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'Generación Tocata', un divertido repaso a la música pop de los 70 y 80

  • Es obra del experto en temas nostálgicos, Guillem Medina
  • "Todavía existe la canción del verano", asegura Guillem

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Portada de un disco de Raffaella Carrà y fragmento de la portada de 'Generación Tocata', de Guillem Medina
Portada de un disco de Raffaella Carrà y fragmento de la portada de 'Generación Tocata', de Guillem Medina

GUILLEM MEDINA (Barcelona, 1968)

Lilcenciado en Periodismo y Bellas Artes ha trabajado como redactor y fotógrafo para dversos medios como Diari de Barcelona, El Observador, El Temps, Avui, Montcada Ràdio, Ràdio Nou Barris, COPE Miramar, BTV Ciutat Vella... Publicó su primer libro de fotografía 'Dare', con la editorial alemana Bruno Gmunder. También los libros 'Chicas de cómic' (Glenát), 'Toyland Made in Spain' (Astiberri), 'Abuelito, dime tú', 'Mi mono Amedio y yo' '30 centímetros... (o menos)', '¿Quién mató a J.R. (Los cuatro con Diábolo) . Actualmente, colabora con numerosos medios gráficos como periodista y fotógrafo, continúa exponiendo sus trabajos y dirige la revista online Toyland Magazine (www.toylandmagazine.com)

Generación Tocata (Dolmen) es un curioso y divertido repaso a la música pop de los 70 y los 80, a una época en la que todos teníamos una banda sonora que nos acompañaba y que seguimos recordando con cariño. Un libro de un especialista en temas nostálgicos, Guillem Medina (Abuelito, dime tú, Mi mono Amedio y yo, ¿Quién mató a J.R.?, Chicas de cómic, 30 centímetros... (o menos).

"Se trata de un repaso nostálgico a la música Pop de los años 70 y 80 -asegura Guillem-, la que podíamos disfrutar escuchando y viendo programas de televisión como Aplauso, Tocata, A tope y, posteriormente Rockopop. Y es que en aquellas décadas había multitud de programas donde ver nuestros cantantes favoritos, como 300 millones, Señores y señoras, incluso en la subasta del Un, dos, tres o en el matutino infantil Sabadabada y más tarde La bola de cristal. Luego llegó la MTV, la cultura del video-clip y todo aquello se perdió.

El título homenajea al famoso programa de TVE: "Pienso que el título resume perfectamente una época, cuando los discos eran de vinilo (ahora también claro, pero en plan revival y como una rareza). Cuando te comprabas primero el single, como adelanto de lo que sería el LP posterior. Recuerdo especialmente el llamado “Comediscos” que era un aparato estilo caja-bolso, donde introducías el disco por una ranura y sonaba, la calidad era pésima pero te podías llevar la música a la playa, a los guateques. Y pienso que el programa, presentado por Mercedes Resino y José Antonio Abellán entre otros, mostraba la amplia oferta de música existente en el momento, tanto nacional como extranjera.

Incluye las letras de canciones míticas

"En el libro -asegura Guillem- se pueden encontrar diversos apartados dedicados entre otros a la música infantil, el Festival de Eurovisión, la Canción del verano, los ídolos de las adolescescentes con las fotos de los cuales forraban sus carpetas, el flamenco pop, la era del techno, la denominada spaghetti disco, y muchos otros más que intentan abarcar todos los estilos dentro del mundo del Pop en aquel momento. Y a pesar de que el repaso es extenso, seguro que alguno se ha quedado en el tintero".

Una de las cosas más curiosas es que ellibro incluye las letras de canciones míticas: "Las letras -explica Guillem- son básicas si lo que queremos es que la gente recuerde esta época. He intentado al menos poner una canción de cada cantante o grupo destacado, a veces la más popular o la que la gente le pueda traer mejores recuerdos, no siempre las que tenían mayor calidad. Se trataba de un recurso que usé en los anteriores libros Abuelito dime tú y Mi mono Amedio y yo y funcionó muy bien, porque veías al lector cantando, es automático: ver la letra de un tema conocido y como mínimo tararearla".

"Una imagen vale más que mil palabras"

Además, las numerosas imágenes nos recuerdan los estilismos de la época: "En un libro de estas características es básico que hayan muchas imágenes que acompañen los textos -comenta Guillem-, en general son carátulas de discos que todo el mundo tiene en la memoria, como siempre “una imagen vale más que mil palabras” y mejor ver los estilismos de algunos cantantes antes que describirlos con detalle. Los ochenta no fueron ni mejores ni peores que otras épocas, claro que hubo cantantes fuera de lo normal como Casal, Boy George, Grace Jones o los Sigue Sigue Sputnik, pero pienso que tras una cuidada imagen había una buena música, si no no hubiesen sobrevivido con el paso del tiempo".

Hemos preguntado a Guillem cómo recuerda esos sábados de su adolescencia: "Al englobar dos décadas en este libro, mis sábados pasaron de ser los habituales de un niño que se quedaba embobado mirando la tele a todas horas, y la programación del sábado era muy tentadora: primero la ración de dibujos animados estrella (dícese Heidi, Marco, etc) después la película, más tarde el programa musical que tocase y luego quizás otra teleserie y así casi se te hacía la hora de cenar. Cuando ya fui más mayor y empecé a ir por las discos la música que sonaba era la Spaguetti disco, entonces empiezas a comprarte los primeros discos (hasta entonces como mucho había comprado casettes de Parchís, Enrique y Ana y el resto) y vas ampliando tu radio de acción. Al no tener hermanos mayores como referentes musicales, me iba creando mi propia discografía a partir de lo que veía en televisión o escuchaba en la radio".

La banda sonora de 'Generación Tocata'

Preguntamos a Guillem cuál sería la banda sonora de este libro: "Uff, pues muy variada es imposible elegir solo un estilo porque la música te ayuda a revivir recuerdos y ya te digo que mis primeras tardes en la disco suenan a Spaguetti Disco, y los días tumbados al sol en verano sonarían a Los Diablos, Fórmula V y Georgie Dann. Y en mi infancia sonó sobre todo la banda sonora de la película Grease, que no pude ver en el cine en su momento porque era muy pequeño, pero que, gracias a la televisión, me sabía todas las canciones y junto a mi primo hacíamos incluso las coreografías de John Travolta y Olivia Newton-John".

Frete a esa época, Guillém asegura que: "La música ahora es básicamente escasa. Antes cada mes tenias una docena de novedades de todos los estilos. Comprabas el single por la canción pero también por coleccionar todo el material que saliese de tu cantante favorito. Al no existir Internet la única forma de conseguir música de forma “alternativa” era grabártela directamente de la radio cuando la emitían, con los consiguientes comentarios del presentador y las falcas publicitarias que se te colaban. Yo llegué a tener casettes y casettes grabadas con las canciones que me gustaban. El repaso de los cuarenta eran una mina. Luego llegó el vídeo y fue el mismo proceso. Tenía cintas grabadas con cientos de video-clips de mis cantantes favoritos. Ahora nadie compra música, todo es bajarlo de Internet, legal o ilegalmente, ya no se aprecia el diseño de la portada, el interior del cd, todo esto se ha perdido".

La "guerra mamaria" y la canción del verano

En el libro Guillem dedica un capítulo a lo que llama "La guerra mamaria": "Lo cierto es que fue más un montaje publicitario que otra cosa, y duró una temporadita, pero fue muy comentado, incluso las revistas llamadas “serias” de nuestro país le dedicaron un espacio. Frente al dominio británico de Samantha Fox y el poderío italiano de Sabrina Salerno, nosotros teníamos a Marta Sánchez que era la abanderada nacional (con permiso de Rocío Jurado). El punto álgido fue la actuación de Sabrina en el especial Fin de Año de TVE y ese pezón saltarín que se empeñaba en salirse del minúsculo sostén. Visto hoy en día, fue una tontería (y más cuando poco después las Mamachicho enseñaban las tetas sin ningún rubor). Pero forma parte de nuestra educación sexual juvenil".

En cuanto a la canción del verano Guillem asegura que: "Creo que todavía existe la canción del verano, quizás no se promociona tanto como antes, pero es indudable que hay pelotazos que solo tienen razón de ser con lo calores veraniegos. Casi siempre son ritmos latinos, pachangueros, con letras intrascendentes y coreografías pegadizas que pueda bailar desde la niña de 5 años al jubilado de 70. Otra fórmula actual son los anuncios de cervezas estrechamente ligados a una canción determinada, o las sintonías que algunas cadenas de televisión crean especialmente para esas fechas. Y aunque no te guste la canción a base de tanto machacarla se te acaba pegando".

Guillem ya trabaja en su próximo libro, que también será nostálgico: "Lo próximo que aparecerá serán un libro dedicado a todos aquellos pastelitos, yogures y chucherías que nos comíamos con tal de acabar las colecciones de cromos. Un nuevo recorrido nostálgico visual, pero también gustativo y olfativo, je,je,je".

Y no olvidéis visitar la sección de Música en el Archivo de RTVE.es, os esperan un montón de sorpresas