Moisés Nieto, Sara Coleman y Sita Murt abren la cuarta jornada en Cibeles
- Los jóvenes tampoco arriesgan, solo quieren vender
- Todos buscan, con esperanza e ilusión, clientes extranjeros
- Todo sobre la MBFWM en el especial RTVE.ES
Sita Murt revisa sus archivos y rescata patrones e ideas para mirar hacia adelante, arrastrando su experiencia y su trayectoria. La catalana viene a Madrid con un estudio de las diferentes técnicas del punto.
Se trabaja en el contraste de texturas pero también en la fusión, logrando prendas que tienen un perfil variado y otras que llevan uno más uniforme.
En su taller de ideas trabaja para mezclar, con acierto, algodones y linos naturales con hilos de poliamida y poliéster, consiguiendo una textura más rica.
Hay prendas con varios tipos de punto y para rebajar su intensidad, visual, se recurre a las combinaciones de tejidos más livianos, como el tul de seda o la viscosa.
Es una colección más luminosa que las anteriores. Abunda el blanco pero también los crudos que Sita siempre presenta en su lado más femenino.
Femeninos también son los golpes de color en tono pomelo y otros en un malva acuarelado. Una colección lista para vender, en España y en Europa, donde tiene un mercado sólido, especialmente en Francia y Alemania.
Lola, la mujer que inspira a Moisés Nieto
Fuerte, viva, femenina. Así es Lola, la mujer que ha inspirado la colección a Moisés Nieto. Lola es su madre y todos los recuerdos que guarda de ella de cuando era niño saltan ahora a la pasarela. "Es 100% mi madre", dice refiriéndose a la propuesta que trae a su segundo desfile en la pasarela principal después de pasar por MFSHOW y EGO.
"He querido reproducir los vestidos camiseros y las batas que tan pronto llevaba en casa como en la calle", comenta, "y transmitir esa factura bien hecha, la de unas prendas que duraban, que acompañaban a lo largo de los años, no como la moda basura que abunda ahora".
Con una breve paleta de colores (blanco roto, azafrán, celeste suave, rojo intenso y negro) revisa patrones y estilos de los setenta que parecen saltar de las páginas de las revistas de entonces, de los archivos de los programas de TVE y de las portadas de los discos.
Casi todas los tejidos van en tono liso y entre ellos destaca un único estampado, unas hojas de costilla de adán sobre un fondo de cuadros en blanco y negro. El resto lleva colores en contraste, o en total look, a veces en un singular algodón grabado, en crêpe y, por primera vez, en mikados.
Este material le permite hacer prendas más estructuradas, como las gabardinas. Los vestidos llevan diferentes escotes: a la caja, redondo, en pico – por primera vez- y en la espalda. Siempre con un toque sensual pero sin enseñar, insinuando con aberturas en la falda y con esos escotes.
Los vestidos de noche y fiesta van en rojo, en corto y largo, y también en negro. Estos llevan aplicaciones de paillettes metalizadas que lanzan destellos de color. Destacan también las joyas de More&More que recrean los patios andaluces y llevan pájaros, insectos y flores.
El carrusel, con todas las modelos juntas desfilando con la voz de Lola Flores, ha sido estupendo. Un momento en el que pasado, presente y futuro se han dado la mano.
El ADN eco de Sara Coleman
Sara Coleman mantiene su filosofía y la mayor parte de sus prendas tienen un ADN eco. La colección se titula Código Órgánico, lo que ya de por sí es una declaración de intenciones.
La diseñadora construye vestidos con un tejido reciclado de botellas PET y así mezcla en la propuesta materias de nueva generación con otros naturales, siempre con un tono armonioso y elegantemente joven.
La colección arranca con prendas de líneas geométricas pero a medida que avanza la colección estas se tornan más fluidas y ligeras. El color acompaña y siempre está al servicio de la personalidad del diseño.
Coleman adora los dúos cromáticos. Vemos violeta con detalles étnicos en amarillo, amarillo con verde, azul y naranja, pero también partes en tonos neutros: blancos, grises y marfil.
La gallega irrumpió en esta pasarela con una moda conceptual, con mensaje, que en estos tiempos -malos- solo tienen cabida en museos. Ahora su creatividad se limita a los detalles, a prendas pequeñas que pueden cambiar el estilo a un vestido, un dos en uno. Práctico. Actual.