Musharraf recibe la libertad bajo fianza y se prepara para abandonar Pakistán
- Solo necesita que se cumplan "formalidades burocráticas" para poder abandonar el país
- Estaba procesado por el el asesinato de un destacado líder baluchi
- El Supremo considera que no hay pruebas "sustanciales" sobre su participación
El exgeneral y dictador pakistaní, Pervez Musharraf, tiene permiso para abandonar Pakistán desde este jueves, después de que el Tribunal Supremo de Pakistán (TS) le haya concedido la libertad bajo fianza al exgeneral Pervez Musharraf en una de las causas abiertas en su contra. Por el momento, continúa bajo arresto domiciliario a falta de que se resuelva un trámite burocrático.
"Este es el último caso por el que había dictada una orden de arresto contra el general Musharraf. Ahora solo falta que el Supremo dé las órdenes administrativas para que se levante el arresto", ha asegurado a Efe una portavoz del exmilitar golpista, Aasia Ishaque. "Musharraf podrá volar a Dubai este jueves una vez que se cumplan estas formalidades", ha asegurado la portavoz a Reuters.
Falta de pruebas “sustanciales”
Según medios locales, el Alto Tribunal ha tomado la decisión de darle la libertad bajo fianza en el caso sobre el asesinato en 2006 de Nawab Akbar Bugti, un destacado líder nacionalista baluchi, después de oír a los representantes de ambas partes.
Ante la falta de pruebas "sustanciales" sobre la participación de Musharraf en la muerte de Bugti -que murió por una explosión en la cueva en la que se refugiaba-, el Supremo dictó para el exjefe del Ejército una fianza de dos millones de rupias (unos 20.000 dólares).
El Supremo ha revocado una decisión del Tribunal Superior de Baluchistán, que decidió previamente mantener el arresto del que fuera líder del país entre 1999 y 2008.
"La decisión de levantar el arresto se tenía que haber tomado antes, en instancias judiciales anteriores", ha defendido la portavoz Ishaque, que ha añadido que el exmilitar se halla "contento y satisfecho" por el dictamen.
El caso de Benazir Bhutto
Musharraf fue acusado formalmente el pasado agosto por otro tribunal paquistaní de conspiración para asesinar a la exprimera ministra Benazir Bhutto, muerta en un atentado en 2007 que nunca fue aclarado.
El exgeneral tiene una tercera causa abierta relativa a la decisión de su Gobierno de imponer el estado de emergencia en 2007, durante el cual destituyó al presidente del TS, Iftikhar Chaudhry, y detuvo a cerca de 60 jueces.
Musharraf regresó a Pakistán el pasado marzo después de casi cuatro años de exilio autoimpuesto para participar en las elecciones generales del 11 de mayo, pero
fue descalificado debido a las causas que tenía pendientes.
El acorralamiento judicial comenzó poco antes de las elecciones generales -en abril fue puesto bajo arresto-, a las que Musharraf no pudo presentarse al frente del partido creado en torno a su figura.
El expresidente, el único de los cuatro dictadores militares del país asiático que ha sido acusado formalmente en un tribunal, había regresado semanas antes a Pakistán tras un autoexilio de cuatro años.