Italia vuelve a ser rehén de sí misma
- El gobierno de 5 meses parece un enfermo agonizante en final de legislatura
- Enrico Letta someterá el martes a su gobierno a una cuestión de confianza
La extraña anormalidad italiana, la provisionalidad permanente, las cadenas de la inacción. Italia vuelve a ser rehén de sí misma y el gobierno de 5 meses parece un enfermo agonizante en final de legislatura.
El premier Enrico Letta no quiere más chulos de barrio amagando en el parlamento. El martes someterá a su gobierno a una cuestión de confianza tras el anuncio de deserción de todos los parlamentarios del partido de Berlusconi.
Se trata del eterno juego de amagos y amenazas que absorbe la actividad política trasalpina. Y anoche vimos el ejemplo más claro: consejo de ministros en el que se debían adoptar importantes cuestiones económicas como retrasar 3 meses la subida del IVA o endurecer las condiciones para que Telefónica compre Telecom.
El gabinete estuvo reunido 3 horas. No se abordó ninguna cuestión del orden del día. Es de imaginar que Letta leyó la cartilla a su equipo, sobre todo a los ministros del PDL. Es curioso, pero en los planes de Berlusconi figuraba la dimisión de todos los parlamentarios manteniendo, sin embargo a los ministros, creando así una caricatura grotesca de las instituciones italianas.
Letta no está dispuesto a sobrevivir a cualquier precio. Por eso el martes quiere que todos se retraten. Y si siguen los envidos de mus del equipo de Berlusconi, el ejecutivo de volatiliza y queda el futuro en manos de Napolitano.
En esta compleja telaraña paga el ciudadano y el país. Habrá que ver la prima de riesgo el lunes y el martes todos los italianos pagarán un punto más de IVA porque los políticos se enfadaron entre ellos y el Consejo de Ministros sirvió solo para lanzarse reproches.