Siria autoriza a la misión de la ONU a visitar la zona del supuesto ataque químico
- Así lo ha anunciado el Ministerio sirio de Asuntos Exteriores en un comunicado
- El gobierno de Siria cesará las hostilidades y cooperará con la investigación
- La investigación sobre los ataques comenzará este lunes, según la ONU
Siria ha autorizado este domingo a la misión de la ONU visitar la zona de Guta Oriental, a las afueras de Damasco, donde esta semana la oposición denunció la muerte de más de 1000 personas en un supuesto ataque del régimen con armas químicas.
En un comunicado difundido por la televisión estatal, el Ministerio sirio de Asuntos Exteriores ha dicho que ha llegado a un acuerdo con la ONU para la visita de los investigadores, que se encuentran en el país.
El gobierno de Siria cesará las hostilidades y cooperará con una investigación del supuesto ataque con armas químicas en el sur de Damasco, que se iniciará este lunes, según ha indicado un portavoz de las Naciones Unidas.
El portavoz del secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, ha indicado que la Alta Comisionada para Asuntos de Desarme, Angela Kane se reunió este viernes y sábado con funcionarios de alto rango del gobierno sirio para negociar la entrada de los expertos.
"El propósito de la visita fue buscar la cooperación del gobierno que facilite una investigación expedita del incidente ocurrido el 21 de agosto en el área de Ghouta, que incluye el supuesto uso de armas químicas", ha añadido el portavoz.
"El secretario general señala que el gobierno de la República Árabe Siria afirmó que proporcionará la cooperación necesaria, incluido el respeto de un cese de hostilidades en sitios relacionados con el suceso", ha agregado.
"La misión se prepara a conducir sus actividades para la determinación de los hechos en el sitio a partir de este lunes 26 de agosto", ha agregado.
Este lunes Siria ya anunció su disposición a autorizar la entrada de la misión de la ONU para que visitara la zona de Guta Oriental, a las afueras de Damasco, donde esta semana la oposición denunció la muerte de más de mil personas en un supuesto ataque del régimen con armas químicas.
Las autoridades sirias negaron tales acusaciones e insistieron este domingo en que están dispuestas para cooperar con la ONU para "descubrir las mentiras de las alegaciones de los grupos terroristas", en alusión a los rebeldes, a quienes también acusan de haber empleado armamento químico.
Por su parte, el portavoz de Exteriores ruso, Alexandr Lukashevich, instó a no repetir en Siria los errores del pasado y recordó que para la invasión de Irak hace diez años se utilizó una información falsa sobre la posesión de armas de destrucción masiva.
Irán: "Siria está dispuesta a cooperar"
El ministro iraní de Asuntos Exteriores, Mohamad Javad Zarif, aseguró poco antes que Siria está dispuesta a colaborar con la ONU en la investigación sobre el uso de armas químicas e incluso a abrir las puertas a sus expertos para que inspeccionen las áreas supuestamente afectadas.
En una conversación telefónica con su colega italiana, Emma Bonino, revelada este domingo por la televisión estatal iraní, Zarif insistió en defender la inocencia del régimen de Bachar al Asad, con el que la República Islámica mantiene una alianza estratégica desde la pasada década de los ochenta.
"Estamos en permanente contacto con el Gobierno sirio y ellos nos han asegurado que nunca han utilizado ese tipo de armamento inhumano y que estarían abiertos a una plena colaboración con la ONU para visitar las áreas afectadas", afirmó. Zarif insistió, no obstante, en sostener la tesis del gobierno sirio, que acusa a los rebeldes de utilizar agentes tóxicos en su lucha.
"La comunidad internacional debe reaccionar de forma seria al uso de armas químicas por parte de grupos terroristas en Siria y condenar su utilización", insistió el ministro, citado en la página web de la televisión oficial en inglés PressTV.
Los rebeldes sirios denunciaron el pasado miércoles un ataque con armas químicas en el sur de Damasco, del que acusaron al régimen y en el que según sus cálculos perdieron la vida más de un millar de personas.
Además, divulgó una serie de imágenes en las que se podían observar filas de cuerpos muchos inertes, numerosos de mujeres y niños, sin rastro de sangre y con las pupilas dilatadas, síntomas que se asocian a la muerte por gases tóxicos.
El viernes, la televisión estatal siria admitió que sus soldados detectaron este tipo de gases en túneles de la zona pero responsabilizaron de ello a los rebeldes, que volvieron a negar su implicación y advirtieron sobre una supuesta campaña de propaganda orquestada por el régimen.
La nueva matanza ha elevado la tensión en la zona y la presión internacional, con el presidente estadounidense, Barack Obama, a la cabeza. El mandatario se reunió este sábado durante varias horas con parte de su gabinete de seguridad y defensa para valorar todas las opciones, incluida la intervención militar.