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España replica al Peñón "descontrol" en el lanzamiento de hormigón al mar

  • El Gobierno español contesta así al informe de las autoridades de Gibraltar
  • Le acusa también de la destrucción del caladero y la pesca artesanal
  • Gibraltar aseguró que el objetivo del vertido era regenerar el fondo marino

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El Gobierno español ha contestado al informe elaborado por las autoridades  de Gibraltar y distribuido por la Embajada británica en España, en el  que defienden el lanzamiento de hormigón en la Bahía de Algeciras  argumentando que esto se ha llevado a cabo "sin ningún control,  autorización ni estudio ambiental previo" y que ha causado la  "destrucción del caladero de pesca".

En un comunicado, el Ministerio de Agricultura, Alimentación y  Medio Ambiente ha recordado que, como consta en la denuncia ante la  Fiscalía de Medio Ambiente elevada a la Comisión Europea para su  estudio, el vertido de hormigón se ha producido a 200 metros de una  Zona de Especial Conservación de acuerdo a la normativa comunitaria  sin evaluar los efectos sobre los valores ambientales de la zona.

Sin ningún control, autorización ni estudio  ambiental

De esta forma, España ha respondido a Gibraltar negando que, como  sostiene la colonia, el lanzamiento de 70 bloques de hormigón  responda a motivos medioambientales o de protección de los recursos  pesqueros. "Se ha hecho sin ningún control, autorización ni estudio  ambiental", ha argumentado el Ministerio, "y ha causado la  destrucción del caladero de pesca, una pesca que era legal, y nunca  de arrastre, frente a lo que afirma Gibraltar".

La colonia británica aseguraba en su informe que el proyecto  respeta la normativa de la UE y alegó que España había creado más de  100 arrecifes similares.

El Ministerio de Agricultura, Alimentación y  Medio Ambiente ha reconocido que España tiene "una larga tradición"  en la creación de arrecifes artificiales, pero niega que éste haya  sido el objetivo de Gibraltar.

"Antes debe analizarse dónde se crea, qué especies y hábitats  existen en la zona, cómo llevarlo a cabo, así como ponderar los  efectos ambientales. En el caso del vertido de Gibraltar nada de eso  se ha  hecho", ha denunciado.

Según España,  "con los argumentos que utiliza  Gibraltar, se podría hundir cualquier cosa en cualquier lugar del mar  y considerarlo arrecife artificial". "No es así, desde luego, como se  crean estos arrecifes en España", ha apostillado.

El Ministerio que dirige Miguel Angel Arias Cañete ha criticado el  vertido llevado a cabo "en aguas españolas" por la colonia británica  al entender que no ha respetado la Ley de Costas ni la del medio  marino, además de la normativa de pesca y sectorial de aplicación.

España critica también que los argumentos gibraltareños "carecen  del menor rigor científico" al sostener, por ejemplo, que los bloques  pueden proporcionar lugares de refugio para las especies pesqueras,  aunque considera "muy dudoso" que las utilicen como zonas de desove  al no formar parte del hábitat natural de esa zona.

Censura asimismo que se perjudique a la pesca artesanal y que se  impida el uso sostenible de los recursos marinos, así como que la  zona en la que se ha llevado a cabo el vertido no encaje en ninguno  de los dos tipos de arrecife. "Se trata de un fondo arenoso de entre  4 y 6 metros de  profundidad, donde el único recurso pesquero es un banco marisquero.  Se  descarta por tanto que se trate de un arrecife con fines de  protección", explica la nota.

En este sentido, también "descarta" que se trata de un arrecife de  producción, "ya que el único hábitat posible a regenerar (fondo  arenoso banco marisqueo) se destruye precisamente por verter  bloques".

Sin precendentes en Europa

El Ministerio de Medio Ambiente continúa aludiendo a la reducción  de la columna de agua para la navegación hasta 1,5 metros, "luego se  obstaculiza completamente la navegación, y se alteran las condiciones  hidrográficas". "No consta que en Europa se haya instalado nunca un  arrecife a esta profundidad tan escasa".

Citando el propio informe de Gibraltar, alega que es "falso"  afirmaciones como que "el fondo marino es de composición arenosa y no  existe ningún hábitat o especie protegida".

Es falso, concluye la argumentación española, que "la zona no  constituye ni una ruta de transporte marítimo, ni una zona de  exclusión militar, ni una zona de recreo", ya que, según defiende el  Ministerio, "por la zona circulan numerosas embarcaciones de todo  tipo".