La oposición francesa exige que Hollande someta la intervención en Siria a votación
- Los conservadores dicen que París está en un "callejón sin salida" en Siria
- El primer ministro defiende el ataque contra Al Asad para forzarle a negociar
El principal partido de la oposición francesa, la conservadora UMP, ha dicho que no apoyará una intervención militar de Francia en Siria sin el apoyo del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas si la decisión sobre el ataque no se somete a votación en el Parlamento.
"Si no hay aval de las Naciones Unidas, el presidente de la República (François Hollande) no puede tomar esa decisión sin que el Parlamento se pronuncie. La Constitución no le obliga, pero tampoco se lo impide", ha dicho en el debate sin voto en el hemiciclo el jefe del grupo parlamentario de la Unión por un Movimiento Popular (UMP) en la Asamblea Nacional, Christian Jacob.
La Constitución francesa establece en su artículo 35 que el presidente de Francia puede decidir una intervención armada exterior por su cuenta, con la única obligación de informar a los parlamentarios en los tres días siguientes. Sí es necesario el voto parlamentario, no obstante, si la acción militar se quiere prolongar más allá de cuatro meses.
A la espera de más apoyos
El portavoz de la oposición también ha defendido la necesidad de "una base jurídica para intervenir y la legitimidad de un mandato de la ONU". Jacob se expresaba después de que el primer ministro francés, el socialdemócrata Jean-Marc Ayrault, señalara ante los diputados que París no se comprometerá a una acción militar sin haberse formado una coalición de aliados.
La cumbre del G20 que se celebra a partir de este jueves en San Petersburgo (Rusia), y en la que Hollande tiene previsto reunirse entre otros con el presidente estadounidense, Barack Obama, será la ocasión, según Ayrault, de recabar la mayor cantidad de apoyos internacionales para dar una respuesta militar por el ataque químico del que responsabilizan al régimen de Bachar Al Asad. El responsable de la UMP le ha dicho que ahora Francia se ha quedado en un "callejón sin salida diplomático y militar".
Por su paete, Ayrault ha dicho que con la intervención, el Gobierno de Francia no pretende derrotar a Al Asad, aunque sí desea su salida. "La solución será política y no militar, pero si no se frenan tales actuaciones, no habrá una solución política, porque qué interés tendría para Al Asad negociar mientras crea que puede liquidar a su oposición con métodos que siembran el terror y la muerte", ha añadido.
Este debate tiene lugar tras el rechazo parlamentario al apoyo británico en el Reino Unido y la decisión de Obama de conceder al Congreso la decisión sobre la intervención estadounidense. El jefe del Gobierno galo se ha comprometido a informar a los parlamentarios "en los próximos días" sobre la evolución de la situación, pero no ha hecho ningún guiño a ese hipotético voto, considerando que todavía no se ha llegado al punto en que es necesario abordarlo.
Finalmente, la UMP ha pedido al Gobierno que mida "las consecuencias de una intervención sobre los intereses franceses en el Líbano" y sobre los cascos azules en ese país, donde Francia tiene un contingente de unos 650 efectivos en el marco de la misión de la ONU, en la que también participa España. Líbano y Siria fueron administrados por Francia hasta su independencia.
El debate continuaba entrada la tarde de este miércoles con la intervención de los líderes de los partidos minoritarios.