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Barnier culpa a la desregulación de la crisis y aboga por un mercado financiero "transparente"

  • Confía en que la unión bancaria esté lista antes de fin de año
  • Defiende que los mercados financieros trabajen para la economía real

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El comisario europeo de Mercado Interior y Servicios, Michel Barnier, durante su participación como invitado del Fórum Europa, en el Hotel Ritz de Madrid
El comisario europeo de Mercado Interior y Servicios, Michel Barnier, durante su participación como invitado del Fórum Europa, en el Hotel Ritz de Madrid.

El comisario de Mercado Interior y Servicios de la UE, Michel Barnier, ha culpado de la crisis a la desregulación impulsada por los países europeos y la propia Comisión durante las últimas tres décadas, y ha abogado por conseguir unos mercados que funcionen de forma "transparente y justa" con una supervisión adecuada.

En un desayuno del Fórum Nueva Economía, el comisario francés ha instado a todos a recordar la quiebra de Lehman Brothers hace cinco años para "sacar lecciones" de esa experiencia y conseguir que "ningún actor financiero pueda escapar a una regulación pública y una supervisión eficaz".

A su entender, no se puede repetir de nuevo que el "comportamiento insensato, irresponsable y escandaloso de unos cuantos banqueros, que creyeron que todo lo podían hacer o a los que dejaron hacer lo que quisieran por falta de reglas" ponga en jaque a toda la economía, que depende ampliamente de la financiación bancaria, incluyendo al sector público, que se ha visto inmerso en una crisis de la deuda soberana porque "muchos países han gastado lo que no tenían".

"Yo no hago la guerra a los mercados financieros, los necesitamos, pero funcionando correctamente, de manera transparente y justa, trabajando con cifras exactas y para la economía real, no para sus propios servicios", ha dicho, argumentando que conseguir esos objetivos pasa por conseguir unos mercados "correctamente supervisados, seriamente gobernados y suficientemente capitalizados".

Unión bancaria "antes de fin de año"

Afirma que la Unión Europea está trabajando en superar la "debilidad" que conlleva tener una moneda única pero estar en "desunión, casi competencia," en los ámbitos económicos y políticos. Barnier confía en que la unión bancaria pueda estar concluida "antes de fin de año" y ha valorado el trabajo realizado en año y medio para su construcción.

Además, ha destacado la importancia de prevenir. "No nos podemos permitir una segunda crisis bancaria, ya no tenemos los medios para pagarla. Por eso las medidas de prevención resultan sumamente necesarias", ha dicho, defendiendo así el supervisor único y la directiva de resolución de entidades, que permitirá que si "pese a todas las nuevas seguridades hay que enfrentarse a un fracaso, sea ordenado y esté preparado" para que el contribuyente "no tenga que pagar los errores".

"La prevención cuesta siempre menos que la reparación, y si hay que reparar una catástrofe financiera siempre será más barato si lo hemos preparado antes que si es improvisado. Y eso es lo que estamos haciendo", ha insistido el comisario, incluyendo otras medidas como las reglas de Basilea para la mejor gobernanza de las entidades bancarias.

Con respecto a las suspicacias que la unión bancaria y el supervisor único han despertado en algunos estados miembros, Barnier se ha mostrado abierto a llegar a "compromisos" siempre que no sean de "mínimos" y que den lugar a un "sistema que funcione".

Poner orden en el sistema financiero

Por otra parte, el comisario de Mercado Interior también ha instado a los gobiernos nacionales a "rendir cuentas" ante los contribuyentes, que han destinado un 14% del PIB comunitario a salvaguardar el sistema financiero, y que deben saber que sus dirigentes han "oído el mensaje" de su descontento y están "reconstruyendo unas bases sanas y sólidas para la economía".

"Cuando las personas sufren, cuando les pedimos esfuerzos hay que demostrar que tiene un sentido, que llegará la recompensa. Y como la UE se está recuperando hay que mostrarlo. Los esfuerzos realizados tienen un significado, eran difíciles pero necesarios, y darán sus frutos. Hemos sacado una lección de la crisis financiera y estamos poniendo orden y volviendo a recuperar la moral y la ética donde había desaparecido", ha insistido.

Así, ha valorado los avances conseguidos por la economía española gracias, ha dicho, a las reformas del Gobierno y a la consolidación presupuestaria, aunque ha alertado de que eso "no basta" y de que "no se puede hablar sólo de austeridad" porque "puede matar al crecimiento". "Los esfuerzos tienen que ser proporcionados y diferenciados en cada país y según los temas, hay gastos que preservar", ha dicho.

Y, aun con eso, "no basta" porque para seguir contando en el mundo es necesario que los países europeos "sigan estando alrededor de la mesa de los grandes de este mundo" para participar en los debates "de manera duradera y definitiva". "El único modo de quedar dentro de ese cuadro es ser europeo sin dejar de ser patriota de su propio país. No es una opción, es una necesidad vital. Si no, estamos perdidos, se acabó, estaremos dominados y condenados sencillamente como subcontratados de Estados Unidos y China", avisa.

Recuperar la producción industrial

Por último, Barnier ha hecho referencia a otros ámbitos que requieren de atención prioritaria desde el ámbito comunitario, como la seguridad, la política exterior, la defensa el empleo, la protección del medio ambiente o la industria, a la que a su entender Europa ha "renunciado demasiado deprisa", cometiendo así un "error fundamental".

"No podemos ser un continente que consuma productos fabricados por los demás, debemos conservar una capacidad de producción. No hablo de proteccionismo; la mejor protección es la inversión para conservar nuestros progresos", ha insistido, subrayando el papel que el mercado interior juega en todos esos temas y contra cuya fragmentación hay que luchar.

En cualquier caso, ha asegurado que el proyecto europeo es "continental" pero que no busca "construir una Europa unificada, no uniforme". "Las personas necesitan guardar su identidad, no verse todas mezcladas", ha concluido.