Estados Unidos e Irán se dan una oportunidad para retomar el diálogo después de 35 años
- Obama y Rohaní parecen dispuestos a entenderse
- Afganistán e Irak, terreno para los intereses comunes
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La reunión, este jueves, de los ministros de Exteriores de EE.UU. e Irán durante la Asamblea General de la ONU ha sido saludada como histórica por los diplomáticos y los medios de comunicación.
John Kerry y Mohammad Javad Zarif se encuentran en el marco del grupo 5+1 (EE.UU., Francia, Alemania, Rusia, China y Reino Unido), que negocia el control del programa nuclear iraní.
La reunión ha estado precedida, por un lado, de muchos rumores sobre el intento de la Casa Blanca por hacer coincidir a ambos presidentes, Barack Obama y Hassan Rohaní, y de otro de las declaraciones de este último. Rohaní ha dicho que un acuerdo sobre el programa nuclear iraní es "cuestión de meses".
¿Exceso de optimismo? "La reunión es muy importante, porque hace 35 años que estadounidenses e iraníes no se encuentran a nivel oficial, no tienen embajadas, las relaciones han sido indirectas", explica, en declaraciones a RTVE.es Roberto Toscano, investigador del CIDOB y exembajador de Italia en Teherán (2003-2008).
"El hecho mismo de que se encuentren a nivel de ministros de Asuntos Exteriores es importante en sí, aparte del contenido", insiste.
Desencuentro histórico entre administraciones
Toscano cree que ha habido momentos en los últimos años en los que podría haberse dado este acercamiento entre dos países que se consideran enemigos al menos desde la crisis de los rehenes, en 1979.
"Pero cuando en Irán estaba el dialogante Mohamed Jatamí [presidente entre 1997 y 2005, considerado moderado], del otro lado estaba George W. Bush. Era el tiempo de la ilusión americana de que tras la derrota de Sadam Hussein en Irak el régimen iraní no iba a durar", explica Toscano.
El exembajador recuerda que Barack Obama, al comienzo de su primer mandato, tendió la mano a los iraníes. Pero en esta ocasión era el presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, quien rechazó el avance.
"En estos momentos, con Obama y Rohaní, podemos decir que los actores principales están dispuestos a esta tentativa", concluye Toscano.
Terreno común en Afganistán
De hecho, las necesidades estratégicas ya han forzado a coincidir y colaborar a ambos países en al menos un escenario: Afganistán.
"Cuando EE.UU. desató su ataque contra los talibanes en 2001, los iraníes colaboraron diplomáticamente e incluso militarmente", recuerda el investigador italiano. "Claro, que después vino el desafortunado discurso de Bush sobre el 'eje del mal'".
Ante la perspectiva de la retirada de las tropas internacionales en 2014, los iraníes no desean que los talibanes acumulen todo el poder, algo que tampoco desean ni los EE.UU. ni India o Rusia.
Irak es otro escenario en el que Washington y Teherán se han visto apoyando al mismo gobierno: el de la mayoría chií de Nuri al Maliki.
Incluso en Siria, donde actualmente las posturas de EE.UU e Irán están enfrentadas, la situación podría cambiar. "Pongamos que Asad cae, y la fuerza principal son los yihadistas suníes: en ese momento, los intereses confluirían".
Toscano piensa, por el contrario, que el "asunto nuclear" ocupa inmerecidamente el primer plano. "No sería tan difícil de solucionar. Ya Jatamí aceptó controles más fuertes. Mucha gente no sabe que los inspectores de la OIEA siguen en Irán. El problema son las instalaciones secretas. Un protocolo reforzado que les permita ir donde quieran sería una garantía".
Siempre quedaría el obstáculo de Hizbulá. "Es el asunto más complicado. Hizbulá es el único arma disuasoria que tiene Irán contra un ataque militar de EE.UU. o de Israel", explica el exembajador.