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Estados Unidos congela parte de su ayuda militar y económica a Egipto

  • A la espera de un progreso "creíble" hacia elecciones "libres y justas"
  • La Administración estadounidense no ha precisado el monto que recortará
  • Chuck Hagel ha telefoneado este jueves al jefe del Ejército, Abdel Fatá al Sisi

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El Gobierno de EE.UU. ha decidido congelar parte de la ayuda militar y económica a Egipto, después de "recalibrar" la asistencia estadounidense a la espera de un progreso "creíble" hacia elecciones "libres y justas", según ha anunciado en un comunicado la portavoz del Departamento de Estado, Jen Psaki.

Aunque no ha sido precisado el monto de la ayuda recortada,  la cifra podría ser de centenares de millones de dólares, principalmente  en ayuda militar, dentro de un volumen global de 1.500 millones de  dólares que Egipto recibe anualmente, y supone un giro drástico en la política hacia ese país.

El Gobierno egipcio ha reaccionado calificando la decisión de "errónea" y advirtiendo que el país "no se doblegará", según ha declarado a la radio egipcia un portavoz del Ministerio de Exteriores.

Sistemas militares y helicópteros

Tras una revisión ordenada por el presidente, Barack Obama, a raíz del derrocamiento del presidente egipcio Mohamed Morsi, EE.UU. ha anunciado la suspensión de la entrega de "ciertos sistemas militares a gran escala y asistencia económica al Gobierno, a la espera de un progreso creíble" hacia elecciones "libres y justas", según indica el comunicado.

Fuentes allegadas a la Administración Obama han indicado a la prensa que Washington prevé suspender una transferencia de 260 millones de dólares al contado y otros 300 millones de dólares en garantías de préstamo.

También suspenderá la entrega de helicópteros Apache y cazas F-16,  además de misiles antinavíos Harpoon y repuestos de tanques, han precisado.

La portavoz del Departamento de Estado ha dicho que, por otra parte, el Gobierno de EE.UU. continuará su asistencia para la seguridad fronteriza de Egipto, operaciones antiterroristas, y la seguridad en la península del Sinaí, además de ayudas "en áreas como salud, educación y desarrollo del sector privado".

También mantendrá sin cambios el suministro de recambios para equipos militares estadounidenses, así como la ayuda para la educación y capacitación militar, ha señalado Psaki.

"Estados Unidos continúa apoyando una transición democrática y se  opone a la violencia como medio para resolver las diferencias dentro de  Egipto. Continuaremos revisando periódicamente las decisiones respecto a  nuestra asistencia, y continuaremos trabajando con el gobierno  interino" para cumplir con las metas compartidas "en un ambiente libre de violencia e intimidación",  ha agregado Psaki.

Según la portavoz, Estados Unidos "quiere que Egipto tenga éxito, y  creemos que la alianza entre Estados Unidos y Egipto será más fuerte  cuando Egipto sea representado por un gobierno civil elegido  democráticamente, con base en el imperio de la ley, libertades  fundamentales y una economía abierta y competitiva".

Por su parte, el secretario de Defensa de EE.UU., Chuck Hagel, ha telefoneado este miércoles al jefe del Ejército de Egipto, Abdel Fatah al Sisi, para discutir la decisión de Washington, según fuentes de la Administración.

"Mensaje confuso"

Según el senador demócrata de Vermont, Patrick Leahy, con la decisión la Administración Obama está enviando un "mensaje confuso", porque por un lado "suspende parte de la ayuda, pero mantiene otra".

En agosto pasado, Obama ordenó una revisión de la ayuda de Estados Unidos a Egipto, y el anuncio de este miércoles supone un giro drástico de Washington en su relación con Egipto, un aliado clave en esa región.

No obstante la suspensión de parte de la ayuda, el Gobierno de Washington sigue sin declarar que la destitución de Morsi el pasado 3 de julio fue un golpe de Estado.

Morsi, que está detenido en un lugar secreto desde entonces, deberá comparecer ante un tribunal el próximo 4 de noviembre para responder a los cargos de incitar a la violencia y el homicidio.

Los cargos están relacionados con la muerte de al menos siete personas durante enfrentamientos entre grupos de la oposición y partidos de los Hermanos Musulmanes el año pasado.