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Alice Munro, una extraña en el país de los Nobel

  • Solo trece mujeres han sido reconocidas en más de un siglo de premios
  • El perfil de los literatos premiados sigue siendo eurocéntrico y masculino
  • Munro incluye a Canadá en el selecto club de los países con Nobel
  • Francia es el país con más premiados pero el inglés es hegemónico

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Varios ejemplares de libros de Alice Munro expuestos en la Academia Sueca este jueves.
Varios ejemplares de libros de Alice Munro expuestos en la Academia Sueca este jueves.

Cuando Alice Ann Laidlaw (luego Alice Munro) nació en 1931 una granja al oeste de la provincia de Ontario (Canadá) solo tres mujeres habían ganado el Premio Nobel de Literatura.  Las tres eran europeas (una sueca, una italiana y una noruega) y apenas suponían el 10% de los galardones que se habían dado  haste ese momento.

Ochenta años después la relevancia de la literatura hecha por mujeres  es mucho mayor, pero apenas se ha notado en las decisiones de los  jurados de los Nobel. Con Munro,  son 13 las ganadoras del premio más prestigioso del mundo literario,  menos de un 12% del total de galardonados por el jurado noruego.

Un solo país, Francia, cuenta con tantos premios nobel de literatura como todo el sexo femenino, aunque más de la mitad de los reconocimientos a escritoras se han realizado entre 1991 y 2013, en lo que supone un reflejo del cambio de actitud del jurado de los premios, que en los últimos años ha tratado de equilibrar la tendencia a premiar a hombres europeos que reinó sin apenas discusión durante la mayor parte del siglo XX.

Desde el galardón a la sudafricana Nadine Godimer,  han   sido reconocidas la estadounidense Toni Morrison, la polaca Wislawa   Szymborska, la austríaca Elfriede Jelinek, la británica Doris Lessing,   la rumana Herta Müller y ahora la canadiense Alice Munro.

Más allá de Europa

Con la relatista también se logra plasmar otra de las tendencias en  boga: reconocer otras literaturas más allá de Europa y ampliar el club  de países con un premio Nobel de Literatura.

Canadá se estrena con Munro, al igual que Sudáfrica lo hizo con Godimer. El anterior galardonado en 2012, Mo Yan, era el segundo chino que acudía a Oslo a recoger el premio. El primero, Gao Xinjan, data del año 2000.

Así, aunque el chino sea el lenguaje más hablado del planeta, su  literatura apenas ha empezado a ser reconocida por los Nobel, que en los  últimos 50 años han acentuado el dominio de los escritores de lengua inglesa  debido al empuje de la literatura estadounidense y al reconocimiento de  la labor realizada por autores en antiguas colonias británicas, como  Sudáfrica o la propia Canadá.

Detrás del conglomerado de países angloparlantes se sitúan el francés y el alemán,  cuyas literaturas dominaron los galardones en la primera mitad del  siglo pasado. El castellano, pese al boom latinoamericano, se sitúa en  cuarto lugar, por delante del sueco, que tiene un lugar privilegiado  dadas sus vinculaciones con los Nobel.

La hegemonía del inglés, el francés, el alemán y el castellano viene acompañada con un claro predominio europeo en el reparto de los premios: tres de cada cuatro escritores galardonados provienen del Viejo Continente.  Los premios a literaturas como la latinoaméricana no llegaron hasta 1945 mientras que África y los países árabes tuvieron que esperar a los años 80.

Pero pese a que el androcentrismo y el eurocentrismo fueron de la mano en el comienzo de la historia de los Nobel, las diferencias entre europeos y no europeos se han recortado dramáticamente en los últimos 30 años, algo que no ha ocurrido con el 'gap' entre hombres y mujeres. Así, entre 1980 y 2013 ha habido siete mujeres premiadas, mientras que el número de no europeos galardonados fue el doble, 14.

Una prueba de lo que las escritoras aún tienen que esperar más de lo habitual para ser premiadas es la propia Munro, que con 82 años se convertirá en el quinto galardonado más longevo que recogerá el premio. En cabeza de este ranking de 'ancianos' ganadores del Nobel están dos mujeres: la británica Doris Lessing lo recogió con 88 años y la alemana Nelly Sachs con 85.