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Claves del supuesto ataque químico en Damasco

  • Las imágenes del supuesto ataque muestran una masacre sin precedentes
  • Los inspectores de la ONU son los únicos que pueden verificar el ataque 
  • El momento del ataque y el alto número de víctimas infantiles son las claves 

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Un hombre traslada el cuerpo de una de las víctimas del supuesto ataque químico para su funeral en Hamoria, Siria.
Un hombre traslada el cuerpo de una de las víctimas del supuesto ataque químico para su funeral en Hamoria, Siria.

Las imágenes de decenas de cadáveres de bebés, niños, hombres y mujeres, víctimas de lo que los rebeldes han denunciado como una “masacre” con gases tóxicos pueden marcar un antes y un después en la guerra siria.

Las tropas de Bachar al Asad han calificado de “absurdas” y “desesperadas” las acusaciones de la oposición, que no han podido ser verificadas de forma independiente. Estas son las claves del incidente más grave desde que comenzó el conflicto armado hace 28 meses.

¿Qué ocurrió?

El régimen sirio lanzó este miércoles una intensa ofensiva aérea sobre la periferia de Damasco. En esto coinciden ambos bandos. Pero los rebeldes aseguran que, además de utilizar armamento convencional, el Ejército roció con gases químicos varios barrios de mayoría suní (Irbin, Duma y Muadamiya) en el área de Guta y, como consecuencia de estos ataques, un millar de personas murieron.

El Gobierno asegura, en cambio, que esta información es falsa y forma parte de la “sucia guerra de propaganda” de la oposición por su retroceso en el terreno.

¿Qué se ve en las imágenes?

La mayoría de las imágenes de las víctimas del supuesto ataque han sido distribuidas por la red opositora Shaam y por el Comité Local de Erbin, uno de los barrios supuestamente atacados. No han podido ser contrastadas por fuentes independientes. La agencia internacional Reuters ha publicado fotografías pero sin atreverse a confirmar si las muertes se deben a un ataque con gas sarín.

En las imágenes se observan filas y filas de cadáveres extendidos por los suelos de los hospitales y las calles. Se cuentas por decenas. Algunos son de bebés y niños. Testimonios de los testigos revelan que muchos estaban dormidos en sus camas cuando les sorprendió el ataque.

También se ve a decenas de heridos. La mayoría con mascarillas, atendidos por personal sanitario.

¿Pueden haber sido falseadas?

“Los cuerpos no tienen heridas visibles de bala y, en cambio, sí presentan los síntomas clásicos de un ataque con agentes nerviosos, como expresiones sobresaltadas y congeladas que recuerdan el ataque de Sadam Hussein sobre los kurdos en Halabja en 1988", explica el corresponsal de seguridad de la BBC Frank Gardner.

Majid Abu Ali, médico en Duma, una de las localidades afectadas, dice a Reuters que las personas que atendió también de  madrugada tenían síntomas de haber inhalado gas sarín: “Dificultades  para respirar, ralentización del ritmo cardiaco hasta la parada; pupilas  contraídas, sudoración, convulsiones y pérdida de conciencia”.

La cifra tan alta de víctimas, mayor que cualquier ataque previo, y el gran número de cadáveres de menores también se cree difícil de adulterar.

Sin embargo, hay expertos, como la doctora Paula Vanninen, directora de Verifin, el Instituto Finlandés para la Verificación de la Convención de Armas Químicas, que tiene sus reservas. “No estoy totalmente convencida porque la gente que les está ayudando no lleva ropa ni mascarillas protectoras”, señala a la BBC.

¿Por qué ahora?

La “oportunidad” de perpetrar un ataque semejante en este momento es una de las cuestiones que plantea más dudas sobre la autoría.

Es difícil pensar en por qué el régimen iba a llevar un ataque con armas químicas justo cuando acaba de llegar una misión de la ONU al país para investigar, precisamente, el uso de este armamento. Además las tropas de Bachar al Asad habían ganado mucho terreno a los rebeldes en las últimas semanas.

Aún así, un ataque de la oposición en uno de sus principales bastiones rebeldes tampoco tiene sentido para los analistas.

¿Quiénes son los responsables?

El régimen tiene la capacidad para lanzar un ataque de este tipo. Asad ha reconocido tener armas químicas y de hecho posee uno de los arsenales más potentes de la región, pero siempre ha mantenido que solo las utilizaría en caso de una intervención extranjera.

Rusia ha dado por hecho que el ataque ha existido y lo atribuye a la oposición, pero EE.UU. y Reino no creen que los rebeldes tengan acceso a armas químicas.

La ONU declaró el pasado mes de junio que existían “indicios” del uso de este tipo de armamento por parte de ambos bandos.

¿Cuál es la postura de la comunidad internacional?

El Consejo de Seguridad de la ONU ha sido incapaz de consensuar una resolución para pedir una investigación sobre el terreno, lo que demuestra la división de la comunidad internacional. Ante la presión de la comunidad internacional, el organismo ha enviado a Damasco a su a su alta representante para Asuntos de Desarme para negociar con las autoridades el acceso a la zona.

EE.UU., sus socios europeos, la Liga Árabe y la oposición siria han exigido que los inspectores de la ONU tengan acceso a la zona para investigar el suceso, pero Rusia y China han vetado cualquier medida en este sentidoTurquía ha advertido que Asad ha cruzado “todas las líneas rojas”.

Irán e Israel mantienen sus posturas enfrentadas. Teherán, el principal aliado del régimen alauita en la región, ha responsabilizado a los rebeldes del ataque mientras que Tel Aviv asegura que sus servicios secretos no tienen dudas de que las tropas gubernamentales han usado armas químicas y, dicen, no es la primera vez.

Pero el resultado es el mismo. Los sirios siguen abandonados a su suerte y expuestos a la deriva, cada vez más atroz, de una guerra que ya se ha cobrado más de 100.000 vídas y ha provocado la peor crisis de refugiados desde el genocidio de Ruanda.