Imanol Arias: "Vicente Ferrer es el personaje al que más me he acercado físicamente"
- TVE estrena en el Festival de San Sebastián la tv movie Vicente Ferrer
- Los portagonistas Imanol Arias y Aida Folch acuden a la premiere en el Teatro Victoria Eugenia
"Necesitaríamos tres películas más para entender lo que fue Vicente Ferrer". Minutos antes de desfilar por la alfombra roja, Imanol Arias confiesa su admiración total hacia la figura del filántropo español al que ha dado vida. Televisión Española estrena en el Festival de San Sebastián Vicente Ferrer, la tv movie que narra la titánica lucha por transformar el desértico paisaje de Anantapur en tierra fértil, y por convertir a la casta de los dálits en ciudadanos de pleno derecho en un país donde siempre fueron considerados intocables.
Agustín Crespi dirige esta película para televisión rodada en la India con Aída Folch de coprotagonista y la participación de Carles Canut, José María Pou y Alba Flores completan el reparto. El Teatro Victoria Eugenia acoge, como cada año, la Gala TVE del festival con la presencia de sus principales protagonistas.
Al habitual desfile de los actores se ha sumado la presencia de Anna Ferrer ( viuda del filántropo y Aída Folch en la tv movie) encabezando una delegación de la Fundación Vicente Ferrer.
"Es el personaje al que más me he acercado físicamente sin tocarme nada", explica Arias sobre las semejanzas en la caracterización. "Tenía sus escritos y descubría mucho de su mensaje que es muy simple: a los intocables, él los toco y les quitó el miedo. Nos han contado un cuento chino pero un país no puede desarrollarse ni crecer mientras tengamos miedo unos de otros. Como allí se fomentaba el miedo, tuvo el valor de hablar del amor, pero del hecho no del concepto. Y así transformó la realidad".
La espritualidad y la acción
Vicente Ferrer está producida por TVE y Grupo Ganga y cuenta con la participación de TV3 y Visiona tv. La película, de 106 minutos de duración está apoyada por la Fundación Vicente Ferrer. Aunque recorre toda una vida, se centra en los últimos treinta años de Vicente Ferrer para narrar su batalla contra enemigos que, de entrada, parecen imbatibles. La historia comienza con su regreso a la India en 1969, después de un exilio obligado a España, donde Ferrer había sido expulsado tras provocar la ira de sectores dirigentes que habían visto en él una seria amenaza para sus intereses personales.
"Era un hombre tremendamente espiritual, pero tremendamente determinante. En sus diarios leí que pasaba hasta dos horas calmándose la ira. Me decía la gente que miraba de una manera que era increííble. No miraba para convencer, ni para conquistar solo miraba para comprender", explica el actor sobre su acercamiento al personaje.
A sus cincuenta años, acompañado por un reducidísimo grupo de fieles colaboradores -entre los que se encuentra Anne Perry, su futura esposa y socia principal de su incierta empresa- el carismático personaje vuelve en silencio, casi de puntillas, a un país que sentía como suyo. Convencido de que “La pobreza y el sufrimiento no se entienden, se combaten”, como solía recordar, y con una humildad asombrosa en alguien que ya era mundialmente conocido como el santo de Manmad, Vicente Ferrer vuelve a empezar su tarea desde cero, consciente de que ya solo hay una manera de hacer las cosas: mirando exclusivamente hacia delante. ‘Vicente Ferrer’ narra este viaje a través de los ojos del hombre, pero también, y de forma muy especial, de su mujer, Anne Perry, compañera, socia y heredera de la Fundación que lleva el nombre de su marido.
"Ël decía: yo no he evangelizado a nadie en la India, la India me ha evangelizado a mí. Yo soy embajador de UNICEF de buena voluntad, y estoy muy orgulloso, pero no conocía una organización que erradique la pobreza al cien por cien, y solo la de los más pobres", cuenta el actor. "La obra es tan inmensa porque era un hombre de acción con una preparación mental hacia lo simple. Por eso la fundación sigue, y me gustaría contar a la gente que cada euros se multiplica por 10 y que, aunque somos más pobres aquí, todavía podemos transformar el mundo".
Cinco semanas de rodaje en la India
La película se ha producido durante cinco semanas de rodaje y otras tantas de pre-producción en la India. Todo el rodaje transcurrió en exteriores naturales en el estado de Andra Padresh, y en el distrito de Anantapur: localizaciones que fueron atrezadas para revivir muchos de los ambientes en donde se gestó y desarrolló la visión de Vicente y Anna Ferrer.
Algunas de las grabaciones tuvieron lugar en los Estudios de Cine Ramoji. Situados a 25 kilómetros al sudeste de Hyderabad, son los estudios de cine más grandes del mundo, y albergan centenares de ambientes y recreaciones de decorados.
Casi 30 profesionales, entre equipo técnico y artístico, viajaron a India, donde compartieron largas y complejas jornadas de grabación con más de 120 profesionales del país. En el rodaje se hablaba en más de 5 idiomas (inglés, telugu, hindi, español y catalán), rodando bajo un sol de 45º. El rodaje también incluyó varias jornadas en Barcelona.