El artista eslovaco Roman Ondák transforma sutilmente el Palacio de Cristal de Madrid
- Ha construido una pasarela alrededor del Palacio
- Plantea cuestiones como si la propia 'intervención' es no arte
- Es su primer proyecto en España y está auspiciado por el Reina Sofía
Quienes en la mañana de este jueves paseaban cerca del Palacio de Cristal del Retiro madrileño notaban cierta expectación en torno al transparente edificio rodeado de arboleda. Pero nadie sabía muy bien en qué había cambiado. La pasarela que alredor del mismo ha instalado Roman Ondák (Eslovaquia, 1966), un artista acostumbrado a jugar "creando situaciones" se confunde practicamente con la estructura original del palacio.
Está hecha de piedra, ladrillos y aunque hueca, se puede caminar por ella. Nos obliga a entrar y salir del recinto de un modo inusual.
"Conocí este palacio hace algunos años y me sentí muy atraído por este lugar. Es un regalo para cualquier artista, un espacio muy amplio, muy hermoso e integrado con el entorno, pero también es complicado porque invita al desafío", ha contado a RTVE Ondák.
El fluir de la gente
"Observé el espacio y me pareció interesante cómo la gente fluye dentro y alrededor del palacio, ese fluir se convirtió en el núcleo de mi trabajo. Lo complicado era convertir en una obra esa relación de la gente con su forma de moverse en este lugar. He querido que sean conscientes de cómo actuan dentro de este espacio...", detalla el artista mientras observa precisamente ese circular de personas, hoy en su mayor parte, periodistas y personal del museo Reina Sofía, que ha promovido este primer proyecto de Omák en España.
Otras cuestiones que ha querido resaltar son por ejemplo, la relacion entre las personas y el arte porque "el arte siempre crea caminos paralelos a la realidad, el arte no es nada sin el espectador", asegura.
El espectador completa la obra
Muy de acuerdo con él está Manuel Borja-Villel, director del Museo Reina Sofía que ha querido acompañar este jueves a Ondák en la presentación de su obra. Borja-Villel nos ha recomenado fijarnos en que en esta instalación "el autor desaparece" y es el visitante quien completa esa nueva realidad creada.
Los paseantes que pasen junto al Palacio hasta el 23 de febrero, van a dudar, a juicio de Borja-Villel, sobre esta 'Escena'. Se preguntarán si es o no arte, y como a nosotros nos ha ocurrido, si la pasarela pertenecía o no al edificio. Ondák ha conseguido ya su objetivo.