París se rinde al misticismo dramático de Valentino
- Valentino recrea la estética colorista de las culturas del Mediterráneo
- Lagerfeld revisa los clásicos inspirado en las técnicas de pintura
- Slimane logra, por fín, dar con la clave de la casa Saint Laurent
La casa Valentino continúa con su estética enmarcada en una barroca y rica mezcla de tejidos, los detalles artesanos y las referencias ornamentales. Ahora son las culturas del Mediterráneo las fuentes de inspiración, y se nota en esta colección de exquisitos bordados , generosas aplicaciones y estampados de estilo bizantino, griego o romano.
El negro absoluto se mezcla con un rojo oscuro, un verde profundo y el coral. Juntos forman una exquisita paleta de colores con la que recrean mosaicos, pinturas decorativas, pavimentos y murales que recuerdan a los interiores de algunos de los templos más famosos de esas culturas.
Misticismo y drama
La silueta tiende a la verticalidad, con un volúmen muy restringido y un corte recio. Regio es el estilo, casi eclesiástico, pero los bolsos y los chalecos de flecos rebajan la intensidad dramática de la colección.
Se trabaja con ricos abalorios para obtener texturas de lujo, y se usan encajes y tul para enfatizar el carácter festivo y nocturno que recorre la propuesta, que es de gran riqueza visual, y de una belleza y plasticidad impactantes.
Los collares de las modelos representan a los signos del zodiaco del reloj de la catedral de San Marcos de Venecia, fuente suprema de inspiración para la casa.
Chanel monta un museo con sus iconos
La invitación para el desfile de Chanel enviada por Karl Lagerfeld es un lienzo y la colección se titula Art. Con estas pistas y una pasarela convertida en un improvisado museo de pintura y escultura con algunos de los códigos de la casa estaba claro por dónde iban a ir sus propuestas.
Con un talento inagotable, el alemán revisa patrones y el estilo de la mítica maison, siempre añadiendo un detalle de tendencia, una silueta diferente y un patrón novedoso. Pequeños avances para contentar a su ejército.
La colección destaca por la enorme variedad de texturas conseguidas, un guiño a todas las técnicas de pintura: gotelé, esfumato, spray, difuminado y lacado conseguidos con tweed, degradés, estampados urbanos y tonos metalizados.
Técnicas de pinturas, llamativas texturas
Llaman la atención las prendas trampantojo que engañan a la vista, como los vestidos que parecen llevar una chaqueta sobre los hombros cuando en realidad forma parte del mismo patrón o los botines que parecen zapatos con calcetines del mismo color.
La camelia, símbolo de la casa, se lleva ahora en prendas de punto asimétricas que van sobre camisas blancas, un look estudiante de Bellas Artes. Los collares de perlas se reducen a colgantes de dos bolas en tamaño XXL, un diseño más actual.
Hay prendas de carácter minimalista, en línea sencilla y escasos trazos en negro sobro un fondo blanco; pero también otras con tejidos de ricas aplicaciones o con llamativos golpes de color.
Bellísimo el maquillaje de fantasía de las modelos, realizado por Peter Phillips. Pequeñas obras de arte para observar muy de cerca.
El auténtico espíritu Saint Laurent
Ahora sí. Hedi Slimane ha logrado cerrar las bocas que decían que no estaba a la altura del puesto de director creativo de Saint Laurent. La colección contiene la esencia de la casa y la energía del maestro Yves.
Slimane reinterpreta clásicos de la firma como el esmoquin, las saharianas o los estampados arty añadiendo su sello personal, ese toque rebelde, canalla, outsider. Vamos por partes.
Las chaquetas del esmoquin salen en largo levita o en corto torera, pero también convertidas en un chaleco de tejido brillante, realizadas en cuero o con escote frac.
Para la noche,el esmoquin
La sahariana es ahora una cazadora perfecto en verde militar y los motivos que el diseñador estampa o borda son labios en rojo carmín, rayas, llamaradas, pieles salvajes y naturalezas geométricas.
Los vestidos, al contrario que en su primera colección para Saint Laurent, llevan la falda muy corta, escotes asimétricos y transparencias con topos. Los vemos en azul, verde, dorado y, por supuesto, en negro, como le gustaban al genial Yves. Con la ausencia de vestidos largos, es el esmoquin la mejor opción para las largas noches de verano.