Angelino Alfano, halcón y paloma de Berlusconi
- Hasta hoy ha sido el hombre de confianza de Berlusconi
- Tras años de fidelidad y humillaciones ha roto con su líder
El guardaespaldas de Silvio Berlusconi se ha cansado de proteger a su amo. Angelino Alfano ha salido de la sombra de Il Cavaliere para reivindicar la dignidad política que el magnate parecía haberle robado.
El abogado siciliano de 42 años le debe toda su vida política a Berlusconi, pero ha tenido que pagar un alto precio. Siempre sometido a la “esquizofrenia” del tres veces primer ministro, ahora ha dicho 'basta' y encabeza el grupo disidente del Pueblo de la Libertad que se desmarca del jaque al Gobierno presentado por su líder.
Alfano se incorporó a Forza Italia en 1994 y desde entonces siempre estuvo al lado del líder. Era uno de los fidelísimos. En 2008 dio el salto al Gobierno central convirtiéndose en ministro de Justicia. Ahora ocupa la cartera de Interior y es viceprimer ministro.
Estar en el círculo de confianza de Il Cavaliere le ha costado numerosas humillaciones. La más dolorosa fue en 2011 cuando tras el bacatazo electoral del centroderecha en las municipales, Berlusconi lo nombró su delfín para, meses después, volver al ruedo y relegarle a ser su eterno número 2.
Matrimonio de conveniencia
Esa traición fue una herida de muerte a su relación de fidelidad con Berlusconi. La otra bala la recibió este fin de semana, cuando Berlusconi forzó su dimisión y la de otros cuatro ministros para eludir sus responsabilidades con la Justicia. Este viernes el Senado decide su inhabilitación y, por tanto, la pérdida de su inmunidad judicial por su condena en firme por fraude fiscal.
No se trataba de un sacrificio por el partido o por Italia, sino de nuevo, por el pellejo de Il Cavaliere. Y ahí es donde Alfano ha roto la baraja.
La ironía es que fue el propio Alfano quien se encargó de blindar ante la justicia al jefe de Gobierno y a los otros tres cargos principales del Estado italiano con una norma conocida como ley Alfano que después fue tumbada por el Tribunal Constitucional.
Berlusconi llegó a decir de él que era “bravo”, pero que el faltaba un “hervor” para ser su digno sucesor. Ahora, en cambio, lidera la corriente del partido que desafía dos décadas de unidad en el centroderecho bajo su bastón de mando. Las palomas se han comido a los halcones.