golpes y está dotado de todo lo necesario tanto para controlar los emisores como para conectarse a las estaciones base existentes que sigan en funcionamiento o, en el peor de los casos, a otras vía satélite.

Los globos, además, pueden ir dotados de sensores que permitan recoger datos para que los equipos de emergencia respondan más adecuadamente ante un desastre.

Otra aplicación de estos equipos sería el refuerzo de las redes existentes ante la celebración de eventos como conciertos, grandes competiciones como las olimpiadas, etc.