Portugal se enfrenta a unas elecciones municipales bajo el fantasma de la abstención
- 9,5 millones de portugueses están llamados a elegir a 308 alcaldes
- Cavaco Silva llama a la participación pese a la escasa cobertura televisiva
El Partido Socialdemócrata (PSD) y la oposición socialista se enfrentan en Portugal en unos comicios municipales en los que unos 9,5 millones de portugueses están llamados a elegir 308 alcaldes en la primera convocatoria a las urnas desde las legislativas de junio de 2011.
El presidente de la República, el conservador Aníbal Cavaco Silva, exhortó a los ciudadanos a depositar sus votos horas antes del inicio en un mensaje televisado a la nación. El jefe del Estado pidió, además, una revisión de la ley electoral que, en esta ocasión, "ha perjudicado" a los votantes por la limitada cobertura de las televisiones.
Las tres cadenas portuguesas en abierto se manifestaron en contra de la norma que consideraron demasiado estricta y difícil de cumplir por la falta de medios, dada la crisis económica que vive el país.
En los anteriores comicios municipales, celebrados en 2009, el Partido Socialista ganó con el 38% de los votos y 132 ayuntamientos, por delante del ahora gobernante PSD, que sumó un 23% y 138 alcaldías, aunque con la ayuda de partidos pequeños.
El fantasma de la abstención
Uno de los principales desafíos de esta cita electoral vuelve a ser la abstención, en alza en los últimos años por el desencanto de los votantes.
El Gobierno advirtió también de esperados atrasos en la divulgación de los resultados por la nueva ordenación del poder local, revisada el año pasado y que ha supuesto la eliminación de un millar de "freguesias" o parroquias, entidades menores integradas dentro de los ayuntamientos.
Las grandes batallas electorales se disputan en los gobiernos municipales de Lisboa, donde reside el poder político, y Oporto, considerado el principal polo industrial del país, las ciudades más importantes del país.
Los últimos sondeos proyectan una mayoría holgada para el actual alcalde socialista António Costa en la capital, con el 48% de las intenciones de voto. En Oporto, la carrera electoral está muy ajustada con tres candidatos en liza, el independiente Rui Moreira con un 29%, por delante del conservador Luís Filipe Menezes (26%) y el socialista Manuel Pizarro (24%).
El líder socialista y favorito en las encuestas nacionales, António José Seguro, ha considerado la votación como una prueba de castigo al Ejecutivo. En cambio, el primer ministro del PSD, Pedro Passos Coelho, que cumple dos años y medio en el poder, lo ha negado y ha sostenido que los resultados no afectarán a su política.
Su llegada al poder en junio de 2011 vino precedida por una crisis política que derivó en elecciones anticipadas y el rescate de 78.000 millones de euros pedido a la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI).