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El Ejército egipcio retendrá a Mubarak en arresto domiciliario tras su puesta en libertad provisional

  • La justicia puede excarcelarlo este jueves por cuestiones procesales
  • Tiene varios juicios pendientes por corrupción y matanza de manifestantes
  • Si lo liberan, los militares dicen que lo pondrán en arresto domiciliario

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El ejército ordena arresto domiciliario para el expresidente Hosni Mubarak

Un tribunal egipcio ha ordenado la puesta en libertad provisional del exdictador Hosni Mubarak por un caso de corrupción y podría salir de prisión en las próximas horas a pesar de tener varias causas pendientes. Ante esta posibilidad, en un momento de máxima tensión por la grave crisis política que vive el país, el Ejército ha anunciado que en todo caso lo pondría en arresto domiciliario, según los medios oficiales.

Una corte ha aceptado este miércoles un  recurso en la causa por la que Mubarak, de 85 años, estaba acusado de obtener regalos millonarios de manos del  conglomerado de instituciones periodísticas estatales Al Ahram.

De acuerdo a los medios  oficiales egipcios, Mubarak ya ha recibido  órdenes de puesta en libertad provisional en todas las causas por las  que está siendo procesado, y, pese a tener varias causas pendientes, entre ellas el juicio por la muerte de manifestantes durante la revuelta de 2011 que acabó con su régimen, deberá salir de prisión al haber sobrepasado el plazo máximo de dos años de prisión preventiva que establece la legislación egipcia.

El Ministerio del Interior había dicho que la decisión final la tendría el fiscal general este jueves, cuando debería decidir si le mantiene en prisión "por otros cargos" o lo deja en libertad. Pero la última palabra la ha dicho el Ejército. Entrada la noche, las autoridades militares han comunicado que si Mubarak es excarcelado quedará bajo arresto domiciliario "en el marco del estado de emergencia", ha anunciado la televisión estatal egipcia.

El Gobierno decretó el estado de emergencia la semana pasada tras el estallido de violencia después del sangriento desalojo de las acampadas de protesta islamistas, que pedían la restauración del presidente Mohamed Morsi, depuesto por un golpe de Estado el 3 de julio. Solo esta pasada semana han muerto más de 900 personas, según un balance oficial, la gran mayoría civiles islamistas.

Cuestiones procesales

Hace dos días, una corte ya  ordenó la libertad provisional de Mubarak por otro caso de corrupción  relacionado con el desvío de fondos públicos para construir y  rehabilitar sus mansiones particulares.

El exdictador fue condenado en 2012 a cadena perpetua por complicidad en la matanza de más de 800 manifestantes durante la revuelta de 2011, pero en enero el tribunal de casación declaró nulo el juicio por errores procesales y ordenó que se repitiera.

Este juicio se repetirá precisamente a partir del próximo  domingo. Mubarak afronta además,  con sus dos hijos y el empresario fugado Husein Salem, cargos de  enriquecimiento ilícito y daño premeditado a los fondos públicos  relacionados con la venta de gas a Israel.

La liberación del hombre que gobernó Egipto durante 30 años con mano de hierro podría añadir aún más munición al conflicto abierto entre los Hermanos Musulmanes y el Gobierno interino apoyado por los militares. Los islamistas acusan al nuevo régimen de secuestrar la democracia que se había recuperado con la caída de Mubarak y la salida en prisión del exdictador les puede dar más argumentos para seguir su pulso en las calles.