El Banco de Japón constata la mejora de la economía nipona pero prolonga los estímulos
- Asegura que la economía nipona "se está recuperando moderadamente"
- El IPC se mantiene entre el 0,5 y el 1% interanual
El Banco de Japón (BOJ) ha decidido mantener su potente programa de estímulo para acabar con la deflación, aunque ha constatado una mejora en el comportamiento de la economía nipona.
El Banco Central ha mejorado su evaluación con respecto a la economía del país asiático, la cual "se recupera moderadamente", según ha indicado.
En el documento publicado, tras la reunión mensual de dos días de su junta de política monetaria, la entidad emisora ha afirmado que "la economía se está recuperando moderadamente".
Hasta el mes pasado el BOJ mantenía que la tercera economía mundial estaba "empezando a recuperarse moderadamente".
La sutil mejora en su diagnóstico responde a que "las economías extranjeras se encaminan gradualmente a la recuperación", aunque sus rendimientos aún no alcancen sus mayores cotas.
Todos los indicadores mejoran
Gracias a esto, las exportaciones niponas, uno de los motores de su economía, han seguido recuperándose.
Del mismo modo, la inversión de capital en Japón "empieza a recuperarse gracias a que los beneficios corporativos han mejorado".
El organismo ha subrayado también que la inversión pública ha continuado creciendo, que la recuperación de la inversión inmobiliaria "se ha hecho evidente", que la producción industrial se "incrementa moderadamente" y que el consumo, que supone el 60 por ciento del PIB, se mantiene sólido.
El texto también resalta que se "observan mejoras" en el mercado laboral y en lo que respecta a la subidas salariales, y que el IPC se mantiene en un rango de subida de entre el 0,5 y el 1 por ciento interanual, a tiempo que el BOJ cree probable que la inflación suba aún más "de manera gradual".
En cuanto a los riesgos que afronta Japón, el BOJ ha reiterado en su comunicado que aún existe un "alto grado de incertidumbre" debido principalmente a la crisis de deuda en Europa y al ritmo de crecimiento en Estados Unidos, en las economías emergentes, y en los países exportadores de materias primas.
Por unanimidad, la junta ha aprobado continuar las operaciones de compra de bonos y activos "para incrementar la base monetaria a un ritmo anual de entre 60 y 70 billones de yenes" de cara terminar con 15 años de deflación y lograr en los próximos dos años que los precios registren subidas de en torno al 2 por ciento internanual.
Este programa de flexibilización a un ritmo sin precedentes fue activado en abril e impulsado por el Gobierno del conservador Shinzo Abe, que junto con un fuerte incremento del gasto público ha logrado de momento impulsar la recuperación de Japón.