Interior califica de "ejemplificadora" y "eficaz" la respuesta policial al asalto a Blanquerna
- Insiste en que el ataque a la sede de Blanquerna no podía preverse
- Pide que no haya una "doble vara de medir" para condenar los actos radicales
- La oposición recrimina que no se investigue y persiga a los grupos ultra
El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ha defendido la actuación policial tras el ataque de un grupo de radicales de extrema derecha en la sede de la Generalitat en Madrid el pasado 11 de septiembre, en la que cinco personas fueron heridas leves y hubo 11 detenidos y ha insistido en que "no era posible ordenar ningún dispositivo preventivo" al no comunicarse el acto a la Delegación de Gobierno y no existir "precedentes" que hicieran sospechar del ataque.
"No era posible ordenar ningún dispositivo preventivo, porque nunca se comunicó la celebración del acto, nunca se pidió ninguna protección y nunca existía ningún precedente de acciones violentas en las mismas fechas o en el mismo lugar que hicieran presagiar que tuvieran lugar actos de esta categoría", ha explicado en la comisión de Interior en el Congreso a la que compareció a petición propia.
El titular de Interior ha insistido así en los argumentos que defendió este miércoles en el pleno del Congreso. Ha recordado que "el organizador de actos que prevé que puedan realizarse actos públicos de riesgo debe notificarlo a la Delegación de Gobierno para solicitar un dispositivo policial". "No ha sido el caso", ha subrayado. "Ninguno de los organizadores y los asistentes al acto, a la vista de los precedentes existentes, temieron que pudiera pasar nada".
Los radicales entraron con banderas españolas y símbolos de grupos ultraderechistas al centro cultural Blanquerna, en Madrid, profiriendo gritos de "No nos engañan, Cataluña es España" y, tras agredir a algunos de los asistentes, entre ellos al diputado catalán Josep Sánchez Llibre y lanzar gases irritantes, arrancaron la "senyera" que presidía el acto.
Entre la noche del miércoles 11 y el jueves 12 fueron detenidas doce personas, aunque una fue puesta en libertad al comprobarse que no había participado en los hechos. El resto fue puesto el día 13 por la mañana en libertad con cargos, a los que el Tribunal Superior de Justicia de Madrid imputa la comisión de los presuntos delitos de lesiones, atentado y amenazas y la prohibición cautelar de acercarse a menos de cien metros del centro cultural Blanquerna.
Para Fernández Díaz, la actuación policial en estos "lamentables y reprobables" hechos "no puede ser más inmediata eficaz, contundente y ejemplificadora" y refleja un "mensaje de firmeza" frente a quienes recurren al empleo de la violencia para imponer sus ideas, un "vandalismo de la peor especie", según sus palabras.
Condenar los ataques "de uno u otro signo"
Pero el ministro también ha lanzado un mensaje para que "no puedan existir dos varas de medir" a la hora de condenar actos violentos contra cualquier ideología.
"Ni por acción ni por omisión debemos facilitar que los radicales de uno u otro signo ideológico, geográficamente en uno u otro sitio de España, incuben el huevo de la serpiente", antes de dejar claro que "últimamente", y "con ocasión del clima político", se han registrado ataques similares que no han tenido la misma respuesta policial ni política.
"Atajemos esas iniciativas de radicales extremistas de uno u otro signo para que no nos lleven a que ocurran estos hechos, ni en Blanquerna ni en ningún otro sitio", ha conminado a sus colegas diputados.
El ministro del Interior ha informado que este año han sido detenidas 126 personas vinculadas a grupos de extrema derecha, 141 de extrema izquierda, 20 personas del ámbito de los grupos anarquistas y ha informado de una desarticulación esta semana de un grupo antisistema de extrema derecha, con siete detenidos.
Piden que se "persiga e investigue" a los grupos ultra
Tras estas explicaciones, todos los grupos de la oposición han recriminado al ministro de Interior que no se "persiga e investigue" a los grupos ultra para evitar ataques como el de la celebración de la Diada.
En concreto, el portavoz de Interior del PSOE Antonio Trevín, ha criticado la carencia de una fase de información sobre estos grupos, que hubiese servido para poder montar un dispositivo y así evitar este ataque.
En esta misma línea, el parlamentario de la Izquierda Plural (IU-ICV-CHA) Ricardo Sixto ha "echado de menos" una investigación de unos grupos que "incitan al odio y la violencia". Por ello, ha reclamado que se ilegalicen, porque son "sumamente peligrosos".
El diputado de Esquerra Republicana Joan Tardà, ha destacado que en este tipo de actos "no hay medias tintas" y por ello ha pedido de forma directa al ministro que aclare si está "con el fascismo o contra el fascismo" igual que él insta a los demás a situarse "con ETA o contra ETA".
Según Tardà, el Gobierno no puede mirar a otro lado porque si no se actúa contra estos grupos "se pagará caro". En su opinión, esto "va a ir a más y habrá más dolor", por lo que ha solicitado al ministro "frenar la catalanofobia".
El portavoz de CiU, Jordi Jané, ha cuestionado el hecho de que el ministerio no dispusiera de información de los servicios de Inteligencia del Estado, que apuntaran a que un ataque de este tipo se estaba gestando. Por ello, ha pedido al ministro que "no baje la guardia" y que se pongan en marcha medidas preventivas para que ataques de esta magnitud "no se vuelvan a repetir".