La Organización para la Prohibición de las Armas Químicas gana el Nobel de la Paz 2013
- Su director general dice sentirse "complacido y sorprendido"
- La OPAQ está en Siria desde el 1 de octubre para destruir su arsenal
- 189 estados forman parte de la convención; Siria se unirá este lunes
- La Academia recuerda que EE.UU. y Rusia no han cumplido sus compromisos
Últimos Nobel de la Paz
- 2012: la Unión Europea
- 2011: Leymah Gbowee, Ellen Johnson-Sirleaf y Tawakul Karman
- 2010: Liu Xiaobo
- 2009: Barack Obama
- 2008: Marti Ahtisaari
- 2007: Al Gore y el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático
El Comité Ejecutivo de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) ha ganado el Premio Nobel de la Paz 2013.
La Academia noruega ha querido este año sacar del anonimato a la organización, con sede en La Haya, en un momento en el que se encuentra ante uno de los retos más importantes de su historia: destruir las armas químicas de Siria, uno de los países con los arsenales más potentes de la región. El galardón tiene una doble misión: reconocer el trabajo desarrollado hasta ahora y, sobre todo, servir de incentivo para la ingente tarea que tiene por delante en el país árabe.
"Hasta hace tiempo las armas químicas han sido un tabú en la sociedad internacional. El uso de estas armas químicas en Siria recientemente han subrayado la necesidad de seguir trabajando para prohibir estas armas”, ha declarado durante el anuncio del fallo,Thorbjørn Jagland, secretario del Comité Nobel.
"Durante la I Guerra Mundial hubo un uso considerable de las armas químicas - ha recordado Jagland - La Convención de Ginebra de 1925 prohibió el uso, pero no la producción ni el almacenamiento, de armas químicas. Durante la II Guerra Mundial se emplearon medios químicos para los exterminios en masa de Hitler", ha proseguido.
Desde entonces, este tipo de armamento ha sido utilizado "en numerosas ocasiones tanto por Estados como por terroristas", ha agregado.
"Complacido y sorprendido"
El director general de la OPAQ, el turco Ahmet Üzümcü, ha comparecido en rueda de prensa en la sede de la organización en La Haya y ha agradecido el galardón. Üzümcü ha dicho aceptar el reconocimiento "con humildad" y sentirse "complacido y sorprendido".
El director general ha hablado de la "historia de éxito" de la eliminación de las armas químicas a raiz de la convención internacional para su eliminación, aprobada en 1993 y ratificada por 189 países.
También ha explicado que le gustaría que, como consecuencia de la concesión del Nobel, los seis países que aún no están adheridos a la Convención (Egipto, Sudán, Angola, Corea del Norte, Birmania e Israel) lo hagan ahora. Siria firmará la Convención el próximo lunes.
En el fallo, la Academia noruega ha aprovechado para recordar también que otros países, como EE. UU. y Rusia, no han cumplido los plazos para eliminar sus arsenales. No obstante, Üzümcü se ha mostrado convencido de que todos los estados miembros cumplirán sus compromisos.
Misión en Siria
El diplomático turco ha reconocido también el impacto que ha tenido el conflicto de Siria sobre la campaña contra las armas químicas.
"Nuestra organización ha visto imágenes horrendas. Debiera considerarse un incentivo de los esfuerzos de la comunidad internacional para prohibir las armas y evitar que esas atrocidades se repitan", ha dicho.
Üzümcü se ha mostrado confiado en que "la profesionalidad que los expertos de la OPAQ han acumulado en sus 16 años de existencia consiga cumplir con los plazos establecidos en Siria".
Uzumcu también ha explicado que los 27 inspectores desplazados en Siria han recibido la noticia con el mismo júbilo que el resto de los integrantes de la OPAQ. "Contacté con ellos esta mañana antes de saber a ciencia cierta que nos daban el premio. Es un reconocimiento que especialmente va para ellos porque están trabajando en un medio muy difícil", ha agregado.
La organización, que nació en 1997 y este año celebra el vigésimo aniversario de la firma de su convención, se encuentra desde el 1 de octubre en Siria como parte del acuerdo alcanzado por Rusia y EE.UU. para poner bajo control el arsenal químico sirio.
Su misión ha despejado la posibilidad de una intervención militar contra el régimen de Bachar al Asad como represalia por el ataque químico contra población civil del 23 de agosto, en el que murieron más de un millar de personas y cuya autoría no se ha determinado.
Los técnicos ya han comenzado la destrucción del arsenal del país árabe, que este lunes se convertirá en el estado número 190 en unirse a la organización.
Premios sin rostro
Horas antes del anuncio del fallo, la televisión pública noruega NRK, que tiene un amplio historial de aciertos en filtrar los nombres premiados, ha anticipado la sorpresa, ya que había un clamor popular para que la premiada este año fuera la joven paquistaní Malala Youfsazai, la favorita en todas las apuestas. Sin embargo, según los analistas, su corta edad y la posibilidad de convertirla en un objetivo terrorista, han jugado en su contra.
Por segundo año consecutivo, el premio internacional más codiciado del mundo se queda sin rostro. La OPAQ sigue en la lista de los Nobel de la Paz a la Unión Europea. El año pasado, un trío de presidentes, José Manuel Durao Barroso, Martin Schulz y Herman van Rompuy recogieron el galardón cuando la unión de los Veintisiete -hoy Veintiocho- atravesaba sus horas más bajas.
Barroso ha sido de los primeros en felicitar a la organización por su "importante papel" para contener el uso de armas químicas y por el "desafío sin precedentes" que tiene en Siria "donde su misión conjunta con Naciones Unidas cuenta con el apoyo de la Unión Europea".
No todo han sido felicitaciones. El popular cantante y diputado ruso Iósif Kobzón, coordinador de la candidatura del jefe de Vladimir Putin al galardón, cree que este debía haberlo recibido.
"Precisamente, Putin puso en marcha el mecanismo de desarme químico en Siria. Fue justamente el presidente ruso quien persuadió al presidente sirio, Bachar al Asad, de que se sumara a la Convención que prohíbe esa clase de armamento", ha dicho Kobzón a la agencia Interfax.
El Nobel de la Paz, dotado con 1,5 millones de dólares (930.000 euros), es el único galardón que a diferencia del resto de premios Nobel se entrega en Noruega y no en Suecia. La ceremonia se celebrará en Oslo el próximo 10 de diciembre, coincidiendo con el aniversario de la muerte de Alfred Nobel, y el mismo día se entregarán el resto de premios en Estocolmo.