Los aniversarios de Roberto Torretta y Juanjo Oliva marcan la primera jornada

• Victorio&lucchino y el retrofuturismo contrastan con la Doña de Verino.
• Ana Locking juega con los triángulos, símbolo masón, y Duyos ofrece una costura tranquila
• Ailanto mezcla estampados, texturas y estilos en una colección rica en matices
• Arranca la 58ª edición de Mercedes Benz Fashion Week Madrid

El diseñador Roberto Torretta, junto a sus modelos, saluda tras el desfile de sus propuestas para la primavera verano 2014

Otro aniversario y este también es muy especial. Juanjo Oliva cumple diez años sobre esta pasarela y esta ha sido su colección número 20. Se llama XX, haciendo referencia a esa cifra y además, al cromosoma de la mujer. La mujer, su fuente de inspiración, su meta. Oliva tampoco ha querido hacer un balance ni una retrospectiva. Al contraroio.

Su idea es comenzar una nueva etapa y escribir en la página en blanco que se abre ahora. Para ellos ha cambiado de táctica y ha presentado más looks de día que de noche, más prêt-à-porter y menos costura. Lo bueno es que ahora hace una camiseta o una sudadera y le salen con factura de alta costura.

Oliva pretende romper y avanzar en busca de la esencia, de la identidad femenina. Para ello saca de contexto algunas prendas y dice que ha diseñado ahora lo que no hizo con 25 años. Es la madurez, el viaje interior que ha emprendido en estos meses para encontrar sentido a seguir adelante. Y lo hace con un equipo grande, una familia que rema en la misma dirección.

Cada colección es un estado de ánimo

Empieza el desfile con estampados abstractos sobre organza y neopreno que están sacados de cuadros de Monet. Destaca un vestido sudadera que "sin querer ha salido muy Balenciaga" dice Jeff Bargues, su media naranja, y el autor de los estupendos zapatos del desfile.

Hay guiños al interiorismo en forma de una toile de jouy, una corazonada en forma de minicapa en piel de un rojo fuerte e intenso,  que explota sobre la pasarela y deja pasar al negro. Tres vestidos largos cierran el desfile. Uno de ellos es muy especial lleva un guiño en el escote a su maestra, la gran Sybilla. Precioso detalle.

Victorio&Lucchino, falsos desnudos

Retrofuturismo es el título de la colección de Victorio&Lucchino y la palabra da ya una pista del carácter de la colección. Los diseñadores miran hacia atrás en busca de las tradiciones, tanto en la costura como en la forma de elaborar los tejidos. Todos son ricos, sin artificios, con nobleza.

Hacia adelante avanzan con una estudiada labor de patronaje que se sirve de las transparencias para realizar vestidos que parecen tener algunas de sus piezas suspendidas,  formando un patchwork de texturas vivas e inertes. 

Así parece que hay falsos desnudos, falsos palabra de honor y falsos escotes de vértigo.  Vemos, además, diseños dos en uno, superpuestos, como si el forro fuera otro vestido.

A la conquista de Colombia

En esta ocasión la paleta de colores es suave, dominada por el beige y los crudos, con descansos en negro y con pellizcos de pastel y amarillo. Tanto en los vestidos como en los zapatos que combinan pitón y transparencias.

Como novedad, cuentan, han propuesto sofisticados diseños de noche, cuajados de elegantes y discretos lunares, para llevar con zapato plano.  También investigan con los volúmenes que aplican a algunos vestidos para hacer de la espalda, o una manga, una ligera estructura de sensualidad orgánica.

Los sevillanos se van ahora a Colombia para presentar  su moda pero a finales de mes viajan a San Sebastián porque van a hacer un desfile en la cena de clausura del festival de cine. 

Duyos, la costura tranquila

Un lujo. Para la vista y para el tacto. Así es la colección de Duyos que encuentra en los colores y las sensaciones del verano la inspiración y la referencia cromática. Mandan todos los colores del agua, desde el verde cristalino hasta el azul del mediterráneo, y entre ellos una extensa gama de tonalidades: lila, beige y arena que se apuntan al veraneo y todos juntos forman una postal de gran plasticidad.

Los tejidos son delicados y tan pronto salen a la pasarela en solitario o combinados.  Duyos mezcla napa finísima con encaje, un contraste atractivo.  También lo son las aplicaciones de flores y lentejuelas, con ellas borda vestidos que van velados por una transparencia para conseguir así un efecto que recuerda al fondo marino de piedrecitas de colores visto desde fuera.

Línea sencilla y patrones complicados

Dice el diseñador que el largo de los vestidos se lo han dictado el patrón y el tejido de cada uno de ellos. Vemos cortos y muchos largos, con caída, remarcando ese guiño al agua, a lo líquido. Los sombreros de Eva Sanz, de Vintate Waves, rematan el carácter veraniego de una colección que termina como comienza.

El primer vestido y el último llevan un enorme lazo que no está cosido, ni aplicado. Es un lazo que sale del interior de la prenda, nace del patrón y se asoma, con una soberbia elegancia, desde el cuerpo de la mujer.

Nieves Álvarez ha cerrado el desfile con uno de ellos. Un vestido corto en tono lila que la modelo ha defendido con maestría.

Latin lover

España, como inspiración y como marca. Es lo que transmite la colección de Roberto Verino. El gallego recrea el espíritu de la mujer latina y traslada su poderío a las prendas. Sus musas viven en distintas épocas. Una es María Félix y la otra Erykah Badu. Dos personalidades diferentes pero con un denominador común: la originalidad.

Blancos  y negros, clásicos y atemporales, dominan en la propuesta que también utiliza colores que recuerdan a esas mujeres: marfil, ébano, tierra… En cuanto a estampados dominan las flores y según avanza la noche entran otros de carácter salvaje, felinos como la Doña. 

Sedas y rafias para la mujer y punto de verano para el hombre que de nuevo gusta llevar americana con bermudas. Para la noche, las señoras llevan  diseños de línea vaporosa, con estampados impactantes que embellecen aún más las sedas. Ellos, los caballeros, se ciñen al protocolo y se visten con esmoquin o con elegantes  trajes de chaqueta cruzada.

La frescura de Ana locking

Es única y sus desfiles un soplo de aire fresco. Ana Locking impregna de energía e ilusión cada una de sus colecciones y en esta se nota más. Se nota en los colores, en los cortes, en los estampados y en las mezclas.

La diseñadora, como sus compañeros,  derrocha en los tejidos. Todos van muy trabajados, y esta labor se aprecia especialmente en la línea masculina. Para ellos propone texturas ricas en detalles. Por ejemplo, trabajando el tweed (que viene de París) con hilos flúor o de lamé dorado.

Cortes y líneas de la sastrería clásica masculina se mezclan con prendas de corte deportivo y urbano. Destacan las sudaderas, lienzos en blanco sobre los que Locking vuelca toda su imaginación: estampando, aplicando paillettes, mezclando colores opuestos…

Hombres arevidos y mujeres de rompe y rasga

La mayor parte de la colección es femenina. Las mujeres Locking son altas, muy altas. Para ellas hace vestidos muy largos, que abren el desfile, que llevan un estampado de alabastro, asimetrías y un complejo patrón. 

Después llegan los bañadores que convierten a las modelos en supermujeres a lo Helmut Newton. “Hacía años que no hacía baño”, dice entusiasmada. Vemos también chaquetas y shorts  en texturas confortables, siempre con toques flúor y detalles de autor.

Cierran los vestidos cortos en punto de seda con una caída brutal. Llevan uno o dos patrones, como mucho, y van sin cortes ni costuras porque envuelven y abrazan el cuerpo. Locking estampa sobre ellos fotografías de templos masones norteamericanos.

En Los Ángeles, precisamente, se le ha abierto una puerta a la diseñadora. Puntos de venta para avanzar en su propósito de entrar y seducir al mercado de USA.

Moda y vanguardia

Aitor e Iñaki Muñoz, Ailanto, están logrando mantener su particular sello, un estilo fresco,  elegante y muy plástico. Su inspiración es ahora la obra del artista Roberto Brule Marx (paisajista, ceramista, botánico, pintor…) y trasladan sus códigos a esta colección. Lo hacen mezclando texturas y estampados. Vemos tejidos muy, muy trabajados, con un adn de alta costura pero con una factura asequible, joven.

Se combinan texturas ligeras con otras de mayor calado. Shantung de seda, Jacquard, piqué de lino contrastan con georgette con lúrex o algodones plastificados. Con este material hacen un abrigo y un short que a la vista parecen de cuero.

Con guipur hacen chaquetas y recortan figuras que luego aplican sobre tejidos estampados, aportando relieve y riqueza.También destacan los vestidos que mezclan este algodón de nueva generación con rayón de efecto neopreno. Líneas y patrones clásicos que se modernizan con texturas de laboratorio.

Riqueza de texturas, colores y estilos

El mono es la pieza central, hasta 9 han salido a la pasarela, y lo vemos en diferentes versiones. Los colores suben ahora de intensidad, hasta los nude se vuelven más intensos. Hay azules eléctricos, verdes potentes y muy poco negro.

Se nota en la colección, para rebajar el tono costura, un gusto por los elementos deportivos, casual. Sudaderas de luxe, vestidos y abrigos llevan elásticos en la cintura y los cinturones llevan cuerdas de montaña, toques que hacen más urbanas las propuestas.

También se añaden puntos masculinos. Hay vestidos y abrigos con escotes esmoquin o con cortes camiseros en la espalda. Muchos elementos que unidos han sumado en una única dirección: dar placer a los sentidos.

30 años no es nada

“Representa la feminidad y la sensualidad más elegante”. Lo dice Nieves Álvarez minutos antes del desfile de su amigo Roberto Torreta. La modelo y presentadora del programa de TVE Solo Moda es una incondicional del diseñador y ha aplaudido desde la primera fila- cuajada de rostros conocidos como Marisa Paredes, Mar Flores y Natalia Figueroa, entre otros- a su amigo que celebra tres décadas de moda.

Torretta se olvida de sentimentalismos, vive el presente y tiene la mente, y el corazón, puestos en el futuro. Un futuro que pasa por su hija, María,  a la que se ha abrazado tras el desfile con la banda sonora de una gran ovación. Merecida.

La colección de primavera y verano de 2014 es un estallido de color. Tonos vibrantes, vitalistas y con personalidad hacen que el negro, uno de los clásicos de la casa, se retire. El argentino tan solo hace guiños a su trayectoria con los tejidos, utilizando algunos tan relacionados con su firma como el jersey y el cuero.

Las espaldas son el centro de las miradas

Con estos colores y estos tejidos construye una silueta muy actual, pegada a las tendencias y casi siempre con un estilo “de evento, porque es un buen sector”, dice refiriéndose a que se vende mejor la ropa de fiesta que la de calle.

Para esas citas nocturnas y festivas viste a sus mujeres con crêp , satén, tafeta y gasa de seda. Tejidos que enfatizan esa sensualidad de la que habla Nieves Álvarez. Quizá por eso van también muy trabajadas las espaldas de los vestidos que se convierten en blanco de todas las miradas.

Destacan, de nuevo, las prendas en cuero que llevan una textura metalizada que resulta muy atractiva. Y es que el metal customiza varios tejidos, los zapatos y, además, está presente en las joyas. Algunas de las que han llevado las modelos en la pasarela son de Joaquín Berao, otro amigo de la familia Torretta. El joyero le prestó las joyas para su primer desfile  y ahora cierran juntos este círculo.

Roberto Torreta nos recibió hace unos días en su estudio. Puedes ver la entrevista en este enlace.