Cameron y Rajoy abordarán este viernes en un encuentro el contencioso de Gibraltar
- Será en San Petesburgo, donde ambos se encuentran en la cumbre del G20
- Cameron ya telefoneó a Rajoy para trasdarle su "preocupación" sobre Gibraltar
- García-Margallo: "España siempre está dispuesta a dialogar"
El primer ministro británico, David Cameron, mantendrá una conversación este viernes con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, para tratar sobre el contencioso en torno a Gibraltar. Ha pedido que sea en San Petesburgo, donde se encuentran ambos mandatarios con motivo de la cumbre del G20.
Fuentes del Gobierno español han señalado que el primer ministro solictió "hace unos días" mantener este encuentro, que tendrá lugar en la última jornada de la cumbre de líderes de países desarrollados y emergentes, y ha sido bien acogido por el Ejecutivo
"España está siempre dispuesta a dialogar, mucho más con un país que es socio en la Alianza Atlántica y en la Unión Europea y con el que tenemos lazos extraordinariamente importantes", ha dicho en Uruguay el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo, donde realiza una visita de trabajo de un día de duración.
Esta reunión sería la primera entre ambos después de que Gibraltar lanzara 70 bloques de hormigón en aguas españolas que han impedido faenar a los pesqueros españoles.
No obstante, el pasado 7 de agosto, el primer ministro británico telefoneó a Rajoy, para trasladarle su "seria preocupación" sobre Gibraltar.
Por su parte, el presidente del Gobierno subrayó que el lanzamiento de hormigón al mar era un acto "inaceptable" y expresó su voluntad de buscar lo antes posible una solución al conflicto.
El Gobierno británico consideró tomar acciones legales contra España
Mientras, el Gobierno británico consideró "seriamente" tomar acciones legales contra España por la persistencia de los controles en la frontera, ya que según aseguraron eran "totalmente desproporcionados".
Según informó el Gobierno de Reino Unido, a través de un comunicado oficial, Rajoy se había comprometido a "rebajar las medidas en la frontera", aunque desde la Moncloa no confirmaron este extremo y aseguraron que obedecían al "cumplimiento de su obligación para evitar tráficos ilícitos".
El conflicto surgió el pasado mes de julio cuando las autoridades gibraltareñas lanzaron al mar 70 bloques de hormigón, para construir un arrecife artificial en beneficio de la fauna y la flora marinas. Sin embargo, los pescadores españoles denunciaron que el objetivo era impedirles faenar y, de hecho, inutilizaron el caladero.
Las protestas han llegado hasta la Comisión Europea
Después de este vertido, las autoridades del Peñón denunciaron que se habían incrementado las colas para cruzar la frontera. Las protestas han llegado hasta la Comisión Europea, que ha decidido enviar una misión de observación a la Verja, con el objetivo de comprobar las colas de las que se quejaba Gibraltar.
Además, se añade a estos incidentes la construcción de un nuevo espigón en la costa este de la colonia, que también ha sido denunciado por parte del Gobierno ante la Fiscalía de Medio Ambiente, al considerarlos "contrarios" a la normativa de la Zona de Especial Conservación (ZEC).
Por su parte, el Gobierno ha mantenido hasta el momento su voluntad de continuar con las relaciones bilaterales que mantiene con Londres.