Enlaces accesibilidad

TEPCO creará una fuerza especial para controlar las fugas de agua radiactiva en Fukushima

  • Serán 12 equipos de trabajo y cuatro operarán directamente desde Fukushima
  • Un grupo internacional de expertos asesorará los trabajos para retener la fuga
  • El Gobierno ha ofrecido su colaboración y no descarta el uso de fondos públicos

Enlaces relacionados

Por
El ministro de Economía de Japón, Toshimitsu Motegi, en su visita este lunes a la central nuclear de Fukushima.
El ministro de Economía de Japón, Toshimitsu Motegi, en su visita este lunes a la central nuclear de Fukushima.

La Compañía Eléctrica de Tokio (TEPCO) ha anunciado este lunes que creará una fuerza especial asesorada por expertos extranjeros para solucionar el problema de las fugas de agua radiactiva desde la central nuclear de Fukushima-1 al subsuelo y al océano Pacífico. El presidente de TEPCO, Naomi Hirose,  ha explicado que él mismo se encargará de supervisar el trabajo de esta división porque las fugas de agua radiactiva "son un asunto urgente" para la compañía eléctrica, según ha informado la televisión pública NHK. 

El presidente de TEPCO ha detallado que la fuerza especial contará con doce equipos, de los cuales ocho operarán desde la sede de TEPCO, en Tokio, y cuatro desde Fukushima-1, y que estarán integrados por expertos de distintos departamentos, uno de los cuales servirá de enlace entre equipos.

Además, ha adelantado que TEPCO invitará a expertos extranjeros a asesorar a la fuerza especial. El vicepresidente de la compañía eléctrica y jefe de su división nuclear, Zengo Aizawa, se encargará de coordinarlos desde Fukushima-1.

Además, el primer  ministro japonés, Shinzo Abe, ha ordenado al Ministerio de Economía,  Comercio e Industria, que visitó este lunes la central, que se implique directamente en la solución al  problema de los vertidos radiactivos y no ha descartado la utilización  de fondos públicos.

Por otro lado, la Autoridad Reguladora de la  Energía Nuclear (NRA) de Japón ha decidido elevar del uno al tres al tres el nivel  de alerta por las fugas de agua radiactiva desde Fukushima-1. Esta decisión pasa de considerar los acontecimientos una "anomalía" a indicar que se trata de un "grave incidente".

La Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA), por su parte,  ha expresado su preocupación por las fugas de agua radiactiva desde  Fukushima-1 y ha ofrecido al Gobierno de Japón su ayuda para resolver  este problema.

Fugas radiactivas

En la última semana, TEPCO ha revelado  que no detectó antes las fugas de agua radiactiva porque los tanques no  tienen contadores y el único medio de control eran patrullas  rutinarias, por lo que hasta que no se han formado charcos  superficiales no han saltado las alarmas.

El pasado 8 de agosto, el Ministerio de Economía, Comercio e Industria de Japón reveló que diariamente se vierten al subsuelo 1.000 toneladas de agua desde la central nuclear, de las cuales unas 300 contienen sustancias altamente radiactivas que llegan al Pacífico.

Con el fin de frenar las fugas, TEPCO inyectó un cóctel de agentes químicos para endurecer el subsuelo y crear un muro subterráneo alrededor de los reactores nucleares uno y dos e instaló una red de tuberías para extraer las toneladas de agua radiactiva acumuladas.

Asimismo, el pasado 16 de agosto, la compañía eléctrica comenzó a bombear el agua radiactiva desde el subsuelo hasta la superficie, a un ritmo de 60 toneladas diarias, para almacenarla en los tanques que ha construido alrededor de la central nuclear.

Sin embargo, los trabajos para la construcción de un muro subterráneo alrededor de los reactores tres y cuatro todavía están marcha, por lo que se calcula que diariamente siguen liberando unas 35 toneladas de agua radiactiva.

Los problemas en Fukushima-1 se  deben al terremoto y el tsunami que el 11 de marzo de 2011 arrasaron la  costa japonesa, dando lugar al peor accidente nuclear  de la historia, junto al de la central de Chernóbil, en Ucrania.

Fukushima-1 estaba preparada para un terremoto, ya que Japón se  asienta sobre una falla, pero no para un tsunami, por lo que el azote  del mar provocó varias explosiones de hidrógeno que hicieron que los núcleos de algunos de sus reactores se fundieran parcialmente.