La alcaldesa de Lampedusa: "No sabemos dónde meter ni a los vivos, ni a los muertos"
- Los testigos dicen que hay muchos cadáveres: Es un cementerio en el mar"
- El papa, que visitó la isla en verano, dice que lo ocurrido es una "vergüenza"
- Casi 100 inmigrantes han muerto al intentar llegar a la isla italiana
Los pescadores y guardacostas de Lampedusa se miran con perplejidad y espanto. “El número de víctimas va en aumento. Nunca ha sucedido que tantos muertos fueran recuperados en la costa de Lampeduasa. Es un cementerio en el mar”, afirma Francesco Viviano en el diario La Repubblica.
Más de un centenar de inmigrantes han muerto, entre ellos mujeres y niños, al naufragar la barcaza en la que viajaban 500 personas frente a la isla italiana de Lampedusa, al sur de Sicilia, esta madrugada. Los guardacostas buscan a 250 desaparecidos. Los testigos aseguran que hay decenas de cadáveres flotando en el agua.
La alcaldesa de la isla está sobrecogida. “El mar está lleno de cuerpos. No sé dónde voy a meter ni a los vivos ni a los muertos", ha afirmado Giusi Nicolini. Y, entre lágrimas ha pedido a las televisiones que vayan a grabar el “horror”.
“No dejan de llegar barcos y descargar muertos. Los medios de comunicación tienen que venir a ver esto. Es impresionante”, ha lamentado. "Se trata de una tragedia inmensa".
Nicolini ha relatado cómo los cadáveres recuperados son depositados en uno de los muelles de la pequeña isla, mientras se busca otro lugar, que podría ser el hangar del aeropuerto. Pero la situación también empieza a ser dramática en el centro de acogida de inmigrantes de la isla, en el que actualmente se alojan 1.350 personas a pesar de que tiene una capacidad para unas 700.
En esta línea se anunciaron asimismo denuncias por omisión de socorro, ante los testimonios que indican que tres pesqueros no prestaron ayuda a la embarcación cuando se encontraba en mar abierto.
"¿Hasta cuándo este horror continuo?"
Según la alcaldesa, los supervivientes han explicado cómo se desencadenó la tragedia. Llevaban varias horas en alta mar y no conseguían llamar para ser rescatados por lo que decidieron encender un fuego prendiendo una manta para ser localizados.
“Es un cementerio en el mar“
Entonces el barco se incendió, muchos inmigrantes se arrojaron al mar presos del pánico y quedaron a la deriva. De la embarcación solo quedan algunos trozos y un rastro de aceite en el mar.
"Basta ya. Es un horror continuo. ¿Hasta cuándo?", se pregunta la alcaldesa que, denuncia desde hace meses la "dejadez" de las instituciones europeas ante estos dramas. Desde su elección en 2012 lleva batallando para que todo el mundo conozca el drama que se vive en Lampedusa.
Al parecer, la alcaldesa ha escrito un telegrama al primer ministro Letta pidiéndole que se acerque a la isla: "Venga aquí a contar los muertos conmigo", ha escrito Nicolini. El pasado febrero escribió una carta a la Unión Europea en la que pedía ayuda bajo el título: "¿Cuán grande tiene que ser el cementerio de mi isla?".
“Señor Letta, venga a contar los muertos conmigo“
"No pueden seguir viniendo en estas condiciones. Si sigue así sería mejor que fuéramos a por ellos", ha afirmado la alcaldesa.
A la tragedia también se ha referido el vice primer ministro, Angelino Alfano, en clave europea. "Este es un drama europeo y no sólo italiano. Lampedusa tiene que ser considerada una frontera europea y no solo italiana", ha dicho el vice primer ministro, quien ha exigido permiso para que Roma pueda extender sus patrullas "más allá de sus aguas territoriales".
El papa: "Es una vergüenza"
Nada más enterarse de la noticia la comisaria europea de Interior, Cecilia Malmström, ha pedido en Twitter redoblar los esfuerzos contra los traficantes que explotan la "desesperación" de inmigrantes indocumentados. "Estoy horrorizada por la tragedia de Lampedusa", ha escrito.
El papa Francisco, que visitó la isla este verano, no ha podido contener la rabia al enterarse de lo sucedido. "No puedo sino recordar con gran dolor el enésimo naufragio frente a Lampedusa. La palabra que me viene a la cabeza es vergüenza. Es una vergüenza", ha afirmado.
La pequeña isla de Lampedusa, la más meridional de Italia, se ha convertido en los últimos años en la primera puerta de entrada hacia Europa para los inmigrantes que intentan llegar desde de África a través del Mediterráneo, ya que apenas la separan 120 kilómetros de las costas tunecinas y 200 de la isla de Sicilia.
En 2011, con el estallido de la primavera árabe, casi 50.000 inmigrantes llegaron a la isla, muchos de ellos procedentes del África subsahariana, incluyendo a los refugiados de las guerras de Etiopía y Somalia, y también a aquellos que escapaban de Libia y Túnez. En 2012, según la agencia europea Frontex desembarcaron 10.379. Y sólo en los seis primeros meses de 2013 ya han llegado a la isla mediterránea un total 3.648 inmigrantes.