Condenan a muerte a un líder islamista por crímenes de guerra en Bangladés
- El Supremo endurece la condena a cadena perpetua dictada en febrero
- Seis altos cargos de JI han sido condenados por crímenes de guerra
El Tribunal Supremo de Bengladés ha condenado este martes al líder de un partido islamista, Abdul Quader Mollah, a pena de muerte por crímenes cometidos en la guerra de independencia de 1971, ha informado la prensa local. Desde febrero, seis altos cargos de JI han sido condenados por crímenes de guerra.
Mollah, vicesecretario del partido Jamaat-e-Islami (JI), fue condenado a cadena perpetua en febrero, una sentencia que fue apelada tanto por la acusación, que buscaba la pena capital, como la defensa, que sostenía la inocencia del político.
Según los medios bangladeshíes, la sentencia ha sido leída a primera hora de esta mañana por el juez Muzammel Hussain, quien ha encontrado al condenado culpable de la muerte de 344 personas en el conflicto civil.
La condena del islamista a cadena perpetua en febrero provocó un movimiento masivo en la capital, Dacca, donde miles de personas tomaron durante semanas la plaza Shahbagh para protestar la sentencia a cadena perpetua y reclamar la horca para el político.
El caso de Mollah, de 65 años, es la primera apelación de las condenas por crímenes de guerra que estudia el Tribunal Supremo del país asiático y la sentencia más reciente en los últimos meses contra la cúpula de JI.
El partido islamista apoyó a Pakistán en la guerra de independencia de 1971, un conflicto en el que según datos no oficiales murieron tres millones de personas y cientos de miles de mujeres fueron violadas.
Seis altos cargos islamistas condenados
Desde febrero, seis altos cargos de JI han sido condenados por crímenes de guerra: cuatro de ellos a pena de muerte, otro a 90 años de prisión, y Mollah. Las condenas han provocado protestas islamistas que han causado al menos 150 muertos desde enero a manos de las fuerzas de seguridad, que ha ejercido "uso excesivo" de la fuerza, denunció la organización Human Rights Watch (HRW).
La gobernante Liga Awami de la primera ministra, Sheij Hasina, en el poder desde 2009, ha puesto especial énfasis en atribuir todas las responsabilidades por este episodio de la historia, algo que ha sido una reclamación de gran parte de la población.
La mayor parte de la docena de imputados por crímenes de guerra en el conflicto de independencia son líderes de JI, partido que fue declarado ilegal por un tribunal el pasado agosto. La Justicia ha considerado que se trata de un partido religioso que no reconoce al pueblo como la fuente del poder y que espolea la división entre comunidades.
Pese a su carácter minoritario, el JI es una formación muy influyente -se ha aliado tradicionalmente con la principal fuerza opositora, el Partido Nacional- y capaz de movilizar con éxito a sus bases, que en lo que va de año han protagonizado continuas protestas.
La violencia suele intensificarse en Bangladesh cuando se acercan importantes fechas electorales, como los comicios legislativos que se celebrarán a finales de este año o principios del que viene.