Los policías que investigaron el chivatazo a ETA: "Solo Pamies y Ballesteros pudieron dar el soplo"
- Los responsables del operativo contra el bar han declarado en el juicio
- "No era de esperar un soplo en una operación tan importante", dice un policía
- El comisario dice que "los cortes en la cinta de videovigilancia son irrelevantes"
Los policías que investigaron el chivatazo a ETA en el bar Faisán en 2006, que desmontó una operación contra su aparato de extorsión, aseguran que solo los altos mandos policiales acusados, Enrique Pamies y José María Ballesteros, pudieron haber sido los autores de la filtración.
La segunda jornada del juicio del caso Faisán ha seguido con la declaración de Carlos Germán, el comisario que dirigió la operación frustrada contra el aparato de extorsión y que se encargó también de investigar el soplo, quien dijo este lunes que está convencido de que el chivatazo fue una orden política del entonces director general de la Policía, Victor García Hidalgo.
También ha declarado el número dos de Germán, quien ha afirmado que, según las investigaciones, los únicos posibles responsables del chivatazo eran el entonces jefe superior de Policía del País Vasco, Enrique Pamies y el exinspector de Álava José María Ballesteros.
El segundo de Germán ha dicho que los perfiles de los dos altos mandos "coincidían perfectamente" con los del autor del soplo y la persona que pasó el teléfono a Elosua.
En cuanto al hecho de que Elosua no reconociera físicamente a Ballesteros, ha dicho que les avisó en seguida de que era "mal fisonomista", algo que corroboraron cuando no reconoció a Germán después de haber pasado cinco días cara a cara en varios interrogatorios.
"No era de esperar una filtración en un operación tan importante"
El investigador de la Policía Nacional que descubrió que se había producido un 'chivatazo' a ETA en el bar 'Faisán' ha asegurado en el juicio que su primera reacción fue de incredulidad. "No era de esperar que se produjera una filtración así en una operación tan importante para Francia y España", ha señalado.
El agente fue el primero en escuchar la conversación que el dueño del bar 'Faisán' mantuvo con su yerno, Carmelo Luquin, inmediatamente después de haber recibido el 'chivatazo'.
Esa conversación tuvo lugar cuando Elosua y Luquin se desplazaron a Francia para alertar a ETA de la operación policial que se iba a llevar a cabo contra su aparato de extorsión y fue captada por la baliza instalada en el coche del dueño del 'Faisán'. Elosua dio parte a su yerno de la conversación telefónica del 'chivatazo'.
"Era información de carácter restringido, lo primero que pensamos es que la filtración la había hecho un policía", ha afirmado este agente, quien también ha puesto de relieve las connotaciones políticas de la filtración ya que, según relataba Elosua a su yerno, la persona que le había dado el 'chivatazo' había utilizado expresiones como "proceso de negociación" o "hay gente que quiere que esto se pare".
Comisario: "Los cortes en la cinta de videovigilancia son irrelevantes"
El comisario Carlos Germán ha asegurado que los cortes que presenta la cinta de videovigilancia que se instaló frente al establecimiento resultan "irrelevantes para la investigación".
"Le puedo garantizar que entre las 11.20 y las 11.50, que son las horas de interés para la investigación de este asunto, no hay cortes. El resto estamos acostumbrados a verlos en las cintas que aportamos en la causa principal", ha señalado Germán.
El compareciente, que en la actualidad desempeña el cargo de comisario en Xirivella (Valencia), ha asegurado no recordar haber visto los cortes cuando los miembros de su equipo visionaron las cintas, puesto que el "dato de interés" que buscaban era "ver si había una persona con las características físicas" descritas por el dueño del 'Faisán', Joseba Elosua, que "saliera el bar y girara a la derecha".
De igual modo, ha señalado que desde mayo de 2006 la cinta permaneció bajo su custodia y que la remitió al Juzgado Central de Instrucción número 5 en febrero de 2007. "La cinta no la visionó nadie que no fuera del equipo de investigación", ha apuntado antes de manifestar que, aunque hicieron una copia, la cinta remitida al juez fue la "original".
En abril de 2011, la Guardia Civil ratificó ante el juez Pablo Ruz un informe en el que sostenía que las imágenes grabadas entre las 11.08 y las 11.31 horas, en las que aparecía el inspector José María Ballesteros, no presentaban "manipulación ni sobreimpresión", según informaron fuentes jurídicas.
Sin embargo, en ese mismo informe señalaba también que se registraban dos cortes que pudieron tener un carácter "intencional" y eran distintos a los que se registraron en los días anteriores y posteriores a la delación, que con mayor probabilidad fueron "accidentales".
En la primera jornada del juicio, los acusados -el exjefe superior de Policía del País Vasco Enrique Pamies y el inspector José María Ballesteros- justificaron la presencia de este último en el entorno del 'Faisán' para preparar una reunión con un confidente etarra conocido con el sobrenombre de 'Romano'. "No he hablado por teléfono con el dueño del 'Faisán' en mi vida", aseguró el exjefe policial.
Pamies y Ballesteros se enfrentan a hasta diez y nueve años de cárcel, respectivamente. La Fiscalía solicita para ellos dos y un año y medio de cárcel por revelación de secretos aunque el fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce, obligó a sus subordinados a incluir como alternativa una petición de cinco años por colaboración con organización terrorista.