Castor reconoce "relación directa" entre su almacén y los seísmos de magnitud inferior a tres
- Así lo ha dicho el ministro de Industria que visita el almacén en Castellón
- Castor atribuye los terremotos que superan esta magnitud a "alguna falla"
La empresa que gestiona el almacén de gas subterráneo Castor ha reconocido que en los seísmos de magnitud inferior a tres "sí que se ve una relación directa" con la inyección de gas, pero en los superiores a esta intensidad la causa "sería el movimiento de alguna falla", aunque no la de Amposta.
Así lo ha declarado a los medios en la sede del Centro de Coordinación de Emergencias de la Generalitat el ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, tras visitar junto a su homólogo de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, y el president de la Generalitat, Alberto Fabra, la planta del almacén subterráneo, situada frente a las costas de Vinaròs en Castellón.
Además, el ministro de Industria ha asegurado este martes que "no habrá autorización para reabrir la actividad" del almacén de gas del proyecto Castor hasta que no haya un informe convincente" de que existen "plenas garantías de seguridad para la población".
En todo caso, ha advertido de que el Gobierno "solo se guiará por los informes y criterios del Instituto Geológico Minero Español", que aún no se sabe cuándo estarán listos.
No se retomará la actividad hasta los informes geológicos
Soria ha puesto de relieve que los expertos de la empresa Escal, responsable del proyecto Castor, le han comunicado que, en su opinión, los movimientos sísmicos calificados con una intensidad de tres tiene relación directa con la actividad de almacenamiento de gas en las instalaciones subterráneas, mientras que en los de escala superior las causas estarían en el movimiento de alguna falla que la compañía descarta que sea la de Amposta, sobre la que sitúa el proyecto.
Preguntado por a quién correspondería pagar una indemnización en el caso de que deba decidirse un cierre definitivo de la planta, Soria ha indicado que el Gobierno no se plantea esta hipótesis, ya que actualmente está "en determinar qué ha pasado, por qué y si hay probabilidad de que se pueda reproducir en el futuro".
Además, esta tarde en la sesión de control al Gobierno del Senado, Soria ha vuelto a insistir en que "la mayor parte de expertos" considera que "no hay motivos para pensar que puedan ir a más". "No hay razón y eso es una buena noticia que da tranquilidad y confianza", ha añadido.
Soria ha respondido así al senador de CiU Ferrán Bel Accensi que ha recordado al ministro que no se produce ningún movimiento superior a tres desde el año 1930.
Ante las críticas por la ausencia de los alcaldes de los municipios catalanes en la reunión celebrada el pasado lunes, Soria ha defendido que le "hubiese encantado que se hubiesen sumado" y que no se les convocó porque no lo solicitaron.
En cuanto a las causas, ha recalcado que hasta que no tengan un informe de carácter científico no podrán saber lo que ha sucedido.
El senador Joan Saura Laporta también ha pedido al ministro que se esclarezcan las causas.
Por su parte, Alberto Fabra ha considerado "más que satisfactorio que el Gobierno garantice que hasta que no se tengan los informes de los expertos no se retomará la actividad de la planta".
Cinco seísmos de escasa magnitud durante la noche
Paralelamente, el entorno donde se encuentra el almacén ha vuelto a registrar esta pasada noche y madrugada cinco seísmos de escasa magnitud, el mayor de 2,1 grados, frente a los dos de la noche anterior.
Las distintas administraciones públicas enviaron este lunes un mensaje tranquilizador sobre los movimientos sísmicos que se están produciendo en el entorno del almacenamiento de gas Castor y aseguraron que sus actividades continuarán paralizadas hasta que la seguridad de la población esté garantizada.
Gobierno, comunidades autónomas, ayuntamientos afectados por los terremotos y diputaciones provinciales se reunieron el lunes para analizar la situación y compartir la información disponible hasta el momento.
El proyecto Castor, con una inversión de 1.200 millones de euros, trata de aprovechar un antiguo pozo petrolífero a 1.750 metros de profundidad bajo el nivel del mar, ubicado frente a las costas de Vinaroz (Castellón), para almacenar hasta un tercio de la demanda de gas del sistema durante 50 días.
El Ministerio de Industria paralizó la inyección de gas el pasado 26 de septiembre para estudiar su posible relación con los seísmos.