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Dior se inspira en el poder de la naturaleza

  • Simons trabaja las formas de las flores en una colección de contrastes
  • Miyake y Chalayan firman propuestas que navegan en aguas tranquilas
  • Azzaro resucita más sexy que nunca con Maillard y Castejón

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Desfile de Raf Simons para Dior. Primavera y verano 2014.
Desfile de Raf Simons para Dior. Primavera y verano 2014.

Apenas quince minutos le han bastado a Raf Simons para enamorar con una colección que es un canto al poder de la naturaleza pero también al de la mujer.

La pasarela de Dior se ha convertido en un frondoso bosque con ramas llenas de glicinas – inspiradoras de collares y adornos de chaquetas y vestidos- y flores del paraíso. Sobre ella se ha visto un gran trabajo de patronaje para trasladar todas las formas de las flores a vestidos, faldas y chaquetas que mantienen un fuerte vínculo con la historia de la casa.

En esta propuesta se pone el foco de atención en las espaldas, todas muy trabajadas y siempre diferentes a la estructura de la parte delantera.

Se apuesta por las variaciones de una misma idea entre las que destacan los vestidos camiseros en diferentes versiones, con asimetrías, pliegues laterales, fruncidos o los que dejan los hombros al descubierto.

El bosque de la elegancia

Hay contraste entre tejidos opacos y otros transparentes. Vemos prendas en punto calado con faldas livianas y sudaderas que parecen de cristal. Simons apuesta por adornos de parches de escudos colegiales, tanto para prendas de día, bolsos o diseños de fiesta. También por estampados de letras y frases, algunas relacionadas con la botánica.

Sorprenden por feos los vestidos en rosa y azul con patrón asimétrico que llevan bordados y plisados; y sorprenden, por bellas, todas las versiones del vestido palabra de honor con falda de volumen con bolsillos, siempre en tonos metalizados.

La chaqueta Bar avanza con elegancia pero sorprende cuando gira y deja ver una espalda con franjas de tela estampada de flores. Como si salieran del interior.

Esta es otra de las ideas que marcan la propuesta: prendas rasgadas, perforadas o abiertas que permiten que se asome otro tejido diferente, imitando la fuerza de la naturaleza, la misma que logra atravesar maderas, piedras o terruños para que una flor vea la luz. Puedes ver aquí el desfile.

Miyake, viaje espacial

Miyake mantiene la línea de las colecciones anteriores con prendas estructuradas que evitan el encorsetamiento gracias a los tejidos suaves y las líneas fluídas. Toda la propuesta provoca una sensación tranquila, ajena al estrés que suele envolver la moda, las pasarelas y las temporadas.

El blanco es la base y con él vemos destellos de rojo o azul. También estampados de juegos cromáticos, con motivos geométricos que se juntan, superponen o separan creando diferentes tonalidades.

Contrastan las prendas de estilo futurista, de cortes asimétricos y patrones marcados, que se construyen con tejidos de adn novedoso, como los neoprenos texturizados. Y es que el diseñador de la casa, Yoshiyuki Miyamae, ha buscado la inspiración más allá de las estrellas.

Chalayan, paragüas-joya

Chalayan cautiva y su colección también. La colección tiene un aire relajado, con telas suaves y siluetas relajadas. También lo es la paleta de color. Todos los vestidos llevan pliegues, arrugados y pinzas que provocan formas con carácter sobre el tejido, casi siempre en tono liso.

Destaca el tejido hecho con pequeñas tiras de telas de colores, como los que salen de la trituradora de papel, y especialmente los paraguas, esculturas que, por su belleza inquietante, recuerdan a Magritte.

El esperado estreno

Provocación. Sensualidad. Poder. La mueva mujer Azzaro ideada por Arnaud Maillard y Álvaro Castejón, directores artísticos de la casa, pisa con fuerza, arrogante, consciente de que está bella, de que se gusta y, por lo tanto, gusta.

Los diseñadores se estrenan con fuerza en la casa francesa con una colección que respeta el espíritu de Loris Azzaro, recreando el look de algunas de sus musas como Marisa Berenson, Jane Birkin o Tina Turner.

No faltan los vestidos con aros en el escote- les robes ajourées de cercles- que se renuevan colocando los círculos en escote y hombros. Otros llevan osados rasguños que se tamizan con encajes y transparencias, como rayos cargados de erotismo.

Look ricas y famosas

Vemos diseños que se aferran al cuerpo, abrazándolo, y otros que se ciñen con drapeados de estilo setentero. Sensuales, casi eróticos, son los vestidos de flecos, los que corte caftan en dorado y los que parches bordados de escamas de plexiglás y cristal.

El diamante, otro icono de la casa, se adivina en prendas de punto, siempre con hilos de plata y oro. Tonos que se mezclan con blanco, negro y toques de pastel para reforzar una colección descaradamente femenina.

Destacan los estampados de pitón con textura metalizada y los complementos: collares XXL, clutch-joya y zapatos de claro estilo arquitectónico.¡irresistible!

Elbaz, sin complejos

Lanvin evoluciona sobre la idea de la colección anterior y reinterpreta los códigos del lujo evidente. Colores metalizados, texturas de oro, plata y bronce, tejidos ricos en bordados… y todo para prendas urbanas; unas de corte masculino y otras con un look deportivo al estilo de los 90.

Las blusas con cuello-lazo y los complementos XXL rematan el estilo “derroche” que tiene toda la propuesta ideada por el inquieto Alber Elbaz.