El Velázquez retratista al servicio del rey, en el Museo del Prado
- "Velázquez y la familia de Felipe IV" abrirá del 8 de octubre al 9 de febrero
- Podrán verse en España obras como la copia de Las Meninas de Martínez del Mazo
- También se exhibe el retrato de El Papa Inocencio X (1650), del Wellington Museum
Un total de 29 obras que representa el conjunto de retratos más importante realizado en la corte española entre mediados y finales del siglo XVII es lo que nos ofrece el Museo del Prado en "Velázquez y la familia de Felipe IV (1650-1680)", su gran exposición de la nueva temporada.
Desde el próximo martes 8 de octubre y hasta el 9 de febrero de 2014, los visitantes del Museo del Prado podrán ver las obras de este importante periodo del retrato español, al que pertenece la obra cumbre de Diego Velázquez, Las Meninas. Como gran apuesta e incentivo de la exposición, el original del Prado estará acompañado de la copia realizada por Martínez del Mazo, procedente de Kingston Lacy (The National Trust) y que se expondrá por primera vez en España.
La exposición, que ha sido presentada este viernes a la prensa, analiza por primera vez la actividad como retratista que realizó el maestro sevillano en sus últimos once años de carrera al servicio del rey Fernando VI, considerado el monarca con mayor conocimiento sobre pintura de la historia y al que el Prado debe el ser poseedor de la mayor colección de obras de Velázquez.
La exposición, comisariada por Javier Portús, jefe de Conservación de Pintura Española del Museo del Prado, incluye también la continuación de esa labor de retratista de la familia real que hicieron sus sucesores Juan Bautista Martínez del Mazo, su yerno, y Juan Carreño, durante las décadas de 1660 y 1670.
El retrato de El Papa Inocencio X
Otro de los alicientes: se podrá ver en primicia para España en esta exposición el retrato de El Papa Inocencio X (1650), del Wellington Museum de Londres, que es una versión del conocido retrato del pontífice que se exhibe en la Galería Doria Pamphilj de Roma (el cuadro del que el papa retratado se quejó por su 'excesivo' realismo). Esta copia la hizo el propio Velázquez para sí mismo y se la llevó a Madrid y la conservó hasta su muerte.
Este retrato del pontífice es la obra con la que arranca la exposición, en una sección bajo el título "De Roma a Madrid", que se centra en la segunda estancia del pintor sevillano en Roma en 1650 y donde realizaó una docena de retratos de corte papal, de los que perviven seis y cuatro de ellos pueden verse en la exposición. En estos retratos el artista amplió de forma decisiva sus registros expresivos "logrando reflejar con auténtica maestría la personalidad e inquietudes de sus modelos".
También se mostrarán aquí los retratos de los cardenales Camillo Massimo de The Bankes Collection (National Trust), de Camillo Astalli Pamphilj, de la Hispanic Society of America de Nueva York, y del oficial mayor de la secretaría del Papa Ferdinando Brandani, nueva identificación del llamado Barbero del Papa del Museo del Prado.
En el apartado "Las dos primas" se documenta el regreso de Velázquez a Madrid en 1651, reclamado insistentemente por el rey Felipe IV, quien había contraído matrimonio con Mariana de Austria en 1649. Obras como Felipe IV, La infanta María Teresa o La reina Mariana de Austria, muestran la vuelta al hieratismo y la distancia que el pintor había empleado en sus retratos antes de su expresiva época romana.
En esta sección, "núcleo central de la muestra", se recogen los retratos reales que Velázquez hizo de la familia real desde su llegada a Madrid hasta su muerte en 1660, obras que forman un "capítulo aparte" en su carrera por "su singularidad iconográfica y técnica y por su nivel de calidad extremadamente alto".
El universo femenino e infantil y sus sucesores
La exposición continúa con una sección dedicada a los retratos que dedicó Velázquez al entorno femenino e infantil de la familia real, con obras como Lainfanta María Teresa, El príncipe Felipe Próspero o La infanta Margarita, en azul y oro
, todas pertenecientes a la colección del Kunsthistorisches Museum de Viena.
El cuarto apartado se dedica al original de Las Meninas de Velázquez, aunque la obra permanecerá expuesta en su lugar habitual (sala 12 del edificio Villanueva), la "formidable reivindicación del género del retrato" del maestro sevillano, que plasma un magnífico ejemplo de "pintura de historia", reflejo de la sofisticación de la corte, y que él aprovechó para hacer un "ejercicio de autoafirmación social y profesional" con su autorretrato.
La penúltima sección se dedica a la labor del taller que Velázquez tuvo que poner en activo porque con la llegada de la nueva reina y el nacimiento de nuevos descendientes se multiplicó el número de retratos; mientras que la última analiza el retrato cortesano posterior al artista andaluz de la mano de Martínez del Mazo y Carreño, que renovaron la iconografía real dándole un estilo más barroco.