Las brujas y la favorita a la Concha de Oro
- Álex de la Iglesia y sus actores acaparan la atención del público y medios
- Le week-end de Roger Mitchell se presenta como favorita para los galardones
Sol de verano y Mario Casas. El resumen de un día de fiesta para las calles de San Sebastián. Las brujas de Zugarramurdi, con Casas, Hugo Silva, Carolina Bang, Terele Pávez, protagonizan los alrededores del Hotel Maria Cristina y el Kursaal. Y, comandando, Álex de la Iglesia junto a Carmen Maura, primer premio Donostia de esta edición.
Vendida como el regreso del director bilbaíno a sus orígenes, Las brujas de Zugarramurdi parte del disparate para llegar al apocalipsis, así que es justo reconocer que algo hay de El día de la Bestia. Durante más de una hora es una comedia negra de carcajada limpia, el núcleo esconde una visión ácida y amarga de las relaciones entre hombres y mujeres, y, finalmente, todo estalla en la madre de todos los aquelarres, un delirio visual.
"Quiero reírme de mí mismo y de lo que me pasa: que tengo un problema de misantropía", no ha dejado de repetir el director. "La idea de la película es entretener, no hay ganas de contar grandes mensajes, ni de aburrir al espectador con obsesiones ni con neurosis, salvo las inevitables”.
Le Week-end, antes del envejecer
Si Richard Linklater tenía en mente proseguir su saga sobre las parejas, Roger Micthell y el guionista Hanif Kureishi le han ahorrado el paso del retrato sexaguenario. Un matrimonio inglés (Jim Broddbent y Lindsay Duncan, favoritos a batir en los premios de interpretación) decide darse una escapada en Londres en plena crisis de los 60, cuando el nido queda vacío y aparece el tiempo libre ocupa demasiado. Lo más brillante del amor y el desasosiego de las expectativas incumplidas les acompañan en la maleta.
Mitchell (Notting Hill) y Kureishi (Mi hermosa lavandería) son los responsables de una obra ligera con reminiscencias a la Nouvelle Vague y homenajes a Godard, pero que huele a obra de teatro de calidad oreada en la ciudad del amor. Los diálogos, situaciones y personajes colocan al espectador en una empatía súbita.“Queríamos retratar un matrimonio en el que lo claro y lo oscuro se sucediera” explica Mitchell
“¿Qué significa estar una persona durante 20 años? ¿Por qué debería seguir?”, explica Kureishi. “El matrimonio es el tema central de la cultura occidental. Y toda la idea ha cambiado; cuando era joven todo el mundo seguía casado y punto”.
Jeff Goldblum borda el papel de intelectual de éxito, pagado de sí mismo, rodeado de compañía que alimenta su ego, que pone el contrapunto al las desilusiones ideológicas y fracaso profesional de la pareja protagonista.
Tibia recepción para François Dupeyron
Mi alma por ti curada, además de un verso de Baudelaire, es la nueva película del cineasta francés François Dupeyron, que regresa a San Sebastián catorce años después de ganar la Concha de oro. Grégory Gadebois inerpreta a un curandero que rechaza su propio don hasta que un accidente le hace consciente de su capacidad para ayudar y ser ayudado.
Por temática, estilo, la película y cercanía espacio-temporal, recuerda De óxido y hueso (Jacques Audiard). Dupeyron filma con potentes angulares acercándose a los personajes y buscando la naturalidad en la luz. Pero fracasa en establecer vínculos emocionales con los personajes. El don termina siendo una metáfora argumental a la que renuncian dar explicación.