Las municipales portuguesas castigan al partido conservador del primer ministro Passos Coelho
- El partido de Passos Coelho pierde las principales alcaldías del país
- El socialista António Costa celebra la mayor victoria de un partido en Lisboa
El primer ministro portugués, Pedro Passos Coelho, ha asumido este domingo una de las peores derrotas en décadas del partido que lidera, el Social Demócrata (PSD, centro-derecha), en las elecciones municipales del país luso.
A pesar de ello, Passos Coelho ha asegurado que seguirá "luchando" desde el Gobierno para salir de la crisis. "Seguiré luchando por el camino que hemos recorrido, indispensable para recuperarnos de la crisis, la confianza y el crecimiento", ha manifestado primer ministro en alusión al cumplimento del programa de severos ajustes a cambio de recibir el rescate internacional concedido en 2011.
"En periodos de gobernación exigentes hay siempre un precio a pagar de la forma que estamos en la política", ha aseverado el dirigente conservador, quien también ha recordado que las candidaturas lideradas por el PSD fueron realistas y no se dejaron llevar por el "populismo".
Castigo en las elecciones municipales
Con cerca del 80% de los votos escrutados, el Partido Socialista (PS), el principal de la oposición, sumaba 100 de las 308 alcaldías del país y aventajaba en 300.000 votos al PSD y a los democristianos, con los que se ha presentado en varios consistorios.
Por su parte, el líder de los socialistas portugueses, António José Seguro, ha afirmado que el triunfo de su formación en los comicios municipales muestran la indignación" y "rechazo" de los electores frente a las políticas de austeridad del Gobierno conservador, y la "voluntad y esperanza de cambio" en el Ejecutivo.
"Quedó claro que hay un vencedor, el Partido Socialista. Y hay unos derrotados, los partidos del Gobierno", ha proclamado el líder socialista en Lisboa frente a simpatizantes.
Victoria histórica de los socialistas en Lisboa
Passos Coelho ha felicitado al PS por la clara victoria en los comicios locales, y ha reconocido que los resultados del PSD son los peores en décadas, solo semejantes a los de mediados de los 90 o finales de los 80.
En Lisboa, el socialista António Costa ha arrasado a su rival conservador con más del 50 % de los sufragios, mientras que en Oporto, tradicional bastión del PSD, la sorpresa de la noche ha sido el triunfo del independiente Rui Moreira.
El alcalde socialista de Lisboa, António Costa, ha celebrado su reelección como "la mayor victoria" de un partido en la historia de la capital portuguesa y ha defendido que hay una alternativa en la política a nivel nacional.
En el poder desde las elecciones anticipadas de 2007, António Costa, de 52 años, obtuvo su tercer mandato, con cerca de la mitad de los votos, frente al candidato del Partido Social Demócrata (PSD, centro-derecha), Fernando Seara.
El triunfo ha sido para Costa también la expresión de la voluntad ciudadana por una "política alternativa" a la del Gobierno nacional en manos de la mayoría conservadora.
El socialista ha defendido la gestión de su mandato como un ejemplo de que es posible "combinar rigor y responsabilidad social", así como bajar impuestos y controlar la deuda pública.
Baja participación
Las municipales de este domingo se han desarrollado con una alta abstención de en torno al 44 %, superior a la del 2009 y atribuida al desencanto de los portugueses con los partidos políticos y al discreto seguimiento de la campaña por parte de las televisiones lusas.
El PSD y el PS, los grandes partidos que se han alternado en el poder desde 1974, midieron fuerzas por primera vez desde las legislativas anticipadas de junio del 2011, un mes después de que Portugal firmase un rescate internacional.
El proceso electoral ha transcurrido con normalidad y solo se han registrado esporádicos actos de boicot en algunos colegios electorales por la reorganización administrativa que dicta la supresión de cerca de 1.000 juntas de distrito.