Evo Morales exige a Brasil la deportación del considerado "Assange boliviano"
- Morales solicita que el senador Pinto sea devuelto la Justicia boliviana
- Pinto tiene varias causas abiertas en su país
- El dirigente boliviano ha vuelto a solicitar explicaciones al Gobierno de Rousseff
El presidente de Bolivia, Evo Morales, ha pedido este miércoles a Brasil "devolver" al senador opositor Roger Pinto a la Justicia boliviana para continuar en la lucha contra la corrupción.
"Es importante devolver a Roger Pinto a la Justicia boliviana y que sea juzgado como cualquier autoridad que está envuelta en temas de corrupción", ha afirmado Morales en una rueda de prensa. Esta es la primera vez que el gobernante se pronuncia sobre el asunto que ha provocado fuertes tensiones diplomáticas con Brasil.
Morales ha sostenido que si estuviera en sus manos un caso como este, pondría en la frontera a un acusado de corrupción como Pinto y ha insistido en que el opositor no es un perseguido político, por lo que su huida es una prueba de que es "un delincuente confeso".
Pinto huyó al país vecino el pasado viernes desde la embajada de Brasil en La Paz con la ayuda del diplomático Eduardo Saboia. El senador solicitó asilo político en la embajada brasileña el 28 de mayo de 2012 bajo el argumento de que era objeto de una persecución política y tiene pendiente varias causas en Bolivia impulsadas por el oficialismo por denuncias de corrupción que él niega.
Sin embargo, el denominado "Assange boliviano" con su salida de Bolivia ha perdido su condición de asilado diplomático.
Morales ha subrayado este miércoles que no entiende y que le "molesta" que funcionarios de la embajada brasileña en La Paz hayan usado coches diplomáticos para que Pinto escape hacia Brasil.
"Es importante que el Gobierno de Brasil explique por qué este operativo y estamos esperando (una respuesta) a la nota oficial diplomática enviada por la cancillería boliviana", ha agregado.
Pinto condenado a un año de prisión
El mandatario ha reiterado que contra Pinto existen cuatro órdenes judiciales de arraigo que le prohibían salir del país y una sentencia de un año por uno de los casos de corrupción de los que se le acusan.
Además, el dirigente boliviano ha asegurado que el senador no estaba bajo vigilancia y que su vida no estaba en peligro, salvo cuando los funcionarios de la embajada de Brasil decidieron trasladarlo a territorio de ese país.
"El señor Pinto podía circular sin ningún problema en Bolivia. Solo por (decisión de) la justicia boliviana no podía abandonar Bolivia", ha enfatizado el mandatario.
Un acto que no puede volver a ocurrir
Este escándalo diplomático ha tenido ya las primeras consecuencias políticas. Tras conocerse la llegada de Pinto a Brasil de forma irregular, el ministro de Exteriores brasileño, Antonio Patriota, presentó su dimisión.
En el acto de investidura del nuevo ministro de Exteriores, Luiz Alberto Figueiredo, Patriota ha asegurado que Brasil "actuó con total transparencia en el caso del senador" y que "buscó una solución negociada" para que pudiera abandonar la embajada en La Paz.
Sin embargo, Pinto, férreo opositor de Morales, logró salir de la embajada en La Paz y viajar a Brasil gracias a la complicidad de un diplomático brasileño, lo que, según Patriota, constituyó una "actuación independiente que no puede volver a ocurrir".
Esa fue la primera declaración pública de Patriota sobre el incidente con Bolivia, por el que renunció el lunes al cargo que ocupaba desde el 1 de enero de 2011.
Según Patriota, "Brasil siempre actuó dentro del mayor respeto por la soberanía boliviana" y "en estricto cumplimiento" de los tratados internacionales sobre asilo y refugio, en el marco de los cuales ofreció "protección" al senador boliviano.
Una salida de película
Pinto abandonó la embajada en un coche oficial, escoltado por soldados brasileños, y fue conducido hasta la ciudad de Corumbá, en el lado brasileño de la frontera.
Desde allí se dirigió a Brasilia en un avión fletado por el presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado brasileño, Ricardo Ferraço, quien también colaboró con su salida de Bolivia.
La responsabilidad de lo ocurrido en La Paz la asumió el encargado de negocios de la embajada, Eduardo Saboia, quien ha asegurado que decidió ayudar al senador por razones humanitarias.
Saboia, quien ha sido sometido a un "proceso disciplinario" por su participación en lo que el Gobierno boliviano califica de "fuga", ha alegado que tomó la decisión pues "había un riesgo inminente" para "la vida" de Pinto y "una amenaza a la dignidad de una persona".
El Gobierno boliviano ha exigido "explicaciones" a Brasil por la salida del país del senador, a quien ha calificado de "prófugo", pero al mismo tiempo aseguró que este episodio no afectará a las "estrechas" relaciones entre ambos países.
En la ceremonia en la que asumió el cargo Figueiredo, ha estado presente el embajador de Bolivia en Brasil, Jerjes Justiniano, quien saludó con afecto tanto a Patriota como al nuevo canciller.