La ONU acusa tanto al Gobierno sirio como a los rebeldes de "crímenes de guerra"
- Advierte de que la oposición se ha radicalizado en las últimas semanas
- Y de que una acción militar incrementaría el sufrimiento de la población
- La Cruz Roja acusa a los dos bandos de impedir el acceso de ayuda humanitaria
La comisión de la ONU que investiga los crímenes cometidos en la guerra civil en Siria ha acusado tanto al Gobierno sirio como a los grupos armados opositores de haber cometido "crímenes de guerra".
Los juristas que forman parte de esta comisión han divulgado este miércoles su último informe sobre la situación en este país en el período que abarca del 15 de mayo al 15 de julio.
Según los investigadores, el Gobierno sirio ha masacrado a civiles, ha bombardeado hospitales y ha cometido otros ataques generalizados con el fin de recapturar el territorio ocupado por los rebeldes.
Pero las fuerzas gubernamentales no habrían sido las únicas en cometer atrocidades contra la población. También los investigadores apuntan a grupos de la oposición como autores de crímenes de guerra tales como ejecuciones, rapto de rehenes y bombardeo de barrios civiles.
"Los autores de las violaciones y crímenes son de los dos bandos y actúan desafiando el derecho internacional. No temen tener que rendir cuentas. La justicia se hace imprescindible", asegura el informe de la comisión de investivación de la ONU, dirigida por Paulo Pinheiro de Brasil.
La oposición siria se radicaliza
Asimismo la comisión confirmó que "la radicalización de los grupos armados opositores continúa" conforme aumenta el número de combatientes extranjeros, con una fuerte disciplina y bien entrenados.
Gracias a esto, los grupos radicales tienen ahora ventaja sobre las facciones moderadas, lo que explica que grupos como Al-Nusra, Al-Sham y el Estado de Irak Islámico hayan conseguido crear sus propios bastiones en el norte de Siria, explican los comisionados en su último informe divulgado hoy en Ginebra.
En una amplia descripción de la situación de la oposición armada siria, la comisión indica que aunque estas fuerzas han sido capaces de "evolucionar hacia una fuerza más organizada", las tentativas de unificar sus estructuras, bajo un comando coherente, han fracasado".
Ello debido a que sus objetivos y recursos difieren, a lo que se ha sumado más recientemente desacuerdos relacionados con "lealtades", lo que en algunos casos ha llevado incluso a confrontaciones entre ellos por el control de áreas y recursos.
El informe revela también que grupos armados kurdos se han convertido en actores importantes en este conflicto y reclutan niños y los utilizan como soldados en las hostilidades.
Los civiles sufrirían más con una acción militar.
Por otro lado, la comisión investigadora advierte que una acción militar en Siria intensificaría el sufrimiento de la población que permanece dentro del país y alejaría una solución negociada a la guerra civil.
La comisión también afirma que aquellos que suministran armas a las partes beligerantes en la guerra civil crean en ellas una ilusión de victoria. "No hay solución militar", aseguran los juristas que integran este equipo, encabezado por el brasileño Sergio Pinheiro.
Los expertos han señalado que recibieron denuncias sobre el uso de armas químicas "predominantemente cometidos por el Gobierno. Aunque por las pruebas disponibles, no es posible llegar a una conclusión acerca de los agentes químicos usados, así como quienes fueron los verdaderos autores".
La comisión está formada por unos 20 investigadores que llevaron a cabo 258 entrevistas a refugiados y desertores tanto en la zona con en Ginebra para elaborar su décimo primer informe en dos años, ya que nunca se les ha permitido estar en Siria a pesar de las reiteradas peticiones realizadas.
El informe concluye pidiendo una solución política a la guerra civil en Siria e insta a otros estados a "detener la transferencia de armas a la vista del evidente riesgo de que se utilicen para cometer graves violaciónes del derecho internacional ".
Apoyo diplomático a la ayuda humanitaria
La divulgación de este informe ocurre en la víspera de una reunión crucial entre los responsables de Asuntos Exteriores de Estados Unidos y Rusia, en Ginebra, para intentar acordar un procedimiento que ponga bajo supervisión internacional las armas químicas que posee el régimen sirio.
Precisamente el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), ha pedido este miércoles a EE.UU. y Rusia que haga frente a los obstáculos que ambas partes del conflicto están poniendo a la prestación de ayuda humanitaria en Siria.
Según ha denunciado el CICR, tanto Gobierno como los rebeldes han impedido en varias ocasiones el acceso de personal médico a enfermos y heridos. "Necesitamos apoyo político y diplomático a la acción humanitaria independiente”, ha comentado el presidente del CICR, Peter Maurer, según informa Reuters.