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El senador McCain cree que sería "catastrófico" que el Congreso no apoyase la intervención

  • El senador republicano cree que sería un varapalo para la credibilidad de EE.UU.
  • La administración Obama continúa recabando apoyos para la intervención
  • El Congreso de EE.UU. podria votar el 9 de septiembre

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El senador republicano John McCain,   candidato presidencial en 2008 y uno de los mayores críticos de la falta de acción de la Casa Blanca en  el conflicto civil sirio, ha reconocido este lunes que sería "catastrófico" que el Congreso de EE.UU. no aprobara una intervención militar en Siria contra el régimen de Bachar Al Asad.

"Estamos trabajando en una resolución que la mayoría de ambos  partidos en el Congreso estén dispuestos a aprobar", ha indicado McCain,  que ha señalado que un rechazo en el Congreso sería un fuerte varapalo para  la credibilidad de EE.UU.

El presidente estadounidense, Barack Obama, ha conseguido este lunes acercar posturas con dos de los senadores republicanos más críticos con su política en el conflicto sirio, mientras el Gobierno intenta asegurarse que el Congreso aprobará el plan de ataque propuesto por el mandatario contra el régimen de Bachar al Asad.

La administración Obama ha continuado este lunes, festivo del Día del Trabajo en Estados Unidos, con sus esfuerzos para convencer tanto a congresistas demócratas como de la oposición republicana para que respalden una intervención armada contra el régimen sirio por el uso de armamento químico a gran escala el pasado 21 de agosto, que Washington atribuye al gobierno de Damasco.

Una intervención "limitada" y "sin pisar suelo sirio"

McCain y Lindsey Graham, otro de los senadores conservadores de más proyección, se han reunido este lunes con Obama, con el que coincidieron en la necesidad de evitar que la presencia de "tropas sobre el terreno" en una posible intervención militar en Siria, pero también creen que en la importancia de debilitar y derrocar al régimen de Al Asad.

En una reunión de algo más de una hora, el presidente Obama, acompañado de su asesora de Seguridad Nacional, Susan Rice, ha explicado a los senadores que la inacción contra Siria envalentonaría a Al Asad y sus aliados de la milicia chiíta Hizbulá e Irán, y pondría en grave riesgo a Oriente Próximo.

La pasada semana, Washington presentó un informe en el que aseguraba tener pruebas de que el régimen de Al Asad había matado a más de 1.400 personas en un ataque químico a gran escala que violaba toda norma internacional y obligaba a una respuesta militar. EE.UU. está movilizando destructores y portaaviones en el Mediterráneo y el Mar Rojo con el fin de llevar a cabo un "ataque limitado", según mantiene Obama.

Los senadores pidieron que el ataque forme parte de una estrategia que acabe con el gobierno de Al Asad y ponga a la oposición de la Coalición Nacional Siria (CNFROS) camino de la victoria.

"Un ataque limitado tendría sus efectos beneficiosos para cambiar la marcha en el campo de batalla (que ahora beneficia a las fuerzas leales a Al Asad), ya que nunca habrá un acuerdo político en Siria mientras Asad esté ganando", ha asegurado Graham, que ha añadido que Obama trabaja en un plan para aumentar el apoyo a la oposición.

Mientras tanto, el secretario de Estado, John Kerry, ha intentado convencer con una  teleconferencia a unos 130 congresistas demócratas, a los que ha  prometido una intervención limitada y ha alertado de la necesidad de  actuar ante los abusos del régimen de Al Asad.

Kerry, una de las voces más favorables a la intervención, ha estado acompañado por el secretario de Defensa, Chuck  Hagel, por Susan Rice y el Director Nacional de Inteligencia, James  Clapper. El secretario de Estado ha subrayado que la intervención militar cuenta con el apoyo de  Francia, Turquía, Arabia Saudí, Kuwait o los Emiratos Árabes Unidos.

Obama gana apoyos

El apoyo de estos dos senadores al plan de Obama puede acabar siendo vital para conseguir agrupar un número suficiente de votos en el Congreso a favor de un ataque militar en Siria.

"Necesitamos articular un compromiso que reduzca las capacidades de Asad  y aumente las capacidades (militares) del Ejército Libre Sirio  (representante ante Washington de las fuerzas armadas opositoras)", ha  afirmado McCain.

La votación podría no darse hasta la semana del 9 de septiembre, cuando los congresistas tienen previsto iniciar el período de sesiones.

Por otro lado, en su conversación con los congresistas demócratas, Kerry ha asegurado que existe la posibilidad de que el gobierno británico, que descartó participar en una operación militar por el rechazo del Parlamento, podría "revisar" su postura, según ha informado el semanario Político.

Pese a todo, varios congresistas demócratas han exigido más información que respalde un paso tan incierto y arriesgado como una intervención militar en un conflicto civil que lleva más de dos años, con una fragmentada oposición y el temor de que pese a la intención de evitar una larga participación estadounidense, la situación se descontrole y acabe extendiéndose por la región.

Este martes, la administración Obama seguirá con sus esfuerzos para obtener el respaldo del Legislativo con una sesión extraordinaria del Comité de Relaciones Exteriores del Senado que contará con la presencia de Kerry, Hagel y en el que también podría participar el jefe del Estado Mayor Conjunto, general Martin Dempsey.