Santamaría, a las CC.AA.: las razones políticas no son motivo para recurrir la reforma educativa
- Insta a respetar, "como hace el Gobierno", el reparto competencial
- Ve necesario modificar el sistema educativo porque el actual "es un fracaso"
La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha insistido este viernes en la necesidad de modificar el sistema educativo porque el actual "es un fracaso" y ha advertido, preguntada sobre las comunidades autónomas que amenazan con no aplicar la reforma educativa del Gobierno que "las opciones políticas" no son un motivo para recurrir dicha ley.
"Pido a todos que respeten, como hace el Gobierno, el reparto competencial" entre autonomías y Gobierno central, ha dicho la vicepresidenta, que ha recordado que la Constitución atribuye al Gobierno la creación de la leyes en materia de educación.
Sáenz de Santamaría ha añadido que aquellas comunidades autónomas que "consideren que la ley puede vulnerar ese repato competencial, podrán recurrirala por esa circunstancia, con arreglo a lo que establece la Constitución, por violación de preceptos constitucionales, pero las opciones políticas no forman parte de ese recurso", ha zanjado.
Sin argumentos contra el cambio
La portavoz del Gobierno, durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, ha invitado a los grupos parlamentarios a "seguir trabajando y mejorando todos los aspectos educativos".
"De todos los informes que hemos conocido, hay una cuestión muy clara, y es que no tenemos buenos resultados educativos y el sistema tiene muchos problemas", ha dicho la vicepresidenta, que opina que "no es razonable mantener lo que no funiona".
Por ello, el Gobierno apuesta "indudablemente" por "hacer mejoras" en una ley que afecta a la formación de los jóvenes de hoy, un "elemento clave para luchar contra el desempleo".
Sáenz de Santamaría ha añadido que el Estado respeta las leyes de las comunidades autónomas dentro de su ámbito competencial y ha criticado que aunque en el debate educativo ha habido mucho posicionamiento, no se ha producido "ni un solo argumento a favor del mantenimiento de un sistema que ha recibido críticas" incluso de organismos internacionales.