Japón pospone el lanzamiento del primer telescopio de observación remota de planetas
- Esta es la segunda vez que se cancela la operación por un problema técnico
- Con este lanzamiento, Japón está probando una nueva tecnología más barata
- Sprint-A permitirá observar a distancia planetas como Venus, Marte y Júpiter
Japón ha pospuesto este martes, por segunda vez en una semana, el lanzamiento del Epsilon-1, una operación que pondrá en órbita el Sprint-A que será el primer telescopio espacial de observación remota de planetas. El lanzamiento se ha abortado debido a una parada de emergencia que ahora está siendo investigada, según informa la Agencia Aeroespación de Japón (JAXA).
"Una parada automática de emergencia 19 segundos antes del lanzamiento" debida a un problema con la inclinación del cohete, un nuevo tipo de proyectil de combustible sólido. Este es el problema que retrasará el lanzamiento del Sprint-A, el primer telescopio de observación planetaria, según ha explicado una portavoz de JAXA, que ya se ha puesto a investigar la causa del fallo. Por el momento, la agencia nipona desconoce cuando volverá a intentar lanzar el cohete.
El intento previo de lanzar el Epsilon-1 tuvo lugar el pasado día 22 y se pospuso después de detectarse un problema en el sistema de cableado del equipo de comunicación. El cohete debía haber despegado a la 13.45 hora local (04.45 GMT) desde el Centro Espacial de Uchinoura, en la prefectura de Kagoshima (al suroeste de Japón), aunque tras concluir la cuenta atrás el proyectil no despegó, según mostraron las imágenes ofrecidas en directo por la agencia aeroespacial.
Primer telescopio de observación planetaria
Con el lanzamiento del Epsilon-1, formado por tres fases de 24,4 metros de longitud, 2,6 de diámetro y 91 toneladas, Japón espera poner en órbita el telescopio Sprint-A, el primero espacial de observación remota de planetas como Venus, Marte y Júpiter desde la órbita alrededor de la Tierra.
Según la agencia, el coste de este primer lanzamiento rondará los 5.300 millones de yenes (40,3 millones de euros), casi la mitad de lo que cuesta hacerlo con el modelo HII-A, aunque confía en poder reducir aún más su precio hasta los 3.000 millones de yenes (22,8 millones de euros).
"Supondrá una revolución en la industria" espacial, detalló Yasuhiro Morita, encargado del lanzamiento, en un comunicado publicado por la JAXA, que este año celebra su décimo aniversario.
El último lanzamiento espacial japonés tuvo lugar a comienzos de mes, tras el despegue de un cohete HII-B en dirección a la Estación Espacial Internacional (EEI), con el objetivo para transportar equipos a la base, entre ellos dos satélites que incorporan tecnología desarrollada por una empresa española.
Japón desarrolla desde 2003 un intenso programa espacial que, basado en su tecnología puntera, pone el acento en la exploración planetaria y de asteroides.