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OpenReflex, una cámara a la antigua usanza fabricada pieza a pieza

  • Su creador creó esta cámara como un proyecto de un máster de diseño
  • Es compatible con los objetivos y película convencionales
  • El cuerpo se puede imprimir con una impresora 3-D

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Cámara OpenReflex, con aspecto de cámara analógica.
Cámara OpenReflex, con aspecto de cámara analógica.

Léo Marius es un joven diseñador de 24 años que ha estado trabajando en un proyecto para un máster en diseño en la Escuela Superior de Arte y Diseño de San Étienne en Francia. Se trata de una cámara fotográfica analógica llamada OpenReflex. O quizá sería más correcto calificarla de 'medio analógica, medio digital',  puesto que aunque en contraposición a las cámaras digitales utiliza película fotográfica para captar las imágenes, su aspecto, piezas y construcción son totalmente digitales.

El trabajo es una auténtica obra de arte y también de paciencia e ingenio. Embarcarse en un proyecto de este estilo permite aprender mucho sobre impresión 3-D, diseños abiertos y fotografía. El resultado además es un "objeto físico" que se puede compartir con la comunidad mediante la fórmula del código abierto de modo que sean otros diseñadores y aficionados quienes mejoren su funcionalidad, además de permitir usarlo libremente y de forma gratuita.

La OpenReflex es una cámara con visor de tipo réflex (con un espejo) y un obturador mecánico que permite hacer fotografías incluso a velocidades de 1/60 de segundo. Sus dimensiones y piezas de encaje están pensadas de modo que sean compatibles con los objetivos y adaptadores convencionales.

En el diseño de la OpenReflex todas las piezas están separadas: el módulo para cargar la película, el obturador y el visor. Aunque en total se necesitan decenas de pequeñas piezas, según su creador todo lo necesario puede imprimirse en 3-D convencional en menos de 15 horas y el montaje no requiere más de una hora.

La cámara ya ha llegado a Thingverse, una especie de gran archivo digital en el que los aficionados comparten sus diseños para que cualquiera pueda descargarlos e imprimirlos. Marius usó originalmente una impresora 3-D modelo RepRap, pero los diseños son archivos estándar que teóricamente funcionan en cualquier otra impresora 3-D similar.

La cámara consigue unas fotos que podríamos calificar de "interesantes", muy en la línea de las imágenes ligeramente borrosas y filtradas que están de moda. Como diversión y para animar a la gente a fabricar sus cámaras han organizado hasta un concurso. 

El precio de los materiales ronda los 50 euros y aunque su creador no se había planteado venderlas ya montadas, dice que si hubiera suficientes personas interesadas se plantearía montar un pequeño proyecto de financiación colectiva.