Aprobado el nuevo acuerdo de pesca de la UE con Mauritania, que perjudica la captura del pulpo
- El protocolo beneficia a otros sectores, como los marisqueros andaluces
- No ha habido unidad de voto de los eurodiputados españoles
El pleno del Parlamento Europeo ha aprobado este martes de forma definitiva la renovación del protocolo de pesca con Mauritania que beneficia a algunos sectores en España -como los marisqueros andaluces-, pero que rechaza frontalmente Galicia, ya que cierra el caladero mauritano a la flota cefalopodera europea, centrada en el pulpo. Hasta el último momento, el Gobierno de España ha realizado gestiones para evitar la aprobación.
El acuerdo ha salido adelante con 467 votos a favor, 154 en contra y 28 abstenciones, a pesar de la opinión en contra de la Comisión de Pesca de la Eurocámara. Los eurodiputados españoles han votado divididos: la mayoría de los del Partido Popular se ha opuesto, los socialistas andaluces se han pronunciado a favor, en contra los gallegos del PSOE y el resto se han abstenido.
Este convenio es el más importante en volumen y variedad de especies de los que la Unión Europea ha negociado con terceros países.
Sin embargo, en septiembre del año pasado, España y otros cuatro países (Portugal, Lituania, Letonia y Polonia) dirigieron una carta a la Comisión Europea en la que expresaban su "profunda preocupación" por el convenio, al considerar que sus posibilidades pesqueras y las condiciones técnicas acordadas ponen en peligro la viabilidad financiera y la sostenibilidad de la flota europea.
Más de 100 millones por 300.000 toneladas al año
El pacto acordado en julio de 2012 por Bruselas concede licencias a los europeos durante dos años a cambio de una contrapartida anual de 70 millones de euros de las arcas comunitarias. A eso se suman otros 40 millones que deberán aportar la flota por los permisos.
Respecto a los aspectos técnicos, los barcos europeos podrán pescar 300.000 toneladas anuales en total y enrolarán a un 60% de marineros mauritanos.
El Ejecutivo comunitario pactó con Mauritania medidas transitorias para que estuvieran en vigor mientras se completaba el proceso de ratificación en la Unión Europea.
La flota española en general, principal interesada de las europeas en este acuerdo, rechazó acudir a faenar a aguas mauritanas durante la aplicación provisional del acuerdo, por considerar que sus condiciones eran "inaceptables".
Las licencias para la flota comunitaria permitirán pescar varias especies de fondo, entre ellas los camarones, el atún y la pesca pelágica, también para marisqueros, pero deja fuera a los cefalopoderos por la escasez de recursos. El sector niega ese argumento y asegura que en las aguas mauritanas hay excedente de pulpo.
"Muy decepcionante y económicamente inviable"
Los pescadores creen que el acuerdo tendrá un impacto negativo para la flota, la industria auxiliar y la población local, y han alertado de que apenas el 5% de la flota que podría estar faenando en los caladeros mauritanos lo está haciendo.
La Confederación Española de Pesca (CEPESCA) calificó el convenio de "muy decepcionante e inviable económicamente" el nuevo acuerdo pesquero, que -ha dicho- será el más caro de los que la UE mantiene con terceros países.
Se quejaban de que el nuevo acuerdo deja fuera a la flota cefalopodera, incrementa más de un 300% los cánones que tendrán que pagar los armadores marisqueros y merluceros, y delimita unas zonas para la pesca del marisco que no cubren las expectativas de captura pactadas.
Durante el último año, los pescadores españoles y el Gobierno han reclamado la renegociación del convenio y la comisaria de Pesca, Maria Damanaki, obtuvo a última hora algunas "mejoras técnicas" que sirvieron para levantar las reservas de la mayoría de artes españolas, no así las de los cefalopoderos ni las del Gobierno.
La UE y Mauritania han celebrado siete rondas de negociaciones para renovar el acuerdo que expiraba el 31 de julio de 2012. El acuerdo anterior, vigente desde 2008, ofrecía licencias para 110 buques europeos, de los que 60 eran españoles -marisqueros, cefalopoderos o atuneros- y de ellos, unos 40 procedían de Andalucía.
En contrapartida, con el anterior protocolo, la UE pagó a Mauritania 76,25 millones de euros anuales, que supusieron casi un tercio de sus ingresos presupuestarios.