Rusia y EE.UU. pactan una resolución en la ONU para eliminar las armas químicas de Siria
- Incluye una mención al uso de la fuerza si Damasco no cumple lo acordado
- Establece una "rigurosa verificación" de las armas químicas de Siria
- Respalda el acuerdo de Ginebra que pide crear un gobierno de transición
- La resolución tendrá que ser aprobada por los 15 miembros del Consejo
Los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas han alcanzado este viernes un acuerdo para eliminar el arsenal de armas químicas de Siria.
El consenso ha llegado después de semanas de discusiones diplomáticas. Rusia, de mano de su ministro de Exteriores, Sergei Lavrov y Estados Unidos, a través de su embajadora para Naciones Unidas, Samantha Power, han confirmado el pacto.
Ahora, la resolución tendrá que ser aprobada por los quince miembros del Consejo de Seguridad de la ONU, que han mantenido un encuentro informal a puerta cerrada en el que han estudiado la propuesta, la cual podría ser sometida a votación este mismo viernes.
El texto condena de forma enérgica el uso de armas químicas por parte de Siria, en particular el ataque del pasado 21 de agosto, que "viola el derecho internacional" y apunta que Siria "no podrá utilizar, desarrollar, producir, adquirir, almacenar o retener armas químicas, ni transferir, directa o indirectamente, armas químicas a otros Estados o actores no estatales".
El documento subraya que la misma prohibición se aplica a todas las partes en Siria y destaca que, en caso del incumplimiento de esta resolución, incluyendo la transferencia o cualquier uso de armas químicas en Siria, "se impondrán medidas bajo el Capítulo VII de la Carta de Naciones Unidas", que regula la imposición de sanciones e incluso el uso de la fuerza autorizado por la ONU.
Sin embargo, esas medidas no quedan detalladas, por lo que deberían ser objeto de una nueva discusión en el Consejo de Seguridad.
"Rigurosa verificación" de la destrucción de armas
Siria cumplirá con "todos los aspectos", indica el texto, de la decisión del consejo ejecutivo de la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ, en inglés) sobre la "expedita destrucción" de las armas químicas sirias y su "rigurosa verificación".
En la resolución, se establece además una revisión de forma regular de la aplicación de la decisión del Consejo Ejecutivo de la OPAQ y de esta resolución, y solicita que el director general de esa organización presente cada mes un informe al Consejo de Seguridad sobre el cumplimiento de la resolución.
Exige también que actores no estatales "no desarrollen, adquieran, fabriquen, posean, transporten, transfieran o usen armas nucleares, químicas, o biológicas, y sus métodos para lanzarlas", y exige que los estados, en particular los países vecinos de Siria, denuncien "de inmediato" cualquier violación de este apartado al Consejo de Seguridad.
Alienta a los Estados miembros a que respalden, incluso con personal, equipos y apoyo técnico y financiero, la aplicación de la eliminación del programa de armas químicas de Siria.
Respaldo a Ginebra
El texto respalda plenamente el comunicado de Ginebra del 30 de junio de 2012, que establece varios pasos "clave" para la transición política en Siria, comenzando con la creación de un gobierno de transición con "plenos poderes ejecutivos" y que podría incluir a miembros del Gobierno actual, líderes de la oposición y otros grupos.
También pide convocar una conferencia internacional sobre Siria para discutir la aplicación de ese documento de Ginebra, lo que se conoce como Ginebra II.
El secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, ha dicho que Siria explotará antes de que cualquiera de los bandos pueda proclamar una victoria militar y que, por tanto, todas las partes han de moverse rápido y poner una solución política sobre la mesa en una nueva conferencia internacional en Ginebra.
Acuerdo "histórico"
Un funcionario del Departamento de Estado ha apuntado que es algo "histórico", porque acuerda por primera vez un texto que declara el uso de armas químicas como una amenaza para la paz y la seguridad.
Además, el borrador de resolución "deja absolutamente claro que si el régimen sirio no cumple sus compromisos habrá consecuencias", según ha indicado el portavoz.
Con esta acción, ha añadido, se logra que la comunidad internacional "supervise" el cumplimiento por parte de las autoridades sirias de su compromiso de poner bajo control internacional su arsenal.
El ministro de exteriores ruso y el secretario de Estado norteamericano acordaron, tras tres días de negociaciones,
Intensas negociaciones
Los miembros permanentes del Consejo de Seguridad llevan varios días negociando en Nueva York un texto para responder al uso de armas químicas en Siria.
EE.UU, con el apoyo de Francia y Reino Unido, proponía un texto que invoque al Capítulo VII de la Carta de Naciones Unidas, que abriría la puerta a sanciones o incluso el uso de la fuerza.
Sin embargo, China y Rusia, tradicional aliado del régimen sirio, se oponían a apoyar una resolución que sirviese de justificación para lanzar una intervención militar.
Finalmente, la resolución -que aún debe de ser sometida a votación por los 15 miembros del Consejo- contiene una referencia al Capítulo VII y subraya que habrá consecuencias, si bien no detalla cuáles ni las impone automáticamente y, por tanto, tendrían que ser acordadas en una nueva resolución.
El conflicto en Siria está siendo uno de los principales temas de discusión en los debates del 68 periodo de sesiones de la Asamblea General de Naciones Unidas.
Precisamente el miércoles el secretario general, Ban Ki-moon, se reunió con los ministros de Exteriores de los cinco países con poder de veto en el Consejo (EEUU, Rusia, China, Francia y Reino Unido).
Los otros proyectos de resolución vetados
La resolución que previsiblemente saldrá del Consejo de Seguridad en los próximos días es la primera desde que estalló el conflicto sirio, ya que Rusia y China han vetado los textos propuestos hasta en tres ocasiones.
Al contrario que esta vez, en la que el texto se limita a abordar el uso de armas químicas tras el acuerdo alcanzado entre Kerry y Lavrov en Ginebra para acabar con el arsenal armamentístico químico sirio, los borradores presentados anteriormente condenaban la violencia ejercida por el régimen contra los manifestantes, pedían una salida pacífica a la crisis y/o amenazaban con sanciones al presidente Al Asad.
El primer intento tuvo lugar en 2011, cuando Francia, Reino Unido, Alemania y Portugal presentaron un texto en el que renunciaron a pedir sanciones para el régimen de al Asad con el objetivo de lograr un acuerdo, sin embargo, las negociaciones hasta el último momento no lograron evitar el doble veto a la condena a Damasco.
En febrero de 2012, el Consejo de Seguridad volvió a votar un proyecto de resolución que volvió a ser vetado por Rusia y China. En este caso, el texto, -inicialmente propuesto por Marruecos y respaldado por Arabia Saudí, Libia, Bahrein, Catar, Emiratos Árabes Unidos, Jordania, Kuwait, Omán y Turquía-buscaba una salida a la crisis de Siria mediante el apoyo al plan de transición de la Liga Árabe y condenaba la violencia del régimen de Damasco contra la población civil.
El texto incluía varias concesiones a Moscú para evitar que ejerciese su derecho a veto en el Consejo. Entre ellas, se destacaba que la transición en Siria debe estar "liderada por los propios sirios" y además se mencionaban "los esfuerzos de la Federación Rusa por mantener un encuentro en Moscú (entre las partes sirias) de acuerdo con la Liga Árabe".
Árabes y occidentales ya habían eliminado de la versión precedente el llamamiento específico al presidente sirio, Bachar al Asad para que traspasase el poder a su vicepresidente para formar un "gobierno de unidad nacional".
Una vez más, la decepción de Reino Unido, Francia o Estados Unidos se puso de manifiesto. "Es un día triste, pero no nos pararemos aquí. Seguiremos trabajando con la Liga Árabe, su plan está encima de la mesa", dijo entonces el embajador de Francia ante la ONU, Gérard Araud.
Medio año después, en julio del año pasado, Rusia y China ejercían de nuevo su derecho a veto para frenar una resolución que amenazaba con imponer sanciones al régimen del presidente.
El proyecto de resolución votado fue presentado por Reino Unido, EE,UU., Francia, Alemania y Portugal con la idea de incrementar la presión sobre el régimen de Damasco mediante la amenaza de sanciones diplomáticas y económicas, algo a lo que Rusia se ha opuesto siempre frontalmente.
El texto, que también preveía el mandato de la Misión de Observación de Naciones Unidas en Siria (UNSMIS) por 45 días más, amenazaba con la aplicación de sanciones bajo el Capítulo VII de la Carta de la ONU si el régimen no replegaba antes de diez días sus tropas de los centros urbanos y detenía el uso de armamento pesado.