Anticorrupción se opone a investigar la destrucción de los discos duros de Bárcenas
- Considera que no aportaría ningún resultado de interés para la causa
- El PP destruyó los dos discos duros de los ordenadores de Bárcenas
La Fiscalía Anticorrupción se opone a abrir una investigación sobre la destrucción de los discos duros de los ordenadores que el extesorero Luis Bárcenas utilizaba en su despacho de la sede madrileña de Génova y que quedaron en poder del partido tras su dimisión, porque considera que no aportaría ningún resultado de interés para el avance de la causa que investiga la presunta contabilidad B del partido.
El Ministerio Público se posiciona así en contra de la petición realizada por varias acusaciones personadas en la causa y que habían solicitado la apertura de una investigación por encubrimiento y obstrucción de la justicia.
El Partido Popular (PP) destruyó en abril de este año el contenido de los discos duros de los dos portátiles, un mes después de que agentes de la Policía Nacional acudieran a Génova tras la denuncia que el exsenador presentó contra el abogado de la formación, Alberto Durán, por abrir sin su consentimiento un espacio que tenía a su disposición en el edificio.
Denuncia de Bárcenas
La Policía Nacional visitó la sede del PP el 1 de marzo, el mismo día que Bárcenas interpuso su denuncia, y fue justificada con el objetivo de comunicar a Durán la acción judicial emprendida por el ex tesorero, sin que los agentes practicaran otras diligencias, según señalaron entonces a la agencia Europa Press fuentes policiales.
Bárcenas denunció a Durán por un posible delito contra la intimidad y otro de robo por forzar la puerta del despacho y examinar de forma exhaustiva toda la documentación allí guardada, parte de la cual argumentaba que era de carácter personal, así como los ordenadores portátiles que estaban guardados en la sala Andalucía de la formación.
El Juzgado de Instrucción número 21 de Madrid archivó en abril esta denuncia argumentando que los ordenadores estaban en una sala, por lo que "no se trataba de un despacho personal" y "en definitiva, no se ejerció fuerza alguna para entrar".